Su confundible acción

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Me costaba levantarme de aquel césped, así que me quede hasta que mis lágrimas cesaron. Mi celular empezó a vibrar dentro del bolsillo trasero de mi pantalón y luego lo saco. Al sacarlo observo la pantalla y no lo podía creer era una llamada de Ethan y rápido contesto.

Hola- Digo.

Hey! Pequeña- Dice.

¿A qué se debe tu llamada?- Digo tratando de sonar normal.

¿Has estado llorando?-Dice con un tono de voz extrañado.

No, sin embargo no has contestado mi pregunta- Digo tratando que no se dé cuenta.

No necesito contestarte porque en estos momentos voy hacia tu casa- Dice, para luego colgar.

Ethan ni siquiera me dio tiempo de responder. Todo me daba vueltas y me preguntaba una y dos veces “Como sabe en dónde es que vivo”. Paso aproximadamente 20 minutos cuando Ethan se encontraba a centímetros de mí. Sentí como sus grandes manos acariciaban mi rostro, luego fueron bajando hacia mi cintura y un abrazo cálido sucedió. Su aliento recorrió la parte derecha de mi cuello y un susurro llega mis oídos.

No derrames lágrimas por quien no las merece, ya es pasado- Dice Ethan aún abrazado junto a mí.

¿Cómo sabes por el motivo por el cual estoy llorando?- Digo algo sorprendida.

Tal vez yo sepa más de ti Alexandra que de lo que te imaginas- Dice aún en la misma posición.

¿Pero cómo? Si ni me conoces- Digo.

Te conozco más de lo que crees y se mucho sobre ti- Dice.

¿Y cómo sabes en donde vivo? ¿Por qué has venido hacia acá?- Digo.

Alexandra creo que son demasiadas preguntas para contestar a su debido tiempo te enteraras- Dice depositando un beso en mi mejilla, para luego huir cómo un colibrí.

Ethan! Ethan! Ethan!... grite pero simplemente se fue.

“A solas se sintió mi corazón dejando confusión, gritos desesperados dejo eco en el viento, un cálido abrazo dejo ir una  tristeza eterna y largos pasos dejo atrás cientos de palabras”. 

La Inundación De Mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora