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capitulo narrado

Narra Lib

Estaba en el Starbucks con mi hermano, en ese momento Aries pasa por un lado y no puedo evitar mirarle. Irradia tanta alegría, creo que me había empezado a gustar hace unos meses, cuándo se quedó en mi casa a dormir.

Justamente mi hermano me había hecho una foto en la que se veía claramente que yo miraba a alguien.

Joder, esto no es posible.

Todo el mundo preguntaba a quién miraba aunque había gente que ya lo sabía. Cuándo Aries se enteró salí corriendo.

Narra Aries

Lib también me gustaba, ¡Digo si me gustaba! Desde hacía años.
Quería ir a buscarla, pero, ¿Qué le diría?
Y si todo era una broma y yo no le gustaba. Aún así decidí correr por ella.

-Dejanos a nosotras hermanito, sé que tienes buenas intenciones, pero, estará muerta de vergüenza. Y sé que... Bueno, eso- Aria me guiñó un ojo al decir lo último. Amaba a mi hermana, me conocía tan bien.

Narra Lib (otra vez)

Vi a las chicas correr hacia mí, la vergüenza hizo acto de presencia.

-Lib, cariño, no debes tener vergüenza- Pi se acercaba lentamente

-Si te gusta, no debes ocultarse lo, él...- Aria empezó.

Todas me abrazaron

-¡Mi niña se me hace mayor! - Capri me achuchaba los mofletes

-Anda, ve- Tania me levantó del suelo y me empujó en dirección a dónde estaba Aries.

-Vale, ¡Lo haré! , Gracias chicas, os amo demasiado- Les di un último abrazo

Narra Aries

-Hola- Dije cuándo Lib se acercó.

-¿Podemos ir a otro sitio?- Preguntó tímidamente.

-Por supuesto- Le contesté ansioso.

Nos fuimos al lado de las cristaleras, allí nuestros amigo no podían vernos.

-Lib yo...

-¡Si te miraba a tí!- Dijo cómo si lo llevara aguantando mucho tiempo.

-Ya pequeña, ya- Intenté que se tranquilizara, puesto que estaba llorando.

-¿Pe-pequeña?- Preguntó

-Si, pequeña- Dije y la besé

Narra Lib

Me estaba, ¿Besando? Mis lágrimas de angustia pasaron a ser de felicidad, yo le gustaba.

- ¿Sigues llorando?, Perdón, no quería hacerlo, yo..., No pude resistirme, yo... Lo siento- Volví a besarlo.

-Esta bien, ¡todo está mejor que bien!- Susurré contra sus labios.

-¿Volvemos?

-Volvemos.

...

Ya allí

....

-¡Hola cuñada!- Ari se moría de felicidad por el simple hecho de tener una cuñada.

-¡Hola!-

-¿Todo bien?- Mi hermano preguntó

-Todo mucho mejor que bien