Capítulo 3: ¿Por qué a mí?

71 5 5
                                    

Después de las tonterías, aún seguíamos en el despacho de Mariam. El pelirubio estaba en su sitio, sentado en su silla mientras buscaba en sus cajones del escritorio una llave. Me preguntaba que serviría pero no quería que quitasen todo este misterio que había en el ambiente.

-Espero que no mates a Marcos durante el viaje Agora..- Nazelein estaba en el sitio de antes con los brazos cruzados, con una sonrisa divertida por lo que acaba de decir.

-Claro si consigue llegarme a la nariz hahaha..- dijo el pelinegro que estaba apoyando en la puerta del despacho.

Al oír eso, miré hacia atrás mirandolo fríamente. Sólo quería que la puerta donde estaba apoyado Marcos le aplastase, pero no sucedió nada. Sólo me preguntaba una y otra vez, ¿Por qué a mí?

-Mariam, por favor, ¿no hay otra persona en la escuela que pueda acompañarme?.- suplicaba con desesperación, pero él pelirubio negó con la cabeza.

-Ah.., ¿acaso prefieres otra persona que a mí, enana parlanchina? .- dijo Marcos mientras se acercaba hacia nosotros, poniéndose finalmente detrás mía.- Claro, nadie va estar con una enana maleducada..- sonrío picaresco al decir esto.

-¡Cállate largatija! Prefiero al tonto de tú hermano.- miré de rojo a Nazaeli como se ofendía al decir eso.

-Oe tampoco te pases Agora..-el pelirrojo cerró sus ojos hinchando un poco sus mejillas.- entre él y yo no tenemos nada en común.

-Por una vez te llevó la razón.- afirmó el pelinegro, poniendo sus manos en sus caderas.- Soy más listo y maduro qué tú..- le miró con sus ojos amarillos hacia los de su hermano.

-Y aquí empieza la pelea, Agora acompañame un momento tengo qué entregarte una cosa.- dijo Mariam levantándose de su silla, tal como dijo fui detrás de él. Fuimos más atrás, donde estaba más libros llenos de polvo en las estanterías.

-Dime, ¿qué me ibas a darme  Mariam?.- observaba como el director sacaba una caja rectangular llena de polvo en una estantería qué no tenía libros.

- Te voy a entregar una cosa muy valiosa qué me dio tú madre para ti.- al decir eso mis ojos sé abrieron un poco más, estaba sorprendida y confusa al saber eso. ¿Qué cosa valiosa? Y.. ¿Por qué lo tiene Mariam? Tenía mucha preguntas en mi mente, pero aún así quería saber qué era ya qué era una curiosa.

Mariam cuidadosamente metió la llave, qué hacia encontrado hace rato, en la cerradura de la caja. Abriendolo despacio y con delicadeza saco de ella una katana. Era la katana más preciosa que había visto.

-I..Impresionante...-estaba asombrada por está katana, era negra y de hoja larga, en la funda tenía detalles de dorados de un dragón y la funda también tenía detalles en oro. Está tan metida observandolo qué no me daba cuenta qué Mariam me estaba llamando.

-Agora....Agora.. Dios sal del mundo unicornio rosa..- sonrío un poco entregandome a mis delicadas manos la katana.- tú madre antes de qué nacieras me pidió qué cuidase estás katanas. Una blanca y otra negra. La blanca representando  la vida, y la negra  la muerte. Me dijo qué si un día ocurriese algo grave qué te la diera, tú sabrias lo correcto en usarla Agora.-Volvió a cerrar la caja y me miró seriamente.-  Ahora tengo qué contarte una cosa sobre está katana oscura.

Después de aquello, estaba en el patio, no había nadie ecepto mi dragón Yinsei y Mariam junto con Nazelein. El pelirubio se acercó hacia a mi y le me abrazó suavemente, mostrando que me tenía mucho cariño.

-Ten mucho cuidado... Sí te ocurre algo grave sólo haz que tú dragón ruge con fuerza.- aquellas palabras se notaba que tenía algo de tristeza, me daba pena irme pero era lo que tenía que hacer.

En buscas de las respuestasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora