Jeongyeon y Jimin se separan debido a un trágico incidente, pero las circunstancias y los eventos menos esperados los juntan de nuevo y ésta vez conviven más cerca uno del otro de lo que jamás han estado.
Ésto representa todo un desafío para el chi...
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La cara de Jimin es un poema, me mira con malicia y por un momento pierdo todo el valor que había conseguido.
- Puede tomar aciento la cena ya está servida - le indico antes de que pueda pensar en otras cosas.
Él se quita su chaqueta y se sienta obedientemente. Yo por mi parte me acerco y la entrego una servilleta. Sus ojos viajan por todo mi cuerpo y yo que solo llevo puesto un delantal, me siento ligeramente cohibida.
- Puede que el menú sea un poco simple pero lleva el ingrediente más difícil de conseguir - digo mirándolo, él me mira también - mucho amor.
Me sonríe por primera vez desde que llegó y eso me tranquiliza en un mil por ciento.
Empezamos a cenar y la conversación se vuelve como si leyeramos algun guión de una cena muy formal.
Es todo menos nosotros, es como si adoptaramos un personaje.
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- Me gustaría interrumpir tan amena charla para hacerle entrega de un detalle - digo un rato después.
- Por supuesto, proceda por favor - responde el bajando sus cubiertos.
Tomo una pequeña caja y me acerco a él, que me mira expectante.
- En esta caja se encuentra el único regalo tangible que recibirá en la noche de hoy - abro la caja y saco una pequeña pulsera de plata - esta pulsera lleva grabado en ella la frase escrita en inglés "OUR SECRECT" que representa el secreto entre dos amantes que a pesar del tiempo se aman y se apoyan sin condiciones.
Pido su mano y el me la da, y yo coloco la pulsera en su muñeca.
- Quien habla también porta una similar, esperando que ambas sigan firmes en su posición por muchos, muchos años - continuo.
- Quisiera agradecer esta reliquia que se me ha sido ofrecida - dice Jimin, luce realmente conmovido - ¿podría yo, un humilde hombre, posar mis labios en tal hermosa mujer?
- ¡Oh no señor! - me apresuro a contestar, tomo su mano nuevamente y la dirijo a mi pecho. La palma de su mano da exactamente con mi pezón y yo solamente ahogo un gemido - No se sería apropiado, por ahora lo recomendable es seguir con la cena.
