A N G E L 《Choi Youngjae - 2 temporada 》

C U A T R O.

- ¡Listo! Terminamos - sonrió Wang.

- Te equivocas chino, faltan traer los escenarios de la bodega - alcé las cejas.

- ¿¡QUÉ?! - gritó.

- Si lo hacemos, te cuento algo y te compro unos fideos ¿te parece? - le di mi mano para hacer el trato.

- ¿No vas a agregar algo más? - frunció el seño.

- Y una coca cola - mencioné mientras todavía le daba mi mano.

- ¿Alguna otra cosa? - sonrió dándome un codazo.

- No, tómalo o déjalo - crucé los brazos.

- Ahg, aguado por eso no tienes novia - atrapando mi mano, que estaba tapando mi boca ya que estaba bostezando.

- Bien - suspiré - Trato - me rasqué la cabeza.

- Ahora andando chicuelo - dijo mientras avanzaba caminando como cholo.

- Oye wang, ¿Te cuento un chiste? - comenté.

- A ver, dale - dijo con emoción.

- ¿Cómo se dice en Japonés Papel? - comenté.

- Um, ¿Arigato? - respondió.

- Si serás, eso es gracias, burro y se supone que eres bilingüe - rodé los ojos.

- Aish, cállate y dime la respuesta.

- Kita Kakita - mencioné y tiempo después no tarde en estallar en carcajadas.

- ¿Es enserio? Choi, he escuchado mejores chistes que ese - argumentó Wang.

- Admítelo te dió risa - lo señalé.

- Si, pero escucha este está mejor - suspiró - ¿Qué chile es el más grande del mundo?

- ¿Chile? Pues, no sé puede ser el Serrano, jalapeño - dije pensando, que en tiempo después me rendí.

- El de Hulk - y no pude evitar reírme.

Aunque me callaron inmediatamente.

- Joven Choi, estamos trabajando no riéndonos - comentó la maestra de Teatro.

- Lo siento - hice una reverencia.

- Eres un tonto Wang.

- Así me amas de tonto e idiota.

Todos se quedaron en silencio, hasta que se escuchó una risa femenina, volteé en busca de aquella persona y se encontraba a diez pasos de mí.
Y no tardé en examinarla, cabello corto, bonita figura, no pude deducir su color de cabello ya que llevaba un gorro verde puesto y cubría su melena, justo cuando buscaba la manera de  ver sus ojos, ella volteó y nuestras miradas chocaron, juro que  fueron los más bonitos que había visto. Hasta que ella volteó, evitando mi mirada.

En mi mente me decía ¿Acaso será ella?, no lo sabía ya que no vi su color de cabello. Pero, tenía algo que me hacía tener interés por ella.