1. ~El gran día~

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(Harry).
Es curioso como todo puede cambiar en cuestión de una decisión, unas palabras o quizas un preciso instante.
Pequeñas gotas habían decidido depositarse en la ventanilla del coche empañando la visión con el exterior. Había estado lloviendo durante toda la mañana y hacía ligeramente frío para estar cerca de entrar en verano.
Harry llevaba más de dos horas en coche, sentado junto a su hermana mayor Gemma que se las había pasado escuchando música con sus auriculares, su madre Anne, que ocupaba el asiento del copiloto y su padrastro Robin, el cuál iba conduciendo con rapidez por las calles de Londres.
Harry veía a través de la ventana como las gotas se deslizaban por el cristal hasta llegar a bajo del todo. Podía ver como el cielo se había cubierto de unas nubes que anunciaban tormenta. Veía como de transitada era aquella ciudad, cientos de coches ocupaban las carreteras mojadas y resbaladizas, al igual que miles de personas cruzaban los pasos de peatones con sus paraguas multicolores y sus abrigos contra la humedad del ambiente. El coche paró en uno de los semáforos.
-Harry, ¿estás bien cariño?- preguntó Anne al ver que su hijo había palidecido más de lo normal. La mujer se había girado en su asiento para poder ver a su hijo con mayor claridad.
- Uuhmm...sí mamá, no...no te preocupes, estoy bien.- dijo Harry sin mantener contacto visual con su madre para sonar lo más convencido posible. El chico no sabía mentir, era consciente de eso, por eso cuando no tenía remedio agachaba la mirada o intentaba no hacer ningún tipo de contacto con la otra persona. La verdad era que no estaba bien. Las palmas de sus manos sudaban, su cabeza le dolía y le daba vueltas, su estómago hacía rato que había decidido revolverse y por si fuera poco había dormido menos de tres horas aquella noche. Los nervios no le estaban ayudando. Harry no podía dejar de pensar en el día en que su madre le anunció que había solicitado una prueba para que él, un chico de un pequeño pueblo, audicionara para TheXFactor en Londres, uno de los programas de talentos más televisivos de la década.
(Flashback):
-¡Harry cielo empieza el programa!- exclamó su madre des del salón mientras iba a sentarse en el sofá aguantando una taza de té.
-¡Ya bajo, un segundo!- gritó Harry des de su habitación. Había pasado todo el día acabando su proyecto de ciencias políticas.
Dejó el trabajo impreso sobre su mesa con una pequeña sonrisa entre sus labios. Se había esforzado más que nunca en aquella asignatura.
Su madre volvió a llamarle y le hizo salir de aquel pequeño trance. Dió media vuelta buscando sus zapatillas de conejitos, sí conejitos, había sido una broma de uno de sus amigos por navidad, aunque no le importaba, le parecían adorables y eran bastante reconfortables. Cogió su móvil de la mesita de noche y salió de su cuarto cerrando la puerta suavemente. Bajó las escaleras con cuidado de no caerse por ellas por lo rápido que iba y entró en el salón. Su madre ya lo esperaba junto a Robin en el sofá color crema.
-Vamos va! Siéntate ya.- dijo su madre dando unos golpecitos en la tela del mueble para que tomara asiento a su lado. Había dejado el té en la mesa y ahora su mano cogía la de Robin y la otra la tenía alrededor de los hombros de Harry apretándolo en un abrazo acogedor.
-¿Me he perdido algo?- preguntó Harry por si acaso mientras se acomodaba entre el brazo de su madre.
-En absoluto, está apunto de empezar.- dijo Robin des del otro lado del sofá.
Siempre había sido tradición en los Styles ver una película o algún programa todos juntos los sábados, pero Gemma se había quedado a dormir en casa de su mejor amiga, así que estaban ellos tres solos.
(20 minutos después)
-¡¿Dios mío como ha hecho eso?!- gritó confuso Harry al ver como un hombre se metía una espada en la garganta y la sacaba intacta.
Anne podía ver como su hijo le ponía atención al programa además de interés.
Antes de que acabara salió un chico a cantar. Harry no podía imaginarse cantando frente a tanta gente y con tanta presión en él. Se ponía nervioso cantando frente a su familia cuando hacía pequeños shows con su grupo de música White Eskimo, imagínate cantarle a miles de personas y saliendo en televisión...No, que va.
-Canta muy bien...- dijo Harry sincero sin apartar los ojos de la televisión.
En aquel momento una idea cruzó la mente de Anne, una gran idea pensó ella.
Harry se levantó el día siguiente por los golpes de su madre en la puerta de su habitación.
-¡Harry! ¡Despierta es importante!- dijo la mujer mientras golpeaba la puerta.
Harry se levantó rápidamente y abrió la puerta.
-Mamá son las 8:30 de la mañana y es domingo, que pasa?- preguntó soñoliento mientras bostezaba y acomodaba sus rizos.
- ¡Te he conseguido para mañana una audición para TheXFactor!- anunció ella emocionada con una gran sonrisa.
Eso pilló a Harry por sorpresa. ¿Una audición?
-¿Mamá estás de coña?- preguntó él aún en shock por la noticia.
-No, he llamado esta mañana temprano para ver cuando eran las audiciones y resulta que empiezan mañana!- dijo todavía más emocionada.
-Así que ya puedes estar ensayando una canción porqué mañana tienes una prueba.- la mujer acarició la mejilla de su hijo y bajó de nuevo las escaleras dejándolo en el umbral de su puerta sin poder asimilar lo que acababa de suceder.
Mañana. Prueba. Cantar.
Esas palabras retumbaban en el cerebro de Harry.
(Fin del Flashback).

