❦ •Good Old Fashioned Lover Boy• ❥Dealor

-Chapter 3-

A pesar que su plan de pasar la noche a solas con sus mejor amigo, se vio averiado por la repentina intromisión de Freddie y Brian. Pero a pesar de ello, la noche había sido realmente espléndida.

                            *****

John Deacon no pudo tener un mejor despertar. La imagen que apareció ante sus adormiladas orbes simplemente era gloriosa. Roger Taylor quien ante sus ojos era el chico más cool de todo el mundo, se encontraba profundamente dormido... y en su cama; con su rostro jodidamente cerca del suyo; tanto así que podía sentir a la perfección el tibio aliento del rubio. Respirando el mismo aire.

Sus instintos le indicaron que no debía desaprovechar una oportunidad como esa. John era fiel admirador de la belleza poseída por Taylor, y verlo allí en su cama; tan apacible, tan despreocupado, tan vulnerable... Era simplemente el nirvana.

Con un movimiento calmoso, dirigió su mano a la cabeza del rubio y con suma dulzura comenzó a peinar los hermosos cabellos que yacían esparcidos en la almohada.
Dejó en paz la melena para realizar un efímero recorrido con la yema de su dedo índice por el etéreo rostro del mayor; y no dejó un mísero espacio sin acariciar. Cuando su dedo hizo contacto con los suaves y rosados labios de Roger, el cuerpo de John se tensó de inmediato, su garganta se reprimió y pudo sentir a la perfección un cosquilleo que viajó por toda su espina dorsal.

''¿Qué demonios fue eso?''__ Pensó.

Decidió dejar por la paz el estado de ataraxia del mayor. Ya que si seguía con esas caricias, podría perder su cordura y ganar un momento sumamente incómodo .

-¿Sabes qué es lo único de malo que estés dormido?- Susurró casi de manera inaudible-. Que no puedo ver tus dos hermosos cielos.

Dicho eso, depositó un suave beso en el relajado entrecejo del frágil rubio.

Unas vez despojando de su mente todas esas  avasalladoras y extrañas sensaciones decidió  levantarse a preparar un poco de té para cuando sus amigos despertaran recibirlos de una grata manera. Pero sus grisáceos orbes se abrieron como platos al ver a Freddie parado justo a lado de su cama. A John lo abandonaron los colores, temió que su amigo se haya dado cuenta de su extraño comportamiento hacia el rubio, pero grande fue su alivio al notar que Freddie aún seguía con los ojos cerrados.

-¿Eres sonámbulo?-Preguntó mientras se ponía de pie-.

Freddie comenzó a tallarse lo ojos, pero todos sus intentos por abrirlos fueron fallidos ya que poseía demasiado sueño.

-No-. Musitó con la voz terriblemente adormitada-. Si ya vas a levantarte, dame la cama.

El menor sonrío y automáticamente le brindó su espacio.

-Sólo que allí está Roger-. Dijo, John.

-No me importa-. Susurró el dienton-. No es la primera vez que comparto cama con  esta rubia. Además, así podré fingir que pasé la noche con una puta sexy y barata.

John soltó una pequeña carcajada por el comentario de su amigo. Sabía a la perfección que Roger y Freddie eran como hermanos, y el hecho de pensar que Freddie pudo haber descubierto su raro comportamiento, le crispaba terriblemente los nervios. Pero por fortuna el miedo que lo albergó momento atrás desapareció por completo, ya que estaba seguro que Freddie no se percató de su actitud para con Roger.

Pero lo que John ignoraba; era a Brian, quien si lo había visto todo desde el marco de la puerta.

                         ****

Brian y John eran las únicas personas despiertas en esa casa, ya que Freddie y Roger aún seguían en los brazos de Morfeo. El castaño decidió preparar té y galletas por mientras los otros despertaban y así pensar juntos qué desayunar.

No era que a John le incomodara la presencia de Brian... Simplemente le aturdía. El menor sólo se sentía a gusto  con Roger y en algunas ocasiones con Freddie; pero con Brian sentía no encajar.

-Sabes-... Después de casi diez minutos en un incómodo silencio, Brian habló-. Roger es una persona realmente fascinante y creo... No, no creo. Estoy seguro que tú ya comenzaste a notarlo-.

Deacon sintió el aire abandonar sus pulmones, ¿por qué Brian le decía eso? ¿Acaso vio su comportamiento de hace rato? ¡Imposible! Brian no se encontraba en la habitación... pero, ¿qué tal y sí?

Su flagelación mental se vio interrumpida nuevamente por la voz del mayor.

-Roger es una persona sociable en demasía. Es su naturaleza.

-Sí, de hecho sí-. Susurró mientras le daba un sorbo a su té y dirigía incómodamente su mirada hacia el lado opuesto de Brian

-Nadie es especial para él-. Musitó el caniche con una tierna sonrisa, dejando a la vista sus bonitos colmillos-. Roger sólo es amable con las personas... y nada más-. Sus duras palabras, llevaban la contraria a sus dulces gestos faciales.

John quedó desconcertado antes las palabras del mayor, no entendía el porqué de  su actitud. Porque a pesar de no ser grosera, cargaba en ella un poco de petulancia.

-No sé por qué estás diciéndome eso, pero estoy de acuerdo contigo. Roger es una persiana muy amable. Pero no estoy de acuerdo que pienses que nadie puede ser especial para él.

-No mal interpretes lo que digo-. Brian sonrío dulcemente-. Por supuesto que Roger no es un tipo sin sentimientos, sólo digo que no cualquier persona es afortunada de conocerlos... y ser merecedora de ellos. ¿Me entiendes? Él sólo es amable con la mayoría, pero no involucrado. Y por eso es mi persona favorita, porque es tan exclusivo...  Tan exclusivo como yo.

El menor guardó silencio un momento intentando procesar lo dicho por Brian. ¿Qué había sido todo eso?

''Exclusivo''.

John se sintió terriblemente mal, ¿acaso Brian quiso darle han entender que él no entraba en ese círculo de exclusividad?

Deacon era un chico sumiso, amable e introvertido. No buscaba problemas y tampoco los problemas lo buscaban a él. Pero a pesar de ser una persona increíblemente apacible, también era una persona jodidamente irónica. Bastaba un comentario suyo, uno solo, para dejar a cualquiera fuera de combate.

-Y tú, Brian... ¿tú también eres su persona favorita?

Brian frunció levemente ante la pregunta envalentonada de Deacon. Estaba apunto de responder cuando la presciencia del rubio lo interrumpió.

-Buenos días, Bri-. Expresó, mientras le daba un sorbo a la taza de té del ruloso-. ¿Cómo amaneciste? ¿No te duele la espalda? A ti te hace daño dormir en el suelo.

-Amanecí bien. No te preocupes, Rog-. Brian le brindó una de esas tiernas sonrisas que te envían directo al suelo.

-Claro que me preocupas, Bri-. El rubio también le sonrió con dulzura, mientras sus ojos brillaban como agua de manantial-. Iré ha despertar a Freddie -. Susurró nervioso. La sonrisa de Brian siempre lo ponía nervioso-, para ir a desayunar.

-Claro.

Roger se alejó de la mesa y se perdió en el pasillo. Brian le dio un sorbo a su té mientras sonreía con suficiencia-. ¿Eso responde tu pregunta, Deaky?

El menor se limitó a sonreír tímidamente otorgándole toda la razón a Brian, ya que Roger ni siquiera se dignó en darle los buenos días.