No sé como llegué al punto de creer que me querías.
Si, yo soy el culpable de ello,
creando tontas fantasías de nosotros,
jamás pensé que solo era una amistad más.
¿Qué haré ahora con este sentimiento?
Me es imposible no pensar en ti ahora.
El soñar que por fin estamos juntos.
¿Por que fui tan tonto?
No, no te culpo en absoluto por ello,
solo eras amable, me regalabas tu confianza.
¿Es tan difícil entender que no es mutuo?
Llegué a pensar en decirte lo que sentía por fin,
sentir que ambos seríamos felices, que ingenuo fui.
Lo lamento, pero no puedo evitarlo,
no puedo evitar arder en celos cuando te veo con alguien más,
saber que no soy yo la causa de tus sonrojos, tus risas, tu buen humor.
Y odio ésta sensación, el saber que nunca te tendré de la manera en que más anhelo.
Lo siento.