(...)

Ya está

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Ya está. Habían llegado. Frente a ellos, un gran edificio de grandes ventanales se extendía sobre sus cabezas. Harry sintió cómo sus latidos se hicieron más fuertes, retumbando en sus oídos. Todos los pensamientos negativos que tenía se hicieron todavía más presentes, ¿Y si no salía bien?, ¿Y si decepcionaba a su madre?, ¿Y si no me aceptaban?, ¿Y si hacía tanto el ridiculo que acababa volviéndose viral ante todo su país? Definitivamente estaba paranoico.
Anne sabía que por mucho que hubiera preguntado a su hijo antes y este le hubiera dicho que todo estaba bien, el chico necesitaba apoyo. Prácticamente podía oír como su respiración se había agitado de un momento a otro después de ver el edificio.
-Cariño antes de entrar quiero que sepas una cosa. Lo que vas a hacer hoy no lo haces ni por mí, ni por Robin, ni por tu hermana, ni por ningún miembro de tu banda. Lo haces por ti. Te he escuchado cantar Harry, y tienes la misma posibilidad que alguien que ya ha entrado en el programa. Eres bueno cielo, y tienes que creértelo. Además de que...- Anne se apartó ligeramente del abrazo que le había estado dando a Harry en aquel momento y desabrochó su chaqueta dejando a la vista una camiseta de manga corta blanca con unas letras negras que decían:
"Nosotros pensamos que Harry puede ganar TheXFactor".
-¿Es demasiado?- preguntó Anne mientras alisaba su camiseta intentando que no se vieran las arrugas de esta.
Harry se quedó algo confuso ante aquello. ¿De verdad su madre iba a llevar eso en televisión? Su madre solía arreglarse hasta para ir al súper de la esquina...
Frunció el ceño alzando una de sus cejas dando a entender que no sabía qué pensar.
Anne vio su reacción y automáticamente su sonrisa y su cara de ilusión cayeron en una cara de póquer muy graciosa entrecerrando los dientes y dejándolos a la vista.
-Oh por dios, ¡Sí que es demasiado!- dijo ella mientras volvía a ponerse la chaqueta de cuero negra y se la abrochaba hasta el cuello para no coger frío.
-No, no... Es solo que...No lo sé mamá. Sigo pensando que voy a meter la pata y voy a quedar en ridiculo frente a millones de personas. Ni siquiera sé cómo sentirme ahora mismo, estoy acojonado de verdad y yo solo quiero que salga bien, no quiero decepcionarte mamá...Has hecho camisetas para mí y para apoyarme, ¿Y si no sale bien? Te habrás gastado el dinero en vete a saber cuantas camisetas para nada. No quiero cagarla...- Harry la miraba directamente a los ojos mientras se sinceraba completamente frente a las puertas del centro. Sintió un gran alivio al contárselo.
-Harry quiero que me escuches bien.-dijo mirando directamente también a los grandes y verdes ojos de su hijo.- Nada, absolutamente nada en este mundo va a hacer que yo me sienta decepcionada sobre ti. Jamás. Hagas lo que hagas y decidas lo que decidas. Yo solo voy a querer siempre que seas feliz y que persigas tus sueños. Y déjame decirte cariño que, puedo saber con exactitud cuando alguien disfruta con una gran pasión lo que hace. Tú, Harry, amas cantar y apuesto lo que sea a que perseguirías este sueño si no fuese por que es un mundo muy complicado. Pero te he visto y tienes mucho que ganar con esto. Tienes una voz preciosa y no lo digo porque sea tú madre, si no nunca hubiera solicitado una audición...Lo que quiero decir es que, hoy vas ha hacer algo que te gusta, sin pensar en si entras o no. Vas a compartir con el mundo tu pasión por la música, todo lo demás tiene que importate más bien poco.- Anne sabía que su hijo tenía miedo, y también sabía que no quería decirlo porque quería ser valiente, pero ella con tan solo mirarlo durante unos segundos pude ver dentro de él como estaba a punto de darle un paro cardíaco.
Harry asintió ante las palabras de su madre y cerró los ojos mientras soltaba un gran suspiro, intentando dejar ir los nervios. Anne rodeó otra vez a su hijo entre sus brazo abrazándolo más fuerte para aportarle más seguridad.
-Ahora quiero que tú, Harry Edward Styles, lleves tus cuerdas vocales y tus rizos ahí adentro y dejes a todos boquiabiertos con tu voz, sin que te importe lo que piensen de ti, ¿me lo prometes?- preguntó Anne con sus ojos entrecerrados.
-Está bien.- aceptó Harry con su sonrisa y sus pequeños oyuelos.
-Te quiero mamá.- dijo Harry des del corazón.
-Yo más cariño.- finalizó Anne agarrándole de los hombros y dirigiéndose a las escaleras que daban a las grandes puertas.

Harry quería con locura a su madre, no lo iba a negar jamás.

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