☆ Capítulo 3: La renuncia y algo más ☆

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—Hola ¿qué haces por acá? —preguntó SeoHo con una sonrisa al ponerse de pie.

—Hola, vengo a pedir mi renuncia —dijo un poco apenada la chica. SeoHo la miró con rostro confundido desvaneciéndose su tierna sonrisa.

—¿Por qué? —preguntó preocupado. — ¿Acaso no te agradamos? ¿no te tratan bien o algo? —preguntó tomando los hombros de la chica.

—No SeoHo, calma —rió dulcemente tapando con una mano su sonrisa.

—Oh... ¿entonces? —cuestionó tranquilizandose.

—Es que mi madre va a abrir una estética y le dije que le iba a ayudar junto con una amiga mía —explicó la chica.

—Genial, eres muy buena persona —alagó a la chica entregando una bella sonrisa mostrando todos sus blancuzcos dientes y unos ojos achinados.

—¿Me acompañas? —pidió algo tímida.— Necesito tranquilizarme un poco mediante una plática con alguien para bajar los nervios —dijo la castaña respirando muy profundo.

—Con gusto, tu tranquila, estás haciendo esto por algo bueno, calma —el de oscuros cabellos tomó de los hombros a la chica dándole confianza.

—Bien, vamos —dijo ella muy segura entrando al edificio dirigiéndose a la oficina del jefe de la compañía.

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—Oigan —Hwanwoong llamó la atención de sus compañeros.

—¿Qué pasa? —preguntó Keonhee con una voz exhausta.

—¿Seoho dijo que iba a ir por algo más? —preguntó él de pequeña estatura.

—No, solo dijo que iba a tomar aire fresco —contestó Ravn antes de darle un trago a su botella de agua.

—Hm, es que ya tardó, ya pasó media hora y no llega —reprocha Hwanwoong sentándose en el piso.

—¡Volví! —avisó entrando a la sala de ensayo muy sonriente el chico del quien estaban hablando. No venía solo.

—Hablando del rey de Roma —dijo Xion como expresión.— Oh, hola noona, ¿qué haces aquí? —cuestionó sorprendido al ver a una de las maquillistas ahí.

—Vine a pedir mi renuncia, antes de que todos hagan un drama, quiero decir que es para ayudar a mi madre en su estética, de todos modos ustedes son mis amigos y seguiremos hablando, ¿si? —dijo ella muy tranquila con una sonrisa nostálgica.— Fué un gusto trabajar para ustedes... y bueno, me dijeron que podía darle mi puesto a alguien que conozca y que esté interesada, si dentro de una semana no tengo a alguien, entonces la agencia conseguirá a alguien, solo aviso —dijo muy gentil. Su celular comenzó a sonar y vibrar, era una llamada de alguien conocido.— Esperen —se alejó un poco para atender la llamada.

—Creo... que la voy a extrañar —comentó Seoho.

—Aww, Seoho-ssi está enamorado —Keonhee comenzó a molestar al nombrado.

—Cállate —dijo el chico muy apenado dándole una patada no tan fuerte al de gran boca. Keonhee solo rió.

—Les traigo buenas noticias —dijo la chica acercándose a los jóvenes quienes estaban riendo por lo de antes.

—¿Qué? —preguntaron todos al unísono.

—La próxima semana ya tienen maquillísta —dijo la jóven muy emocionada, los chicos estaban emocionados también, muy curiosos por saber quién iba a ser la nueva o el nuevo.

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Ravn se encontraba durmiendo un poco en su cama, estaba muy cansado y quería dormir después del ensayo.

El de ojos felinos apareció de la nada en una habitación color rojo carmesí en sus paredes y el techo del mismo color acompañada de unas tenues luces amarillentas situadas en cada esquina del cuarto. Supuso que se encontraba en un departamento o en un hotel.
Alguien le abrazaba por la espalda y al voltear era la misma chica del sueño anterior.
Algo había en la atmósfera de ese lugar 《¿qué es?》 se preguntaba, 《Erotismo》 se respondió. Si, eso era, una atmósfera erótica tan perfecta que cualquiera que entrara comenzaría a tener una respiración errática y una necesidad de ser tocado.

Sentía ese calor tan característico recorrer por su cuerpo, esa emoción tan presente por querer tocar a la que permanecía frente a él, 《deseo》pensó mientras daba pasos hacia atrás hasta llegar a los pies de la cama y sentarse sobre el colchón ya que aquella chica le obligaba a esa acción, se sentía bien y mucho más el sentir que aquella se colocaba sobre su regazo rozando una parte muy importante para el varón, sentía que su miembro crecía por aquel roce que no detenía la chica moviendo sus caderas, 《necesito más》 pensó al sentirse insuficiente solo con dicho tacto. El chico miraba a los rojos labios de ella con tantas ganas de saborear su forma y no tardó más en obtener una de las cosas que quería en el momento; eran suaves, sus movimientos por intentar sentirse más con tan solo un beso, pero no era suficiente, necesitaban más, ambos necesitaban más.

Ropas caídas por querer sentir aquella piel tan cálida que poco a poco se cubría de sudor, era aún más tentador.
El sentir el interior de la intimidad de ella era una de las cosas que tanto estaba disfrutando satisfaciendo dando penetraciones suaves disfrutando el tacto tan delicioso y peligroso que podía sentir recorrer por sus nervios, los jadeos y gemidos que salían de ambas bocas eran un gran mensaje auditivo del deleite total gozando del momento íntimo.
Ella, quien permanecía debajo de él, retorcía su cuerpo de una manera tan sensual para la vista, el placer era el culpable de tales movimientos tan hermosos, hermosa era ella, sus movimientos, sus manos tocándole, su voz entrecortada nombrándolo , sus piernas aferrándose a su cintura para que el pelinegro no se fuera, su pecho que subía y bajaba tan rápidamente expulsando jadeos dulces. Todo era perfecto, pero... no iba a durar para siempre.

Despertó con una respiración agitada, al despertar le sorprendió un poco aquel sueño tan atrevido que pudo llegar a formar su mente por medio de la imaginación.
Una de sus manos fue bajando poco a poco a su entrepierna y le sorprendió aún más lo que pudo sentir, maldijo un poco en voz baja, maldijo por un momento el tener que vivir con compañeros de cuarto, el salir con una erección frente a los chicos era tener que sufrir unas cuantas burlas por parte de los mismos, aunque no todos le iban a decir algo, pero uno que otro si.
Por suerte no había nadie en el cuarto, se levantó, tomó valor y fué corriendo al baño que se encuentra junto a la habitación de los chicos.

—Buenas tardes Hyung, ¿qué tal dormiste? —preguntó Xion quien estaba acostado en el sofá mientras leía algo en el celular.

—Am, bien —contestó rápidamente, lo que más le urgía era entrar al baño.

Xion se extrañó del comportamiento del mayor.

—Jaja, creo que se aguantó las ganas de ir al baño por querer dormir más —comentó Hwanwoong quien se encontraba revisando el refrigerador para ver que les faltaba de comida para luego ir a comprar.







Alo wenas, volví, jeje, quise que este capítulo fuera algo atrevido mostrando un poco la realidad jaja además que tenía ganas de escribir algo así.
Espero que les esté gustando, ya llegué y me pondré a actualizar.
Bye, amor eterno para ustedes 💕💕💕💕💕

La maquillista de nuestro Hyung (Ravn x T/N) 《🌙ONEUS🌙》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora