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Todo estaba planeado, el penúltimo de sus agresores iba a caer de una vez por todas y ya nada podía impedirle a Natalie terminar su cometido.

Blake tenía que caer.

Hunter le había echado una mano sin siquiera pensarlo, le había dicho cuál sería la sorpresa de Blake para pedirle que fuera su novia y ella llevaría su plan acabo de una vez, no se iba a arriesgar como se arriesgó con Joey Birlem. Eso no sucedería de nuevo.

Cuando Natalie llegó al lugar acordado había un par de globos, un cartel, rosas y un Peluche de unicornio. El cartel decía : Natalie Mitchell ¿Quieres ser mi novia?

Natalie se le acercó con una sonrísa, cuando estuvo frente a Blake le dio un casto beso en la boca y dio pasos hacía atrás, oprimio el pequeño botón que había estado esperando todo el día y un líquido cayó sobre la cabeza de Blake, embadurnando a su paso en cartel, el Peluche, las rosas y más aún a él.

La estruendosa risa de la chica se hizo presente, en serio lo estaba disfrutando.

Blake se sentía dolido, no sabía si era una broma de las que solía hacer o sí había arruinardo su detalle a propósito, pero no quiso saberlo.

—¡Eres una maldita perra! Vociferó con enojo.

—Perra no, querido. Yo soy la reina de las perras, gracias a ti, babyboy.

—No entiendo ¿por qué hiciste ésto? —dijo mientras se limpia el líquido de su cara.

—Si, supuse que no te acordarías de mí ¿Recuerdas esa pequeña e indefensa niña que maltratabas cuando eras pequeño?

—Se más específica.

—La niña gorda y rubia, la que lánzate al lodo como un cerdo.

Blake abrió los ojos de par en par y la miró —imposible.

—Pues así es, pensé que Joey te diría y que mi plan estaría en riesgo, pero por lo visto el chico me quiere tanto que me obedeció por encima del bienestar de su amiguito. Es un iluso.

—El que de raíz es sucio, la suciedad no se quita.

Blake con rapidez tomó el cuello de Natalie y la estrelló contra la pared. Ahorcandola.

» Sólo me acerqué a ti porque quería follar te, no te quiero ¿creer que soy estúpido como Joey?¿Crees que no miraba como jugabas con todos? No soy de enamorarme, yo follo, duro.

—¿Cómo saberlo? Nunca follamos—dijo Natalie cerca de sus labios.

—Porque no querías y siempre nos interrumpían.

—¿Quién dijo que no quiero? —su voz sonaba sensual —me duele admitir, pero hasta con ese líquido rosa te ves malditamente candente.

—¿ah sí? —enarcó una ceja — no sabes cómo me pone tenerte así... Acorralada con ese vestido —dijo esta vez cerca del oído de la chica.

—¿cómo te pone? —Preguntó Nat Con picardia.

Blake tomó la mano derecha de Natalie y la posicionó en sus pantalones, justo en su miembro semi-erecto.

—Mi casa no está muy lejos—informa Blake.

—¿No me pedirás que sea tu novia?

—¿Pará qué hacerlo si lo que queremos no va por ese camino?

—¿Por cuál camino va, Blake?

—Por éste —el chico deslizó su mano y acarició la pierna de la chica hasta llegar a sus pantys.

—Me gusta ese camino.

—¿Entonces que esperamos?

—A que me cargues hasta tu auto.

FINGIR «Segunda Parte De Apariencias» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora