Cap 28 Embarazo

1.4K 75 11
                                    

—¡No, espera!—Grito Eito.

¡Plaz!. Escuchamos un disparo, seguidamente el chico enfrente de nosotros cayó de espaldas al suelo con un pequeño agujero en su frente. Nuestras miradas fueron hacia la carretera donde un carro blanco se encontraba enfrente de nosotros, un hombre que no reconozco estaba en el auto con una arma en sus manos apuntando justos a mi cara. Eito cerro la puerta de un portazo.

—¡Al suelo!—Grito.

Pero nadie reaccionó al instante. ¡Plaz!. Escuchamos otro disparo y ahora si todos nos tiramos al suelo poniendo las manos en nuestras cabezas. ¡Plaz!. ¡Plaz!. ¡Plaz!. Si no me equivoco fueron mas de diez tiros, algunos minutos después nos levantamos del suelo. Eito tomo la caja a mi lado, aquella que le dieron a Dilan.

—Wilian me dijo que si lo desobedecía ustedes lo pagarían—Dice leyendo algo en la caja—Y estoy completamente seguro que lo que hay dentro no es nada bueno.

—Chicos—Nos llama Dilan abriendo la puerta—¿Que haremos con eso?—Señala al hombre muerto.

—Piter llama a la policía, Eito dile a Wilian que vamos para allá, Dilan no lo toques!—Hablo firme.

Todos hicieron lo que les pedí, la policía llego en un instante junto con algunas ambulancias y bomberos. De inmediato tuvimos que ir a la delegacía para explicar mejor todo lo que había pasado. Paso una hora, dos, tres horas y ya me estaba hartando de esperar.

—Pueden irse.

Todos salimos de allí casi corriendo con miedo a que nos dijeran para esperar otro rato mas. Al llegar al auto todas las miradas estaban sobre mi. ¿Que haríamos ahora?.

—¿Que se supone que le vas a decir?—Pregunta Dilan.

—Eso es lo de menos—Hablo.

Wilian no tiene los huevos para matarte, ni a mi, ni a Saymon, pero si me preocupa lo que puede llegar a hacerle a los chicos. Cuando se trata de otras personas él es capas de cualquier cosa con tal de conseguir lo que quiere,p ero lo conozco, él no es capas de dañarme y aunque así fuera, no me importaría.

Haré lo que sea necesario para sacar a mis amigos de esto. Mire de reojo a Eito y por algunos segundos sentí nostalgia por él, debí a verlo ayudado hace mucho tiempo. Llegamos a la oficina de Wilian. Todos salimos del auto caminando a la recepción del edificio.

—¿Natanael?—Pregunta la mujer de lentes. Sonrío.

—Disculpa venir sin avisar—Ella aun se ve algo sorprendida—Necesito hablar con él.

—Claro, Wilian esta libre en este momento—Ella busca algo en el computador—Piso once—Caminamos hasta el elevador—Natan—Me llamó. La miro—Fue un gusto verte de nuevo—Doy una corta sonrisa y sigo caminando. Lo siento Isabel.

No quiero hablar con ella, apenas y puedo verla a los ojos, todo esto me tare malos recuerdos. Piter me miró mal. Presione el número once y las puertas se cerraron de inmediato. Es mejor hacer esto lo mas rápido posible. Las puertas se abrieron segundos después, caminamos por un largo pasillo y nos encontrámos a una chica

—Es mejor que se queden aquí—Digo, no, ordeno.

Los chicos obedecieron sin decir nada. Mire a la joven, ella solo hizo un ademán con la cabeza indicándome que podía entrar, camine y rápidamente abrí la puerta, Wilian se encontraba mirando un cuadro en la pared, llevaba una mano en su bolsillo, inmediatamente mis ojos se centraron en el arma que llevaba detrás.

¡Plaz!. Cerré la puerta de un portazo, Wilian giro sobres sus talones y al verme junto las cejas notablemente incómodo, pero después sonrío.

—Que sorpresa—Dice caminando lentamente a su escritorio.

Juguemos a encontrarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora