Nuestras Miradas•Min Yoongi

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-Cuéntamelo todo.-Le dije a Jimin. Nos encontrábamos en mi casa, y quería saber qué hizo con Yoongi aquel día.
-¿Porqué debería? ¿Acaso te gusta?- Solo terminó de decir eso e hice una mueca.
-No.-Dije riéndo.-Ahora dime. O contaré la historia de cuando besaste a tu perro cuando estabas ebrio.-Le dije entre risas. Todavía recuerdo ese momento. El pobre perro estaba tan traumado que le tenía miedo a Jimin.
-Yaaa! Te contaré.-Dijo rendido.-Te acuerdas de mis clases de ballet y contemporáneo?- Asentí.-Pues mi sueño es ser Idol y hay una compañía que está haciendo audiciones para ese trabajo. Fui con Yoongi porque él es muy bueno rapeando y lo convencí. ¿Feliz?- Me miró y yo estaba impresionada.
-Jiminnieeeee Te amooo!!!-Grité.

Gracias a él sabía que Yoongi rapeaba y escribía canciones. Creo que me convertí en una stalker...

-Y ahora porque me amas?-Dijo levantando una ceja.
-Ya no te amo. Ahora te odio.-Dije haciendo un puchero.-No me lo habías dicho cara de bebé.-Dije fingiendo ofensa.

Jimin sólo se limitó a carcajearse por haberlo llamado cara de bebé. Es que tenía un cuerpo de hombre pero una cara inocente.

-No te conté por vergüenza.-Dijo haciendo un adorable puchero. Yo le sonreí.
-Está bien.-Dije feliz. -Te apoyaré, pero cuando seas idol no te olvides de mí.-Dije en una amenaza.
-Como iba a olvidar a esta dormilona. La loca que cuando se baña canta a todo volumen y  le gustan los lugares tranquilos para dibujar.-Dijo Jimin.
-Me describes mejor de lo que yo me podría describir.-Dije conmovida.
-Te conozco de pies a cabeza.-Dijo Jimin con una sonrisa.
-Si, tienes razón. Pero cuéntame más sobre Min Yoongi.-Dije feliz.

Jimin me miró con una cara pervertida. Empezó a subir y bajar sus cejas. De seguro ya me shippea con él.

-Si sigues preguntando por él, voy a creer que enserio te gusta y me estás ocultando algo.-Dijo advirtiéndome.
-Que no me gusta. Me agrada. Pero quiero conocerlo más.-Dije excusándome.
-Yo creo que deberías hablar con él. Es muy buena persona.-Dijo Jimin animándome.

Debería intentarlo, ¿no? No pierdo nada con hablarle. O espera, pierdo mi dignidad. Bueno,¿Cuál dignidad si no tengo? Agh como sea le hablaré algún día.

-Me tengo que ir.-Dijo Jimin.-Ah casi se me olvida. Si te preguntas, él no tiene novia.-Dijo moviendo sus cejas de arriba para abajo.
-Ya!!!-Grité.-¿No tenías que irte Jiminnie?-Dije mirándolo con una sonrisa fingida.

Jimin sólo reía y asentía. Sé que a este humano le encanta molestarme hasta no más poder.

-Te quiero! Bye.-Dijo moviendo su pequeña manita mientras se iba.

Sin duda el pequeño Jiminnie es una de las mejores personas que he conocido.