POV Camila
Me llamo Camila Cabello tengo 18 años, vivo con mi padre, un reconocido doctor que casi nunca esta en casa y mi madre, una de las mejores diseñadoras que hay en Miami, actualmente estoy en una relacion con un chico llamado Austin a el que me atreveria a llamar "mi chico perfecto", a pesar de tener un padre y una madre ausente soy feliz, tengo lo que muchas personas no y estoy tan agradecida al cielo por eso.
- Camila!!!!!
-Voy, madre
Es lunes y estoy tan anciosa de ver a Austin, hoy cumplimos 1 año de relacion y cada dia que pasa me doy cuenta que tengo a el mejor novio del mundo.
-Camila, hoy estare temprano en casa, que te pareceria invitar a Austin a comer?
-Oh madre, nada me haria mas ilusión, pero tendra que ser un poco tarde, hoy cumplimos un año y tal vez el tenga algo planeado -dije emocionada-
-Es cierto, estoy tan feliz por ti Mila -dijo mi madre mientras sonreía tiernamente-
-Bueno madre, me voy, se me hara tarde y hoy no me lo puedo permitir -Le di un beso a mi madre y sali, no sin antes decirle-
-Te amo, madre.Al llegar al colegio me dirijo lo mas rapido posible al salón y veo a el chico más lindo que conozco. Apresure el paso para estar frente a su asiento lo mas pronto posible.
-Camila
-Austin
-¿Cómo estás, amor?
-De maravilla, estoy tan emocionada, tengo algo para ti. -Dije mientras sacaba de mi mochila un oso de peluche y un reloj de oro-
-Camila que detalle tan mas lindo, no tenías porque haberte molestado. Yo tambien tengo un regalo para ti, pero tendras que esperar a la salida -Dijo un poco apenado-
-Claro que si bebé, te veo en la salida entonces -Dije mientras depositaba un beso en sus labios, sin duda estaba enamorada-
Camine hacia mi asiento cuando de pronto veo a una chica de cabello negro, sentada en mi lugar.
-Hola, me llamo Camila valla que esto es incomodo, no me gustaría molestarte, pero estas ocupando mi lugar. -Le dije amablemente a la chica-
-Yo, oh hola, disculpa, yo.. yo no sabia que este asiento era tuyo, yo realmente lo siento. -Dijo bastante apenada-
-No hay problema, eres nueva, cierto?-
-De echo lo soy, me llamo Michelle, mucho gusto -Dice mientras se retira de mi asiento-
-Bueno, Michelle, encantada de conocerte, espero que te guste el colegio.
-Gracias -Dijo sonriendo mientras se alejaba y buscaba un asiento nuevo-El dia paso mas rapido de lo que esperaba, en estos momentos me dirijo a la salida del colegio. De pronto siento cómo alguien cubre mis ojos, claro que sabia a quien pertenecian esas manos, pero decidi jugar un rato con el.
-Uhm, quien sera? -Dije sonriendo-
-El amor de tu vida -dijo el intentando fingir otra voz-
-Oh, lo siento joven, yo ya conozco al amor de mi vida
-¿Ah si? y puedo saber quien es, que justo ahora siento celos de esa persona.
-No deberías sentir celos de ti mismo -Dije riendo
-Soy muy malo en estos juegos
-Mucho
-¿Nos vamos?
-Si, si, si, no puedo esperar a ver la sorpresa que tienes para mi.
Comenzamos a dirijirnos al auto cuando una voz nos detiene.
-Austin!!!!!
-Michelle, que pasa? -Le respondio a mi compañera de clase-
-Hola, Camila -Me dijo sonriendo- -Lamento interrumpirlos, solo queria devolverte esto - le dijo a Austin mientras le entregaba un lápiz-
-Ay Michelle, pudiste entregarmelo mañana -Dijo sonriendo-
-Oh, bueno, lo siento.
-No te preocupes, nos vemos mañana -Dijo Austin despidiendose-
-Hasta luego -Dijo ella sonriendo-
-Hasta mañana, Michelle -Dijimos al unísono, mientras subiamos al auto-
-Esta chica, Michelle, me cae bien -Le dije a mi novio-
-Es agradable -respondio sonriendo-
-¿A donde me llevas, Austin?
-Ya lo veras -Respondió-
Bastaron 15 minutos para llegar. Era un hermoso restaurant, me ayudo a bajar del auto y le pidio al chofer que volviera en dos horas por nosotros.
-Austin, este lugar es hermoso -Dije mirandolo a los ojos-
-Es lo que una princesa merece -Respondió depositando un casto beso en mis labios-
Nos adentramos al lugar y nos dirijimos a una mesa que imagino reservo con algunas noches de anticipación, estuvimos comiendo, y platicando cuando aparece el mesero que nos habia atendido antes
-¿Se le ofrece algo mas, joven?. -Hablo dirijiendose a Austin-
-La cuenta por favor.
-En seguida -y sin mas se retiro de nuestra mesa-
Pagó la cuenta y decidimos que era hora de salir de aquel bello restaurant.
-¿Te gustaria hacer algo mas? -Preguntó-
-Contigo, sería capaz de nadar con vagabundos -comente riendo-
-Jajaja, en ese caso.. -estaba hablando, cuando su celular comenzo a sonar-
-Es mi padre, voy a atender -dijo mirando la pantalla-
-Está bien
-¿Bueno? ¿Si? Oh, claro que recuerdo... me da tanto gusto por ti -comento muy animado mientras yo solo me limitaba a mirarlo, se veía tan lindo hablando, de pronto veo como la sonrisa que tenía en la cara se fue desvaneciendo poco a poco-
-¿Que? no, no, no, es que no me puedes hacer esto.. Noooo, no, me niego... ¿por cuanto tiempo? Yo... Lo hare, ella entendera. ¿Hoy mismo? ¿No hay otra manera? De acuerdo. -Finalizó la llamada-
-¿Todo bien?
