21. Marcas

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Dazai y Chuuya se encontraron con Mori y Fukuzawa en la puerta, ninguno había estado, Dazai sonrió comprendió lo que podía pasar al entrar. Aun así entraron como si nada. – Todo está acomodado – menciono Mori mirando el lugar

― No huele mal – menciono Dazai sonrojando a Chuuya

― Deben estar en el cuarto – menciono Mori acercándose

― Déjenlos – dijeron Fukuzawa y Chuuya

― Pe-pero

― Nada de peros Dazai

― Lo mismo para ti Ougai

― ¡Peeeeero! – gritaron ligeramente.

Con ellos, el menor de los mafiosos salió de la habitación, el ruido era bastante y para un chico para el que estaba todo el tiempo atento, fue sospechoso – ah, llegaron todos – menciono Akutagawa

― ¡Akutagawa! – gritaron Dazai y Mori - ¡¿lo hicieron?!

― ¿e-eh?

― Te hubieras quedado adentro compañero – menciono Chuuya

― Lo hicieron verdad, déjame verlo – decía Dazai entrando al cuarto

― ¡Da-Dazai-san espere! – pidió Akutagawa pero era tarde

Atsushi dormia en la cama, por suerte estaba tapado con la sabana y su ropa en el suelo – picaron – sonrio Dazai

― Vamos Dazai – dijo Chuuya jalando al castaño

― Es-espera Chuuya, quiero despertar a Atsushi-kun y preguntarle cosas

Los mayores llevaron al más pequeño a la sala, Chuuya se llevó a Dazai. – entonces... ¿usaron condón?

― No - Ougai tallo su cara mirando a otro lado

― ¿Qué paso?

― Bueno, parecía que paria como mujer

― Bueno, era la primera vez

― ¿Cómo está?

― Se quedó dormido.

― Oh bueno.

Dazai intentaba entrar pero era jalado una vez más por Chuuya. – bien ahora que Chuuya sostiene a Dazai...

― Como no usaste condón, debes limpiarlo

― ¿limpiarlo?

― ¿Dónde crees que quedo todo el semen? – Akutagawa se sonrojo

― Esperaré a que despierte

― Si, si es su primera vez debe seguir sensible, podrías despertarlo

― Está bien

― Bien, ahora, iremos a dormir.

― Mantendremos a Dazai lejos

― Gracias

Como fue, después de la pequeña entrevista, Akutagawa volvió a la cama con el albino, Atsushi seguía durmiendo cómodamente, sonrió al verlo tan tranquilo, tallo su espalda y volvió a dormir.

Al día siguiente, Atsushi se movió entre sabanas, el sol le daba en la cara, se estiro y fue cuando sintió el primer dolor – ¡ugh! – se quejó tomando su cadera, aquello despertó a Akutagawa

― ¿Qué?

― M-me duele la cadera – menciono el albino y se acomodó en la cama – aaah, sí que duele

Trilogía || BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora