DOS

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Gun abrió los ojos.

El sobre saltó después era cosa de él pasado. Todos estos años recreando el recuerdo de ese día en sus sueños habían dejado a Gun exhausto, después de ello Gun abría sus ojos calmadamente, con un ligero pesar dentro de el, pero los abría.

La primera vez qué pasó, fue algo muy diferente, el pequeño niño había despertado en su cama, en su habitación, con una manta sobre su cuerpo abrigándolo de todo frío. Bajo las escaleras y sus padres estaban en la mesa, esperando por el.

Describir ese día, era algo intrigante para Gun hasta la fecha, y era aún más raro que la noche en que se perdió, porque cuando Gun despertó en su casa sus padres le contaron todo de manera muy diferente a la que el recordaba.

"Te desmayaste hijo, la policía te encontró y te trajo a casa"

Luego de escuchar eso Gun se creó muchas preguntas, todas entorno a lo mismo, porque eso simplemente no podía ser cierto.

Gun no estaba loco, el sabía que todo fue real, incluso ahora a sus diez años y ocho años, Gun no dudaba ni un poco de que esa noche en el bosque no fue producto de su imaginación. Por que aún tenía esa nombre en su cabeza. Jumpol.

La policía no lo había encontrado, no lo habían llevado a su recámara, ni lo regresaron a casa, ese era crédito de Jumpol.

Gun se sentó en su cama y todo su cuello, no había nada. Nunca lo hubo. Sus padres, la policía del pueblo, sus amigas, amigos y todos le decían que era así por que todo fue cosa de su cabeza. Gun simplemente estaba seguro que Jumpol no había hecho aquello por otro motivo, tal vez por no lastimarlo o quizá por que fue allí cuando el pequeño Gun perdió la conciencia, pero el chico no dudaba de los colmillos que vio acercarse a el, jamás lo hizo.

Miró su reloj, marcaban las 3:20 de la madrugada, Gun se colocó un suéter, metió algo en la mochila y salió de su casa.

El frío de la noche lo rodeó instantáneamente, y se adentró en el bosque, pasando por los arbustos rodeando los pinos y acariciando levemente los troncos con sus dedos.

Gun sonrió.

La frecuencia con la que Gun regreso al bosque era una locura, después de lo que vivió, nunca volvió a ver al bosque del pueblo de la misma manera, aún era imponente ante Gun, pero ya no le aterraba y los árboles no le recibían como un intruso, recuerda una vez a sus doce años cuando se escapó de casa a las 2 a.m. para entrar en el bosque y gritar el nombre de Jumpol pensando que así volvería a ver al mayor, Gun se reía de eso ahora... Sus padres si que lo regañaron ese día.

Siguió yendo al bosque de una u otra forma, y una vez que cumplió la mayoría de edad el chico no dudo en comprar la casa en mal aspecto casi adentro del lugar que era rechazado por todos, solo un motivo más para ser conocido como el chico raro del pueblo.

Pero el joven no le importaba por que se sentía cerca del bosque, se sentía cerca de Jumpol. El chico misterioso que teniendo la oportunidad de lastimarlo, lo llevo a casa.

Después de un tiempo Gun pensaba lo mucho que querría haber sido mordido por el mayor, eso sólo sería una prueba para todos que decía la verdad.

El demonio que cree en vampiros no era un apodo agradable aún con el paso de el tiempo. Más no le daba tanta importancia. Eso intentaba.

-Nunca te desharás de mi Jumpol- hablo Gun en voz alta en medio de los pinos altos y frondosos que se elevaban a su alrededor. Bajando la mochila y abriéndola, mientras sacaba algo de ella.

-No me iré hasta que cumplas tu trato- Gun sostuvo en sus manos la pelota roja, su juguete favorito cuando tenía ocho años.

Sus ojos se tornaron cristalinos, y la tristeza le invadió el corazón.

El iba a esperar por Jumpol, siempre.

El iba a esperar por Jumpol, siempre

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-Disculpe Sr. Nawat, pero yo compre esta propiedad- dijo Gun de manera respetuosa, Gun no se iba a ir, no podían quitarle su casa. No podía irse.

-Gun, comprendo como te sientes, pero no podía hacer nada, un hombre quiere esta hectárea y está ofreciendo mucho, no puedo dársela, no puedo desaprovechar la oportunidad-

-Pero Sr. Nawat yo...-.

-Lo lamentó Gun, pero tal vez sea mejor que vivas en otro lado, tengo entendido por varios en el pueblo que no te hace bien estar aquí solo-

No estoy solo. Pensó Gun, sin aparar la mirada de su vaso de agua.

El Sr. Nawat se levantó de la mesa. Gun apoyo su cabeza en sus manos, y respiró hondo.

Más tarde cuando el sol recién se había ocultado, Gun entro en bosque una vez más.

-Jumpol- un nudo se le hizo en la garganta. Tragó.

-Tengo algo que decirte- el silencio que había en el bosque esa noche era diferente al que Gun recordaba todos esos años.

-Me voy a ir- el pecho de Gun se estrujó -volveré con mis padres y... no vendré pronto. Gracias por haber cuidado de mi hace tiempo, gracias por mostrarte ante mi y hacerme sentir algo increíble. Espero estes bien y...- la voz de Gun se cortó, y antes de lo que hubiera querido, estaba de regreso en su aún casa.

Y empacó sus cosas.

JUST ONE BITE •OffGun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora