Pasaron algunos días desde aquel incidente, durante ese tiempo Shinnosuke pudo disfrutar un mayor tiempo la compañía de su padre, pasar un sábado junto a su padre siempre fue algo complicado, en realidad pasar incluso un fin de semana junto a Yuuichi era algo difícil de cumplir, pero debido a las heridas que el mayor aún poseía tenía instrucciones de esperar a que estas sanarán antes de siquiera pensar en buscar un segundo trabajo.
Era temprano, Shinnosuke despertó mucho antes que el sol comenzará a asomarse, mirando hacia un costado contempló el sereno rostro de su padre, sin importar cuantas veces lo viera le era difícil creerse que fuera el hijo de alguien tan bien parecido. Levantándose se dirigió hacia un espejo situado en una de las paredes de la habitación, mirándose intentaba buscar facciones que lo asemejaran con Yuuichi, debía existir algo que hubiera heredado de él, sin embargo, no lograba encontrar algo. Volviendo a donde el mayor aún dormía se acercó lo más posible al rostro de este pero hacer el más mínimo movimiento fue atrapado en un fuerte abrazo, quedándose estático, elevo su mirada pudiendo apreciar mejor las facciones del rostro de su padre, llamándole la atención sus labios, eran incontables las veces que aquellos labios le habían dado besos en la frente, pero nunca ellos habían tocado sus labios, únicamente eran su frente o mejillas.
—¿Cómo será un beso de adultos?
Shinnosuke había visto en varios programas a los adultos unir sus labios, y en cada ocasión quienes lo hacían confesaban que era por amor, aquello era confuso de entender para el menor, pero tras apreciarlo en cientos de programas por si mismo llegó a la conclusión que aquello acto únicamente podía ser hecho las personas quienes sintieran un gran cariño por otra persona, así como él quería a su padre más que a cualquier otra persona.
Sin intentar librarse del abrazo, Shinnosuke se acomodó aún más, de forma que pudiera percibir el agradable aroma de Yuuichi, sin importar el momento, siempre lograba oler una fragancia hogareña, quizás algo similar al chocolate o a café, ambos aromas envolvían a Yuuichi sin importar el ejercicio o cualquier otra actividad que realizará. Avanzada un poco más aquella mañana, Shinnosuke despertó al olfatear un dulce aroma, dirigiéndose a la cocina encontró a su padre preparando el desayuno. Mientras comían pudieron saber gracias al televisor que ese día habría un pequeño festival, escuchando aquella noticia Yuuichi recordó que había pasado bastante tiempo desde la última vez que había ido a uno, debido a encontrarse ocupado la mayor parte de los días nunca podía acompañar a Shinnosuke a alguno.
—¿Shinnosuke, te gustaría que fuéramos juntos al festival?
Ante la pregunta el menor no pudo ocultar su emoción—. ¿De verdad podemos ir?
—Claro.
La idea resultó ser tan emocionante que Shinnosuke con gran entusiasmo fue a su cuarto a buscar su yukata, viendo la euforia de su pequeño Yuuichi se sentía contento por ello, en algunas ocasiones le preocupaba no estar siendo un buen padre, bajo circunstancias normales sus padres le enseñarían algunas cosas básicas sobre cómo criar a un niño, sin embargo, rememorando la actitud que sus propios padres tuvieron con él no eran los mejores ejemplos para guiarse. Siendo tan joven y sin una orientación apropiada Yuuichi había aprendido a criar a su hijo mirando a otros padres así como leer algunas guías donde trataran el tema, aunque tomó mayormente ejemplos de parejas que veía por la calle. No obstante, existían cosas que no podían aprenderse mirando, y eran justamente esas las que más le hacían sentirse inseguro sobre el cómo estaba llevando la crianza de Shinnosuke.
Caída la tarde con gran emoción por parte de Shinnosuke se dirigieron hacia donde tendría lugar el festival. Para Yuuichi fue sorpresivo lo grande que era dicho evento, muchas veces escucho por su hijo todas las cosas que habían pero nunca imaginó ver tantos puestos tan variados ni tantas clases de comida tan diversas. Música podía escucharse, las risas inundaban el ambiente, diversos aromas revoloteaban haciendo sentir hambre a los presentes. Yuuichi tomando la mano de su pequeño lo contemplaba viendo las reacciones de este, sintiendo al mismo tiempo a su mente hacerle recordar las ocasiones en que había acudido a incontables festivales acompañado por sus padres, aquellas memorias hacían sentir un ligero dolor en su corazón, tales días tan alegres ahora no eran más que un simple vestigio de un tiempo cubierto por juramentos incumplidos y mentiras disfrazadas de verdades.
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Amando a mi... ¿Padre? (YAOI)
RomanceEs fina aquella línea que separa el amor de la admiración, aun cuando en tu mente te fuerces a comprender que no debes pasar esa línea, los sentimientos sobrepasan a los pensamientos. Amar a alguien es complicado, más aún si se trata de alguien mayo...