Sinopsis

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En un lugar no muy lejano de roma, en una casa blanca humilde al su alrededor un césped recién regado era de un verde intenso, como una esmeralda refulgiendo al sol.

Para todos es un día cualquiera pero no para la familia Evans.
Era el cumpleaños numero siete de su hijo Tony, un niño encantador y muy obediente.

En su rostro se reflejaba la felicidad al contemplar la casa con adornos.

Sus ojos se iluminaron al mirar piñatas de sus superhéroes favoritos, numerosos globos colgados por toda la casa.

Pero ver aquella mesa con un festín de variedad de dulces, yogurt, nieve, cupcakes y chocolates era el paraíso.

Tomó unos cuantos dulces y se escondió debajo de la mesa para poder devorarlos sin piedad. Sin importar que esos resplandientes dientes blancos llegaran a dañarse.

Mientras seguía escondido sacaba una mano para alcanzar un pastelito de chocolate.

Mama notó algo raro, vio moverse el mantel de aquella mesa, silenciosamente camino rumbo a la mesa y con mucho cuidado levantó aquel mantel blanco descubriendo al pequeño Tony devorando un pastelito.

Al ser descubierto su mirada se encontró con la de su mamá, que al reflejar carita de miedo era tan graciosa, era imposible regañarlo con esa tierna carita embarrada de nata.

Cargo al pequeño entre sus brazos girando.

—Por dios mi niño como has crecido.

Mientras le hacía cosquillas, lo que más le importaba era ser feliz a su pequeño y pasar todo el día a su lado, aunque se miraba alegre tenía un presentimiento que no la dejaba en paz....


Se lleno la casa de invitados, los niños corriendo de un lado y para el otro, reían sin parar, llego la hora de quebrar las piñatas para después proseguir con el pastel. La fiesta marchaba de maravilla.

Para el pequeño Tony era el mejor cumple años...bueno no tanto, le faltaba la presencia de su papá, por ningun motivo el faltaba  a sus cumpleaños y  acostumbraban abrir  juntos los regalos, eso lo ponía algo triste. Tony miró la mesa llena de regalos  y al lado  un regalo demasiado grande.
—Cariño ven abrir tus regalos.
Tony  camino y sin tanto entusiasmo se acerco a la mesa.. La mamá de tony sabía cuál era el motivo que lo ponía así.
—Porque no empiezas por el regalo más grande...
El asintió  con la cabeza.

El regalo era muy grande, envuelto de papel azul brillante con un gigantesco moño rojo.

realmente no se imaginaba  que podría haber en esa caja, por una extraña razón la caja se movió y eso le dio más intriga por abrirlo.


¿Acaso sería un perro gigantesco?

¿Un oso?

O.. ¿Un pie grande?...

Una silueta familiar salió de aquella caja, era el mejor regalo de todos.

—Papá.—Corrió hacia el, para después darle un abrazo.

—Feliz cumpleaños campeón.—Beso su frente... ahora si Tony estaba muy feliz y prosiguieron  abrir todos los regalos sin que quedara  ni uno.

A pesar de ser una familia chica eran muy felices y unidos.

Los invitados se despidieron quedando sola la casa, mientras la mamá recogía la basura tony y su padre jugaban a guerras de cosquillas.

Un sonido proveniente de la puerta llamó su atención. Papá se paró y reviso quién era.

Entro un tipo de traje negro, cabello castaño, por lo visto un tipo adinerado,
Miraba con detalle toda la casa.

—¿Quien es Rafa?—preguntó mientras salía de la cocina, su mirada se encontró con aquel tipo dejando caer un plato de vidrio.—¿Que.. haces.. aquí?.—Tartamudeaba al igual que su semblante cambio a uno de terror...

—¿Lo conoces?— pregunto mi padre.

El tipo no dio explicaciones solo saco un arma de su pantalón apunto  a mi padre, apreto el gatillo, saliendo con gran velocidad una bala de metal impactando el rostro de mi padre segundos después su cuerpo desvaneció.

Me asuste y corrí a esconderme debajo de la mesa esta vez no era para devorar los dulces me encontraba terriblemente asustado.

Los gritos de mamá retumbaba toda la casa, el tipo la apuntaba con su arma

—Por favor Esteban no lo hagas.—sus lagrimas caía una tras otra.

—Tu eres la causante de esto si no me hubieras dejado esto nunca habría pasado.... Yo aun te sigo amando.—se le quebraba la voz.

—Lo siento Esteban pero yo no te amo.

Esas palabras le dolieron al tipo, no lo pensó dos veces y jalo el gatillo impactando tres balas uno en el hombro, otro en el cuello y por ultimo en el pecho. El cuerpo de mi madre  golpeó con fuerza el suelo, saliendo demasiada sangre.

El tipo estaba arrepentido de lo que acababa de hacer, rompio en llantos y se golpeaba al mismo tiempo, no pudo más y huyó de casa.

Salí de la mesa y corrí hacia mi madre que expulsaba sangre de la boca.

—¡Mami no me dejes!.—Me solté a llorar desconsolado. Recosté mi cabeza en su vientre.—¡Mami por favor no me dejes!.. te prometo que ya no me comeré los dulces a escondidas... pero por favor no me dejes.—su mano levanto mi barbilla para que la mirara a los ojos.

—Nunca te voy a dejar... —Le costaba mucho decir las palabras.—Siempre estaré aquí.— colocó la palma de su mano en mi corazón, me sonrió y poco a poco se fue desvaneciendo esa sonrisa tan hermosa que iluminaba todos mis días.

—¡Mami!..¡Mami!.. por favor no te vayas.—las lagrimas caían con más frecuencia. Me acoste a un lado de ella, acaricie su rostro pálido. Hasta quedarme dormido.
Para estar igual que mamá...

Porque  ese tipo mató a mis padres.


S€D D€ V€NGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora