GUERRA DE SIGNOS

Capítulo 7

Tres días después yo ya había llegado a casa, lograron quitar todo rastro de el químico de mi cuerpo, me sentía como nueva, pero este tema estaba lejos de ser olvidado, aún seguía en boca de todos practicamente, en las noticias daban a menudo la actualización sobre la condena que recbibiría el hombre responsable de todo esto, sus abogados salían a dar la cara a menudo, pero algo que aún no concordaba eran las declaraciones del tipo, nadie tenía ni una sola, sólo se mostraba su cara que jamás miraba a la cámara pero nunca abrió la boca para decir algo en su defensa.

Cuando llegué, hablé con la mamá de Ben, el se quedó otro día más en el hospital, al parecer aún vomitaba parte de la comida por que su estómago seguía algo sensible, pero ya está en casa, de hecho hoy lo iré a ver, tenemos muchas cosas de las cuales hablar, sobre todo quiero esuchar sus teorías locas sobre lo que pasó, él siempre da en el blanco cuando tratamos de adivinar ciertas situaciones.

Tomé el autobús que me dejó en la Villa de los Aries y fui directamente a su casa.

-Hola Annie, ¿cómo estás?.-Me recibió su madre con un abrazo.-Ben está arriba, está esperandote.-Le di una sonrisa y subí las escaleras.-Oh y si necesitan algo sólo avisénme, estaré aquí abajo.

Toqué la puerta y entré, Ben estaba acostado con su pijama de SickSack-su saga favorita-mientras veía televisión.

-¡Annie!.-En cuanto me vió saltó de la cama y corrió a abrazarme, yo le respondí de inmediato, ambos estuvimos a nada de morir esa mañana, no sé que hubiera pasado si alguno de los dos no la contaba, por mi parte mi vida ya no tendría sentido, Ben es mi mejor amigo, no hay nadie igual a él y puedo afirmar que le pasaría algo simililar si me hubiera pasado algo, así que estoy muy feliz de tenerlo aquí.

-Mirate....estás viva.-Se rió.

-Tu también tonto.

-Lo sé, creí que moriría, te lo juro. Esa mañana no paraba de vomitar, mi hermano trató de levantarme pero me caí y en cuanto mamá entró gritó tanto que se desmayó.-Abrí los ojos por la impresión y solté un chillido.-Papá se puso a llorar cuando llegamos al hospital, ya sabes, le recordó el día en que murió la abuela. Y bueno yo sólo veía el fondo de un bote, hasta que me desmayé también, ¿que tal te fué a ti?.

-Me pasó lo mismo que a ti, papá me cargo hasta el auto y mamá se quedó en casa cuidando a Matt, pobre, cuando llegué me abrazó tan fuerte que casi me parte en dos, dice que creyó que no volvería.

-Fué horrible, jamás nos dejarán volver a nadar.....oh y espera eso no fue lo peor de todo, lo peor fue.....

-La habitación, ya sé, no me digas, no quiero recordar la humillación que pasé.-Niego con la cabeza y Ben comienza darme la razón con movimientos.

-Me sentí en happyland o una tontería así, al menos no te pusieron junto a otro niño que no parecía estar enfermo, se movía por toda la habitación, incluso en la noche.-Tomamos asiento en su cama.

-Y que lo digas.....y ¿porqué crees que lo haya hecho?...quiero decir, el tipo ése.

Ben me miró raro.-¿No escuchaste? Por venganza, lo dijeron en las noticias.

-¿Y lo creíste? ¿No te parece algo raro?.

-Oye, intentó matarnos, a quién le interesa porque lo hizo, está en la cárcel, eso es lo que cuenta. Malditos impuros, ahora sé que están todos locos.-No dejé que terminara, le di un codazo en el hombro y al instante se ofendió.

Ben sabe que no me gusta el trato que les da nuestra sociedad, a parte de que mueren a edad temprana todos los desprecian, nunca entendí el porque de todo esto, nadie es perfecto. Ellos están ahí viviendo en los pantanos, no tienen buena comida, no pueden comprar tampoco en nuestras tiendas, su ropa es café desgastada, su marca de nacimiento es una media luna hacía abajoy todavía les ponen un collar azul brillante para que sepamos que son impuros. Me parece una completa injusticia.

-No sé tú pero yo quiero investigar lo que hay detrás de todo esto.-Dije y miré a otro lado indignada.

-¿Qué? De qué hablas, es un asesino y ya, no tiene que haber transfondo, así nació.-Le di otra mirada amenazadora y me levanté. Ben trató de seguirme pero bajé las escaleras lo más rápido que pude, su mamá se despidió y yo también.