El chico de la Grand Cherokee

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Era un otoño a finales del mes de septiembre, Danna Sophia se hallaba en su habitación, sola porque a ella asi le gusta, acostada en su cama individual con colchas aterciopelas de color rosa, su color favorito, abrazando su perro de peluche, aburrida y cansada contemplaba su pequeña habitación, esta es pintada de color lila, rodeada de posters de la banda musical Maroon five una banda musical de pop rock​ estadounidense. El grupo se formó originalmente entre 1994 y 1995 como Kara's Flowers.

Hay dos ventanas cuadradas donde se puede mirar los cerros de color ocre, que rodean el municipio de Temascalcingo, el clima es oceánico lo que significa impredecible para los habitantes.

Una pequeña luz le asoma por una rendija, iluminándole cara, dándole directamente en los ojos más negros que la noche que al parecer le incomoda, cubriéndose el rostro con la mano para impedir que se quede ciega por los rayos solares.

A lo lejos se escucha música en un volumen excesivamente alto, se ha preguntado a si misma si es el chico de la Grand Cherokee que suele espiar en ocasiones por una de las dos pequeñas ventanas, no son amigos y ni mucho menos sabe su nombre o dirección, quizás no importe demasiado, porque no tiene interés en él, sino en su camioneta de primera generación, modelo 1996 de color blanco, pues aquel chico es de los pocos que posee una camioneta de ese estilo en perfectas condiciones, por su pueblo no es frecuente mirar ese tipo de camionetas.

A ella le fascinan desde muy pequeña y cuando entró en la secundaria descubrió que deseaba estudiar ingeniería automotriz , pero quizás no le sea posible ya que la carrera es demasiado cara y no tiene los recursos económicos para hacerlo, además en el pueblo no hay.

La música se aproxima, así que corre tras la ventana y cerciorarse si era él, pero en su interior sabe que es él porque tiene un oído muy desarrollado y ya conoce el ruido del motor y otras cosas.

Ha escuchado una voz familiar, se trata de su hermana Daniella, tres años mayor que ella, una mujer con baste seño y cabello exageradamente lacio, todo lo contrario a su hermana, ojos castaños y de forma almendrada, es un poco regordeta y de estatura media

—¿A quién espías?—pregunto burlándose de su hermana que se ha puesto más roja que una cereza,

—A nadie dijo ella, llena de vergüenza, la habían cachado en su propia movida.

Pero Daniella no se había tragado tan fácilmente la mentira.

Con voz tajante dijo:

—Danna Sophia no te creo en lo absoluto, sé que te gusta el señor trajes bonitos, vuelve a riese. Daniella es muy dada a Inventar apodos a cualquier persona que se le presenta en el camino.

Entonces ocurre, el auto, está por delante de su casa, haciendo vibrar los vidrios de su humilde casa y los oídos retumben en su interior, sin embargo no le molesta el escandalo musical porque el automóvil podría ser de cualquiera, nada garantiza que sea del más que una simple corazonada. En cambio Daniella no puede soportar y se tapa los oídos con expresión de queja.

Segundos después el automóvil desaparece sin dejar rastro

— ¿Terminaste de tus dramas?—pregunto Danna con disimulo

Daniella se aproxima lo más cerca que puede de su hermana, mirándola fijamente haciendo que Danna no aguante el peso de la mirada y ella gire a otra dirección su rostro

—Debes admitir que te gusta—dijo dándole palmadas en la espalda con la mano tosca dejándole caer en la espalda.

Daniella salió de la habitación, mientras que Danna permaneció allí por el resto del día con la esperanza de ver la camioneta pero quizás no sea posible, miro el cielo y había cambiado radicalmente el clima, se avecina una tormenta.

Para ella ese estilo de clima le agrada, porque puede consumir café de Starbucks sabor chai latte cuando se le da la oportunidad de estar cerca de un establecimiento comercial.

Su mente está planeando ir a comprar uno antes que llegue la tormenta, pero el establecimiento más cercano es casi a la salida del municipio.

Miró el reloj y ya era tarde, los taxis cobran más caro pasando las 7:30 pm, le saldría más caro el caldo que las albóndigas.

Prefiere ir a hacerse un café de olla, aunque no es el mismo sabor pero no quedaba de otra. Para Daniella siempre ha pensado que son muy sobrevalorados y no son tan sabrosos.

Sale de su habitación, bajo las escaleras, no escuchaba ruido alguno, no había nadie en casa, probablemente pensaron que se había quedado dormida y decidieron no ir a buscarla ya que detesta que la despierten, su carácter se vuelve agresivo.

Se ha quedado un rato en la cocina para que el agua con café tomara color y sabor intenso y el aroma fuerte impregnara al rededor del lugar.
Se sirve el café de olla en su taza favorita de color negro con decoración del logotipo de la banda Maroon five.

Después de una hora ha terminado de consumir el café lavo la taza y subió a su habitación, aún no llegaba nadie.  Satisfecha de su antojo, vuelve a mirar por la ventana.

Las nubes cada vez se veían más densas y oscuras, los hermosos ojos de Danna Sophia contemplaban plácidamente aquellas formas que eran creadas por aquellos nubarrones.

Después de cinco minutos la lluvia llega, por fortuna no hay relámpagos, hoy no le apetece leer, así que decide encender el televisor y marcar el número cuarenta y uno en AXN para ver su serie preferida "The fix" son últimos capítulos.

El sueño la vence y ha caído en los brazos de Morfeo, ni siquiera supo a qué hora había regresado su familia y en qué tiempo se fue la lluvia.