Capitulo 4

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La casa tan silenciosa que lo único que se escucha es una racha de aire manso y el hojear de un libro.
Lo que mayor placer me proporcionaba era descansar en mi comodo sofá, junto a la chimenea, mientras leía una buena novela al amor de la lumbre en lo que esperaba a Naira, como una madre que espera a su hija, pero en vuestro caso la hermana mayor.

Tan metida y emocionada cada vez que leía más a fondo de la novela hasta que un sonido seco retumbó por toda la casa deteniendo me en la parte más emocionante. Cogí el teléfono y lo acerque a mi oído.

—Bueno.—Contesté.

—Hola mi vida.—Sonó una voz masculina del otro lado de la línea.

—¡Padre!...¿Como habeís llegado de su viaje? ¿Estáis bien tu y mamá?.
—Murmuré preocupada.

—Hayden cariño, vosotros Estamos bien, no te preocupéis.—Murmuró entre risas.—Admito que soy muy preocupona y más en cuestiones de viajes en avión.

—Perdona padre, la costumbre....¡Pero contad como es Nueva York!.

Unos de mis sueños siempre a sido conocer la Ciudad de Nueva York saber si es tal como aparece en las películas, las calles embriagadas de luces, sus espectaculares edificios, sus parques, en fin nunca terminaría de describirla, como dice Dilmer Dune Nueva York es incansable y describirla es un ejercicio que nunca atina en el blanco.

Através del teléfono se escuchaba el pleno tumulto y las prisas frenéticas tanto de los autos como de la gente. En lo que mi padre me contaba a su punto de vista de la ciudad, me flipaba que desearía estar ahí y contemplarlo con mis propios ojos, lo más triste es que estoy en casa, sola, sentada en el sofá esperando una señal de Naira.

—Cariño lamentó mucho no poder estar presente en tu cumpleaños, no sabes cuanto me guataría estar ahí contigo, pero el....—Me apresure en responder.

—Padre ya hablamos sobre eso, no te preocupeís yo entiendo.—Antes de que se fuera tratamos del tema, comprendo que nunca tuve un solo cumpleaños que no estuviera mi familia completa, pero ahora por cuestiones del curro se vio obligado a viajar.

—Te prometo cielo que te lo recompensaré.

—No es necesario padre.

—Claro que es necesario. Por cierto cariño, me extraña no escuchar a tu hermana... ¿Donde esta?

—Naira esta...—El sonido de unas llaves llamarón mi atención indicando de que acababa de llegar por quien lloraba. Cerró la puerta dejando a la vista su presencia, pero no estaba en buen estado. Se le dificultaba caminar, desde lejos se veía como se tambaleaba y se escuchaba una sonora carcajada escandalosa.
Cada paso que daba amenazaba con caer al suelo, por más que trataba de mantener el equilibrio no os consiguió y cayó al suelo de espalda dándose un buen golpe en la cabeza, que con solo verlo a mi me dolió pero al parecer a ella no, ya que lloraba de risa con mucha frecuencia como si le hubieran contado un chiste demasiado bueno.

—¿Cariño que es ese ruido?.
—Preguntó mi padre.

—Nada padre, solo que encendí el televisor y como siempre se le olvida a Naira bajarle el volumen.—Me excuse.

—Creí que era tu hermana.

—Papa te tengo que colgar, que os parece si mañana hablamos, me saludas a mamá, os quiero mucho.
—Sin decir más colgué el teléfono.

—Por dios Naira donde estabas metida.—Me acerque a ella que aun seguía tendida en el suelo riéndose y diciendo tantas cosas que no le entendía. Me agache con la intención de ayudarla a levantar, al instante un fetidez olor de alcohol invadieron mis fosas nasales.
—¡Naira estas borracha!

—Yo no estoy borracha, vos estas borracha.—Cuestionó más fuerte de lo habitual entre risas.

—Estás hablando muy fuerte,
"baja la voz " que se van a enterar los vecinos.—Le pedí mientras cogí sus manos y la ayude a levantar.

