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Es un juego que te gusta jugar; poniendo a Roger celoso, empujándolo a su punto de ruptura. Te encanta la forma irritada en que gruñe en tu oído una vez que realmente lo tienes, las deliciosas formas en que te castigará en el viaje en automóvil a casa.
Es por eso que estás parada frente a un completo desconocido, inclinándote cerca, susurrándole cosas absolutamente terribles al oído mientras Roger observa desde el otro lado de la barra. Con una rápida mirada, sabes que ya lo has vuelto loco.
Cuando te inclinas para presionar un beso en el cuello del extraño, te encuentras con la mirada de Roger, y su molestia está claramente presente. Él pone los ojos en blanco, pero sabes que le gusta mirarte. Le gusta porque no importa con quién te diviertas toda la noche, él es con quien te vas a casa.
"¿Cómo te llamas?" Le preguntas al hombre frente a ti, tu mano se posa en lo alto de su muslo. Lo miras a través de tus pestañas y le ofreces una sonrisa sacarina.
Él tartamudea y le das un apretón a su muslo. "Uh, soy Nathan". Traga saliva y desliza su mano por tu costado, sus dedos apenas rozan los bordes de tus senos.
Canturreas, sabiendo que si te pone las manos encima, eso hará que Roger esté más nervioso. "¿Te gustaría ir a bailar conmigo?" Él está fuera del taburete rápidamente, y tú te diriges a la pista de baile, deteniéndote cerca de Roger para que pueda ver todo.
Se está reproduciendo una música disco de mierda, y te quejarías en cualquier otro momento, pero ofrece el ritmo justo para bailar. Tu espalda está contra el pecho de Nathan, lo que te permite mirar directamente a Rog mientras mueves tus caderas contra los extraños, girando al ritmo de la música.
Te inclinas hacia atrás, inclinando el cuello para que pueda llevar sus labios a la piel sensible. "Tócame", respiras, tus ojos nunca abandonan los de Roger. Nathan obedece con entusiasmo, sus manos encuentran el agarre en tus tetas, lo que te hace reír encantada.
Sin embargo, Roger parece no verse afectado mientras que todo esto se desarrolla... hasta que las manos de Nathan se deslizan por la longitud de tu vestido para alcanzar debajo del dobladillo. Sonríes malvadamente cuando Roger se acerca, te agarra de la muñeca y te aleja de la pista de baile. Apenas tienes tiempo de darle un pequeño saludo a tu juguete de esta noche, antes de que te tiren a una cabina aislada cerca de los baños.
"Estaba empezando a divertirme con Nathan", bromeas mientras te ajustas el vestido. "¿Por qué eres tan aguafiestas?"
Él no dice nada, en su lugar, te jala hacia su regazo para que estés a horcajadas sobre él, luego se inclina para dejar pequeños besos en tu garganta. "No me gusta compartir", dice finalmente. Y ahí está, el gruñido celoso que envía una ola de calor directamente a tu núcleo. Aprietas las caderas contra él y te mira. "¿Crees que voy a ser tan fácil contigo después de tu pequeña actuación con ese extraño?"
"Lo siento, bebé", ronroneas, moviendo sus manos hacia tus caderas. "Te ves tan lindo que no puedo evitarlo". Él pone los ojos en blanco, pero su agarre sobre ti se tensa. Él te necesita, solo tienes que hacer que actúe en consecuencia. Intentas rodar tus caderas contra las suyas, pero sus manos te mantienen en tu lugar, desafiándote. "Tócame, Roger, por favor".
