El Collar Encantado 💎

Capítulo 2: Perdida

Cuando la luz bajó me encontraba en otro lugar, estaba un poco mareada, me puse nerviosa. El lugar estaba lleno de plantas moradas y amarillas, nada familiar.

Estaba perdida, el collar me teletransportó a otro lugar y no sé dónde estoy. Lo primero que pensé fue intentar volver a mi casa utilizando nuevamente el collar, entonces lo apreté, lo moví, intenté de todo, pero nada.

A lo lejos se veía una edificación circular de color amarillo, así que no me quedó más remedio que ir allí, no sabía con lo que me iba a encontrar, lo único que quería era volver a casa.

Una vez que llegué, entré al edificio, no había seguridad en la entrada, caminé por los pasillos, hasta que escuché que había gente hablando.

Seguí las voces hasta que me topé con un chico, su cabello era castaño claro y sus ojos verdes, era alto, lo primero que hice fue saludarlo y preguntarle dónde estábamos –hola, una pregunta, dónde estamos?–

No respondió

–eh... Hablas español?–le dije.

Vió mi collar, lo tomó y dijo –no puede ser...–

–¿Qué está pasando?–

Me agarró del brazo y le dije –hey, hey, hey, qué te pasa? Qué está pasando?– él dijo– te llevaré ante él maestro– confundida dije– qué??? Me llevarás con quién? Suéltame–él no dijo palabra, me resistí pero fue en vano.

Llegamos a un gran salón, estaba llena de personas sentadas en grandes sillones amarillos formando una circunferencia. Todos me miraron, miraron mi collar, comenzaron a susurrar entre ellos.
Dije– hola, que está pasando? Dónde estamos?–por quintecima vez.

–Bienvenida a la dimensión de la magia, has sido elegida por el collar, el collar nunca se equivoca– dijo un señor con barba blanca.

No lo podía creer, magia?, acaso esto es un cuento de hadas?

–¿Qué?–dije.

–Bienvenida– dijo el chico.

–Exijo que alguien me explique esto–

–Somos los Consejeros Universales de la Magia (C.U.M) somos los encargados de proteger la Tierra y de mantener en armonía al Universo. Somos magos y hechiceros. Cada año enviamos cincuenta collares a la Tierra para reclutar jóvenes, de los cuales solo quedarán diez.–dijo el mago barbudo.

–¿No estamos en la Tierra? Tengo que volver a casa–

–No, no puedes volver hasta completar tu entrenamiento, en nuestra dimensión estamos fuera del tiempo, así que cuando vuelvas, si es que vuelves–¿si es que vuelvo?–volverás al mismo momento en el que te fuiste.

–yo no he elegido esto–de hecho nunca elijo nada.

–El collar te eligió, significa que eres capaz de hacer magia, este es tu destino– vaya destino.

–y qué pasa con la escuela?–lo único que me importaba, en realidad no me importaba.

–tendrás que dejarla para comenzar a estudiar magia–genial.

–okay, acepto–con tal de no ir a las escuela haría cualquier cosa, me iba bien, pero no me gustaba.

–ahora sólo necesitamos una cosa de ti–¿qué será?