"Por fin todo ha acabado..." esa era mis palabras al ver la lápida de mi difunto padre delante mis ojos azules como el cielo, mientras con mis dedos suavemente colocaba algunos mechones, azules oscuros como la profundidades del mar, que caían por mi rostro colocandolo detrás de mi oreja derecha. Miraba sin ninguna compasión ninguna a la tumba aquel hombre que convirtió casi toda mi vida en una horrible pesadilla, llena de maltrato e insultos, pero tampoco a mi sino a mi difunta madre y a mi hermanas pequeña, Daria. Como odiaba a ese ser, aún no sabía los motivos de porqué hacia todo aquello.
Un fuerte rugido sonó por todo el Campo de Tumbas, me di la vuelta lentamente hasta ver aquél dragón de gran tamaño.
-Yinsei..., ¿ya te quieres ir?.- le pregunté a la criatura con una media sonrisa, este movió la cabeza de arriba a abajo como su dijera que sí. Me acerqué a él llevando una de mis manos a los morros de él, acariciandolo un poco.- Sí que te agobia estos lugares...- mis ojos sé dirigieron a la lápida, como último vistazo.- Y a mi también, vámonos.
El dragón oscuro, llamado Yinsei, era un dragón de gran tamaño, sus escamas reflejadas al sol sé veían rojizas, de alas grandes, garras afiladas y ojos como rubíes. Sé había agachado un poco su cuerpo para que yo me subiera en la montura. En ese momento,recordaba cuando era aún joven y aprendía en una escuela de Jinetes de Dragones a como subirme y controlarlo, ha pasado años cuando era feliz pensando que eso duraría una eternidad pero todo lo bueno tiene e su fin. Al subirme, sus alas empezaron a moverse levantando hojas secas y polvo, echando un último rugido antes de marchanos de allí, en aquél lugar llamado "El Valle de los Muertos".
Después de un lago viaje para volver aquél pequeño pueblo que estaba entre las montañas, era tranquilo y precioso. Tenía campos de cultivo y un pequeño río que pasaba en medio, sólo había un puente para pasar de un lado a otro del pueblo. En ese pueblo me había criado con dragones, ya que era el único que dejaba tenerlos, cerca después de pasar por un extenso bosque sé encontraba la famosa escuela de magia y jinetes,ya que era el único de mundo mágico que enseñaban a comprender, cuidar y manejar a estas criaturas fantásticas. Yinsei aterrizó delante del establo de mi casa, donde allí también vivía el dragón de mi hermana Daria.
-¡Yasei! Anda deja de jugar con las gallinas..- me reí leve como el pequeño dragón de mi hermana, jugaba con las gallinas.- "Aún es un pequeño dragón, pero es bastante grande, sólo es un poco más pequeño que Yinsei".- miraba con nostalgia aquellos dragones, como si tuvieran una charla entre hermanos, recordándome a mi hermana y a mí.
Mientras ellos estaban así, entre a mí pequeña casa, una rural, ya que el pueblo era rural, nada más entrar un olor de comida casera me invadió.
-Mmm... One-chan.., ¿Qué estás cocinando?.- me acerqué a la cocina, encontrandome aquella chica, un poco más alta que yo, de cabellos dorados y de piel blanca como la nieve.
-Haha, justo a tiempo Agora. Ya sabes tú comida preferida, estofado.- al nombrar mi plato preferido, dejé inmediatamente la mochila de cuero negro que llevaba en el hombro todo el tiempo en la mesa y me senté en la silla.
-¡Carne!, dame, dame.- sonreia un poco sonrojda, ya que era amante de la carne y además me encantaba como cocinaba Daria, ya que cocinaba igual que nuestra madre. Ella puso un plato lleno de estofado y empecé a comer, mientras tanto ella se sentó en una silla en frente mía, miré de reojo a su rostro, dándome cuenta que estaba seria.
- Daria, ¿pasa algo?.- ladee el rostro, limpiandome la boca con una servilleta. La pelirubia sacó una carta que en ella había un sello muy reconocido para mí.
-De la escuela de Jinetes...,¿qué pasa...?.-el sobre aún no sé ha abierto, asi que tuve que abrirlo, en el interior había una carta y un mapa, ¿un mapa? ¿para qué?
Mientras leía abría más mis ojos, esto no podía ser cierto. Me levanté de golpe;, asustando un poco a mi hermana.-
-Daria...- la miré seriamente.- Tengo que irme ya.
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En la foto es Daria.
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En buscas de las respuestas
FantasyAgora, una chica joven destacable por su cabello azul mar, sale de su casa después de la muerte de su padre, dejando un pasado oscuro que ni ella quiere recordar. Pero para su viaje tendrá que hacerlo para encontrar las respuestas de sus muchas preg...