Dicen que el hilo rojo conecta a dos personas destinadas a encontrarse...
Dicen que sin importar tiempo, lugar o circunstancia el hilo se puede estirar, enredar o contraer pero jamás romper, esperando así unir en algún momento sus vidas...
El destino nos habia unido sin siquiera saberlo, juntó nuestras mitades perdidas en el mundo. Nuestro amor nació despues de tanto tiempo cerca y a la vez tan lejos; tu te animaste a ello y yo sin titubear mi corazon te abrí.
Tres años compartimos fortaleciendo aquel afecto que a pesar de los tiempos tormentosos el mismo se dedico a nunca dejar que nos separase...
Incluso al borde de mi locura mi corazón dolía al solo pensar romper el vínculo que nuestro amor creó... Aún así mi delirio incrementó terminando por completo con nuestra unión, la furia se apoderó de nuestros corazones y el mal domino a cada uno alejandonos para siempre...
Nuestro vinculo pareció romperse pues jamás sentí su presencia, jamás creí de verdad que fuesemos aquello que el destino estaba destinado a juntar, jamás crei de verdad que existiría tal lazo entre nosotros... hasta aquel día en que nuestros caminos volvieron a cruzarse debilitando mis sentidos y cordura al saber de que el afecto nunca se fue y con ello nuestro hilo, pues debilmente brillaba ante mis ojos...
Lo que tanto sospechaba se hizo verdad.
Ahora nuestros caminos separados estan, intentando crear nueva felicidad con otros amores. Aún sólo el hilo a mi permite ver cómo se estira y enreda lejos en tu futuro con tu nueva amada, doliendo y desquebrajando mi pecho como una vez quizás con mi locura cause en el tuyo. Mientras solo me queda callar y ver como el otro extremo de mi hilo se va perdiendo a la distancia...
viendo mi lazo lejos y feliz sin mi...
Quizás sea castigo del mismo por intentar zafar nuestro destino, dandome la lección de por vida el cual tanto daño ha de provocar...
Quizás la leyenda a pesar de todo no sea tan hermosa como creemos.
Estabamos destinados a estar juntos...
