"Nada debería cambiar"

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Hace tiempo ya que tu y yo pasamos por completo del resto del mundo, porque nos hemos construido uno propio, una pequeña villa alejada de la estrepitosa ciudad, de las luces cegadoras, de las congestionadas autopistas, del ruido de las discotecas del centro a las 2:00 a.m, un lugar silencioso donde podemos apreciar las estrellas.

O eso se supone... Porque en realidad seguimos en medio de todo, el tráfico, la tecnología, las personas, el ruido que hacen los demás, que nos cuesta escucharnos de vez en cuando, como cuando el estrés nos invade y se nos pasa decir "te amo".

Pero quiero decirte que esta nota, es una carta manifiesto, donde te quiero expresar que en mi nada ha cambiado, que despierto en las mañanas con el deseo de conocerte, día tras día vuelvo a conocerte, como si nunca hubieras besado mis labios, como si nunca me hubieras apretado contra tu pecho entre tus brazos, como si nuestras manos jamás se hubieran entrelazado, como si jamás hubiéramos dormido juntos.

¿Sabes por qué? Porque casa mañana quiero ver más de ti, aunque me digas que ya lo he visto todo, sé que hay mucho más, que hay una infinidad de cosas que me esperan para que las descubra, hay miles de historias que puedes contarme, aunque ya me la hayas contado la semana anterior, sabes que pondré la misma sonrisa o reírme igual que la primera vez que me la contaste.

Y también quiero decirte que te amo, por todas las pequeñas cosas que haces y por genial que eres, por todas las noches al teléfono, por todas las risas que me has sacado, por todo, absolutamente todo, porque no sé cómo me sentiría ahora si no te hubiera encontrado, quizás igual de perdida que ahora, pero sola, y eso, eso sí que sería jodido. Porque aunque este lejos de encontrar el camino correcto estas conmigo, sujetando mi mano y eso me reconforta.

Poco a poco te vas convirtiendo en mi mejor amigo, mi compañero, mi cómplice, el hombre de las risas más gratificantes, la persona con quien puedo ser yo sin miedos, con quien puedo desnudar mi alma sin miedo a oír que es desabrida y gris, el hombre que ríe como niño, el novio que no ha dejado de ser el amigo. Todo eso y más... Y eso me hace estar jodidamente agradecida con el destino, - y el hijo de puta Cupido, pero eso es tema aparte - he aprendido de ti, que no es necesario ser perfecta para ser amada, porque me has amado a pesar del desastre que soy.

Y gracias a ti sé que nada tiene que cambiar, ni en ti, ni en mi, porque a pesar de nuestros fallos sabremos como complementarnos el uno al otro.

- Patolibri.

On My OwnWhere stories live. Discover now