El Amor de Sofía

Parte 10 El pueblo

Estaba en mi casa, en mi cama me gire y eche de menos a Kojaku pero sabía que el no podía salir del palacio, pero aún así alguna vez lo hacía para verme.
Me levante de la cama y escuche el timbre vaje ala planta de abajo abrí la puerta y vi un consejero real que me dijo que esta noche fuera al palacio que el príncipe Kojaku quería verme, y se fue.
Mire el reloj y me di cuenta de la hora que era eran las 9:30, tenía que estar en la escala soy la directora y dava clas de matemáticas de refuerzo.
Subí a mi habitación me pure unos vaqueros negros y una blusa blanca de botones me puse las zapatillas de Adidas y subí al coche de camino me hice una trenza a un lado para disipular que no me había peinado y entre en el colegio.

-Buenos días directora--dijo la conserje.
-Buenos días y siento haber llegado tarde Tina-
-No pasa nada-
-Voy a entrar en direccion-
-Vale adios-
-Adiós Tina-

Entre en dirección vía mi amiga Rubí la subdirectora.
-¿Que te a pasado, por que llegas tan tarde? - me dijo con una cara y un tono enfadada.
-A sido por culpa de Kojaku, me desperté y me vino un consejero real a casa diciendo que Kojaku me quería ver por la noche-
-Haber lo dicho antes, y habrías tenido suerte y no te habría reñido. -
-Da igual ahora a trabajar Rubi-
-Claro que si directora - mostrás lo decía se reía.

Pasaron las horas era hora del recreo, todo los niños estaban fuera jugando y chillando.

-¿Rubí as sabido algo de Marcos estos dias? -
-La verdad es que no y yo pensaba que tu lo sabías por que como siempre estaba contigo-
-No, es muy raro ya casi ni hablamos. Además e tenido una semana muy complicada-
-Lo sé no has venido a trabajar y me e comido yo todo el trabajo -
-Lo siento, es que un hombre me atacó en el palacio-
-¡QUE,! y me lo dices ahora-
-Lo siento. -
-Cuenta me todo-
Después de estar una hora contándole todo ella se quedó en blanco y dijo una frase que no entendí.

-¿Olle Rubí puedes repetir lo que has dicho no te e entendido? -
-E dicho que como se entere el pueblo-
-¿Que tiene que ver el pueblo con esto?
-¿No lo sabes amiga?-
-¿Que tengo que saber que no se? -
-Que el pueblo entero sabe que estas saliendo con el principe-
-¡QUE! - chille como una isterica.
-Tranquilizate no es nada malo-
-Ya pero ahora me miraran mal-
-No, tu tranquilizate-
-Mejor volvamos al trabajo-

Trabajamos sin paras durante 3 horas la alarma sonó, los alumnos bajaron corriendo con ganas de ir se a casa y yo me despedí de Rubí, las profesoras y de Tina la conserje ha que era ella la que se encargaba de cerrar el colegio.
Me subí en mi coche y me acorde de la lista de la compra lo cual me llevó al supermercado coji todo lo que ne cesitaba y me puse a la cola, las mujeres mallores me miraban y yo ko entendí nada.

-Una pregunta chica- metoco el hombro una ancianita y me gire.
-Si, claro lo que quiera-
-¿En el palacio no hay comida de sobra? -
-Perdone no le entiendo-
-¿No vives en el palacio con el príncipe Kojaku?-
-Lo siento, no le puedo responder esa pregunta es privada pero gracias por todo. -
Todo el mundo hablaba de mi me decían cosas malas Có por ejemplo "mal educada deja al príncipe solo, que sinvergüenza, el príncipe se merece algo mejor, no me agrada como para que sea la reina" page me dirigí a mi coche y mientras conducía no paraba de pensar en las palablas y empecé a llorar.
-No llores Sofía tu quieres a Kojaku el ati -
Me decía yo misma para calmarme pero no funciono, llegue a casa deje la compra en la cocina, luego fui a ducharme y después dormí.
Sonó mi alarma para ver a Kojaku, me levante me vestí, peine y me diriji a la puerta para ir en mi coche cuando derrepente al habrir la puerta me encuentro a un hombre con el uniforme real que me da una carte que ponía.
             De Kojaku para Sofía
Lamento mucho decirte que hoy no podemos quedar tengo trabajo real, lo siento de todo corazón que damos otro día deveras.

Me sentí fatal me quite la ropa y me metí en la cama, como no podía dormír pensé en mis pensamientos.
Lo primero que se me vino a la mente fue lo que pasó en el supermercado, luego la carta ¿y si deveras no me quería? ¿Y si para el solo era una plebella huérfana? ¿Y si era pena?
- Sofía no estás echa para ser princesa y mucho menor reina- me dijo una voz interior y yo la creí, cuando vería a kojaku se lo diría.