—¡NO ESTOY GRITANDO!.—Exclamó..

—Shhh.—Soné para que guardara silencio.

—¡Uh, uh!....¡siento la rotación del planeta!.—No podía mantenerse de pie, se tambaleaba y volvía amenazar con volver a caer, para su suerte me encontraba a un lado de ella así que la sostuve, estaba tan Feliz que hasta desprendía alegria por todos los poros de su piel. Me gustaría verla así siempre pero no en ese estado.
Naira necesitaba tomar para ser feliz, y eso se fue haciendo un grande problema porque tomaba frecuentemente y por ello mamá tomó ciertas precauciones, Naira estuvo varios meses en una clínica de rehabilitación, fue algo que no lo tomó bastante bien y desde entonces ella se aportado muy diferente con la familia.

—No tienes ni una semana y volviste a recaer en el alcohol...¿Porque lo has hecho? sabes que pasara si se entera mamá.

—Mamá no tiene porque enterarse de esto....Prometeme que no se lo contaras Hayden. ¡Por favor hermana!.
—Suplicaba.

—Solo si tu me prometes que no lo volverás a hacer.

—Si, si lo que tu digas.—Asentía con la cabeza repentinas veces.

—¡Esta vez se te fue la pinza!.

—Sabes los autos son tan, tan graciosos.
CLAXON. ¡qué palabra súper graciosa!.—Murmuró entre risas.—El sol.....
—Apunto con su dedo indice la lampara circular que colgaba del techo.—Esta dentro de la casa, no lo dejes salir.
—Como pudo corrio a la sala, se paro encima del sofá, daba pequeños saltos con la intención de atrapar al supuesto sol.

—Bájate de ahí, te vas a caer Naira...¡Anda ya!.—Le ordené.

—Deja de sonar como mamá, mejor ven, ayúdame que no puedo sola..
—Estiro su mano en mi dirección invitandome a seguirla. Al principio me la pensé hasta que termine aceptando. Las dos brincando sobre el sofá como cuando eramos unas niñas, pasar un momento con ella así era el mejor día de mi vida, la mayor parte de las veces peleamos era muy raro cuando estuviéramos las dos juntas disfrutando de un buen momento.

Naira siempre ha tenido un carácter imprevisible, ahorita puede estar de buen humor y después enfadada.
Cada salto que dába era con más impulso y eso hizo que se echara a correr.

—¿A donde vas?.—Pregunte, corrí tras ella luego de escuchar que estaba potando. Recogí su cabello para que se le facilitara mientras con la otra mano palpaba su espalda.—¿Estas bien?.

—Si, gracias.—Me respondió con una sonrisa.

—Anda vamos a dormir.

—Eres tan linda y yo soy un monstruo, yo no merezco una hermana como tu.

—Callad no digas eso, tu no eres un monstruo, si tendremos nuestras diferencias pero que hermanos no los tiene....¿sabes que?..

—¿Qué?

—Si los hermanos se pudieran elegir, yo te escogería un millón de veces.

—¡Estas de broma!.

—No, hablo muy enserio, Naira quiero que vuelvas a confiar en mi como lo hacías antes, quiero ayudarte a que vuelvas a superar tu vicio, yo quiero que estes bien, me moriría si te pasara algo por culpa del alcohol.

—Hayden no soy tan estúpida, No me va pasar lo mismo que tu.—Sus palabras fueron un golpe bajo.. me quede por un buen tiempo en silencio, sabia que tarde o temprano iba sacar ese tema.

—Si fui una completa estúpida, si es lo que quieres decir, porque no tuve precaución, no sabía lo que hacía, somos unos putos críos que no sabemos lo que hacemos la mayor cantidad del tiempo. Pero cuando estuve debatida entre la vida y la muerte comprendí todo, la vida no es un juego, vida solo hay una, hay que vivirla pero no de esa manera Naira, el alcohol no te lleva a nada bueno.—Cuestione con la intención de que reflexionará, me levante del suelo y me pire a mi cuarto.

S€D D€ V€NGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora