ELLAS

• Textos y poemas de Desconfianza

~ TEXTOS Y POEMAS DE DESCONFIANZA ~

• El anillo más caro de la historia

Era un sábado por la mañana, ella que venía muy cansada de trabajar durante la noche después de horas y horas de pie sin sentarse, lo único que quería era llegar a casa y descansar.

Nada más llegar se encontró con su marido, tirado en el sofá, con una apariencia desaliñada y unas ojeras que parecían no tener fin; todo apuntaba a que la noche anterior no había sido agua precisamente lo que había estado bebiendo.

El hombre todavía medio dormido no se dignó ni a darle un simple saludo , ella cansada no tuvo fuerzas para decirle nada, simplemente se sentó y se dispuso a hacer aquello que llevaba tanto esperando, dormir.

Pocas horas después, la mujer se despertó,se había desvelado y ya no podía dormir. Su marido ya no estaba, se había ido como de costumbre y como era de esperar había dejado todo hecho una pocilga, para ella el pan de cada día.

La diferencia fue que ésta vez mientras limpiaba las sababas encontró una sortija en su cama, era de oro de 24 kilates, todo un lujo para su economía.
Nada más verla se dió cuenta de que semejante joya no era suya, y menos de su marido; y de manera inmediata se puso a llorar, se había dado cuenta de la verdad...

Todo en su cabeza se unió como si de un puzzle se tratase. El alcohol, la casa desordenada, el anillo, su marido cansado y la actitud que éste había estado trayendo las semanas pasadas lo unia todo, él le estaba poniendo los cuernos.

Ella desconsolada y llena de ira no se lo pensó dos veces, ni siquiera se replanteó pedirle explicaciones, su orgullo no podía permitir que él la viera llorar y menos tener que escuchar las numerosas escusas que éste le daría, y con mucha rabia acumulada simplemente hizo la maleta y se fue del piso.

A la hora de comer la puerta de la casa se abrió, era el marido cargado con numerosas bolsas de la compra dispuesto a hacer la comida que nunca hacía.

Él había estado preparando durante toda la noche anterior la sorpresa que le iba a dar a su mujer, le habían ascendido de puesto.

El marido durante las últimas semanas había estado muy distante debido al numeroso trabajo que tenía y él lo sabía, y por ello le había preparado una disculpa.
En ésta él la pedía perdón por haber estado tan ausente y no haberla ayudado en las tareas del hogar y le regalaba el precioso anillo que le había dejado bajo la almohada.

Cual fue su sorpresa cuando abrió la puerta de la habitación para despertarla y no había rastro de ella ni de sus cosas, se había esfumado.

Él empezó a llamarla como un loco y no había respuesta alguna, era demasiado tarde...las dudas, los celos y la desconfianza ya habían hecho mella en ella...

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