-No, Camila, todo mal.
-¿Quieres contarme que pasa?
-No, no quiero, pero tengo que hacerlo
-¿Es algo malo?
-Más de lo que crees Mila -Dijo con tristeza-
-¿Que pasa?
-Es solo que no quiero que pase, no quiero separarme de ti
-¿Que? ¿Separarnos? No estoy entendiendo ¿Porque dices eso?
-Me iré a Los Angeles
-¿Que?
-Eso, mi padre paso muchos años intentando que uno de sus proyectos fuera aceptado, por fin lo consiguio y tenemos que mudarnos.
-Volveran ¿No es así?
-Yo.. No estoy seguro, no sé
-Tienes que volver, no, no puedes simplemente irte -Dije sin poder controlar las lagrimas-
-Camila.. No lo hagas mas difícil para mi, tambien me duele ¿Que se supone que haga sin ti?
-Supongo que cumplir tus sueños, luchar por lo que quieres
-Tú eres lo que quiero Camila, eres todo lo que yo quiero
-Y tú eres lo que quiero, por eso no puedo aceptar el echo de que te vas y ya
-Tienes que prometerme que intentaras ser feliz sin mi
-Me tengo que ir...
-Te llevo -Dijo mirando a la nada mientras limpiaba las lagrimas que se encontraban en sus mejillas-
-Gracias -Dije sollosando-
Llamó al chofer quien no se hizo esperar, en unos cuantos minutos nos encontrabamos frente a mi casa ambos permaneciamos en silencio hasta que decidi hablar.
-Supongo que es el fin?
-Eso creo... Gracias por todo Austin, te amo -dije mientras depocitaba un beso en su mejilla-
-Y yo te amo, espero que seas feliz. -Dijo besando mi frente-
Caminé hacía la puerta de la casa, este día fue por mucho, el peor de mi vida, antes de entrar regresé a ver a Austin, quien se encontraba recargado en su auto, asegurandose de que entrara a casa, pude ver cómo las lágrimas rebalaban por sus mejillas, nos miramos por unos minutos hasta que decidí entrar, aún no puedo creer que todo termino, ya teníamos incluso nombre para nuestros hijos.
Al entrar a casa recorde haberle dicho a mi madre que traería a Austin a comer, entre a casa deseando que mi madre no se encontrara y parece que por primera vez en el día la suerte estaba de mi lado, vi una nota en la mesa que decia "Querida Mila, tuve que salir con urgencia, espero que puedas disculparme, disculpame con Austin y dile que prometo compensarlo, con amor -Mamá"
Deje la nota en el lugar que estaba y decidí subir a mi habitación, por ahora solo quería dormir.
Abri los ojos lentamente, intentando acostumbrarme a la luz del día, tomé mi celular y vi la hora 8:30.
-Es demasiado tarde
Tome una ducha de 10 minutos aproximadamente para terminar de despertar, me dirigí a toda prisa hacía el colegio. Una vez en el colegio me dispuse a entrar al salón de clases, ya me encontraba en mi lugar cuando escucho mi nombre
-Camila
-Michelle, todo bien?
-Oh si, gracias por preguntar, en realidad venía a preguntar por Austin, no lo he visto
-¿Austin? yo no lo sé, tampoco lo he visto, quizá venga mañana
-Bueno, gracias –Dijo con una sonrisa-
¿Es que acaso esta chica solo sabía sonreir?
-No hay de que –Dije intentando sonreir-
-¿Estás bien? –Pregunto interesada-
-Yo… lo estoy gracias por preguntar
-Puedes confiar en mi
-Te lo agradezco
Las clases transcurrieron de lo más aburridas me dispuse a salir del salón cuando de pronto
-Hola de nuevo
-Hola, Michelle
-¿Ya te vas?
-Si
-¿Oh y te vas sola?
-Si Michelle
-Yo, pensé que quizá te gustaría que nos fueramos juntas
-Uhm, me parece una muy buena idea necesito despejar mi mente un rato
¿Nos vamos?
-Claro
Comenzamos a caminar mientras me contaba mas acerca de su vida muy animadamente
-Conozco un parque muy cerca de aquí ¿Vienes?
-Seguro, vamos
Minutos después nos encontrábamos frente a un hermoso parque al que suelo recurrir desde que tengo memoria
-¿Cómo sabes de este parque?
-Solia venir a este parque desde muy pequeña
-No entiendo cómo no nos conocimos antes, yo llevo años recurriendo a este lugar.
Oimos una singular melodía que reconocería con los ojos cerrados
-Helado
-¿Quieres ir por uno? Son los mejores
-Claro que lo son, e
la última en llegar paga –Dije comenzando a correr-
-Eso es trampa, me tomaste desprevenida
-Seguro que si, boba -Comenté riendo-
-Voy a querer dos helados, uno de fresa y el otro de chocolate –Dijo dirijiendose al venderor-
-En seguida
-Aquí tiene, serían dos dolares por favor
-Gracias -Dice con una sonrisa mientras paga-
-Aquí tienes -Sonríe entregándome el helado de fresa-
-Oh, gracias ¿Cómo supiste que iba a pedir?
-Yo… No lo sé, intuición, supongo
-Vamos, que intuición tan mas buena
Y así se paso la tarde entre risas y anecdotas de sus viajes.