Danos un abrazo

Capitulo Único

No soy lo que alguien llamaría un tipo inteligente. Ahora, tampoco soy estúpido. Solo que, la mayoría de lo que sé, no aprendí en la escuela. Mi piel está cubierta de lecciones. Cicatrices y tal. Sé cuándo un animal está enojado o cuándo está asustado. Cuando quiere ayuda y cuando no.

A veces, esto también se aplica a las personas. Profesor Severus Snape. Lo conocí cuando era estudiante. Soy bastante mayor que él. Ya había sido el jardinero durante algún tiempo cuando conocí a la pequeña serpiente viciosa.

Se agregó a sí mismo en su mayoría. Muchas veces con Lily Evans, pero principalmente solo. Su túnica siempre lucía deslucida, claramente de segunda mano, pero bien ajustada y desgastada como debería. Creo que podría haber sido el único estudiante que no fue a los partidos de quidditch. No parece que a muchos les guste realmente. Ni siquiera sus propios compañeros de casa. Siempre me pareció extraño, pero en realidad nunca hablé con ellos.

Cuando se convirtió en maestro, empezamos con el pie izquierdo. Nunca fue realmente amable con nadie, pero realmente no fue amable conmigo. Mi padre siempre me dijo que las personas malas son pequeñas y que yo solo necesitaba ser grande. Grande es algo que siempre he hecho bien. Aun así, por cruel que sea que actúe, es confiable. Dumbledore también confía en él.

Le pregunté una vez por qué confía en alguien que es tan odioso para todos. Dumbledore es un hombre inteligente. Me dijo que el profesor Snape es un individuo profundamente incomprendido. Me dijo que el profesor Snape y yo éramos muy parecidos. Al principio no lo vi, pero ahora lo soluciono.

Es difícil decir qué nos trajo exactamente aquí. Tal vez sea porque vivimos permanentemente en esta escuela. Ninguno de nosotros tiene a dónde ir. Pero en algún momento, alrededor de su enseñanza del tercer año, vino a mí con una solicitud para recolectar ingredientes de pociones del bosque oscuro. Eran unos que pueden ser peligrosos, y aunque ya había ido solo antes, Dumbledore insistió en que los reuniéramos. El profesor Snape no estaba muy feliz.

Pero como yo, parece hacer lo que Dumbledore le dice. Obtuvimos uno de los ingredientes cuando hubo un pequeño accidente, ninguno de los dos resultó herido, pero mi ropa estaba muy rota. No diría que alguna vez fue una persona tímida, mi papá siempre me dijo que no me avergonzara de cómo soy. Pero la forma en que el profesor Snape me miró abiertamente me hizo sentir extraño. No considerado en el mal sentido.

Siempre tuve la impresión de que era un hombre sobrio, así que hacer que me mirara con la boca ligeramente abierta fue incómodo. De nuevo, no realmente en el mal sentido. "Eso será suficiente por la noche. No podemos seguir así contigo así". Sabía que algunas de las cosas solo se conseguirán conseguir esa noche; de lo contrario, podemos esperar hasta que todo vuelva a estar en equilibrio. Y no me lastimé, así que insistí en que continuáramos y simplemente me quité la camisa. Mis pantalones estaban lo suficientemente bien. Tendrían que repararlos si alguna vez los usara alrededor de la gente, pero para juntar algunas plantas y tal, me irían bien. Sí, llevé algunas libras más en mi cintura, pero nada que mirar. Sí, tengo cabello oscuro cubriendo la mayor parte de mi cuerpo, pero es normal.

"Necesitarás estos ingredientes, sigamos adelante". Digo lo que significa que debemos seguir adelante. Sus ojos se entrecerraron hacia mí.

No voy a retozar contigo medio vestido. Simplemente tendré que terminar por mi cuenta. Puedes volver a tu casucha. "Dados como realmente arrogante.

"Señor, Dumbledore pidió que reuniéramos esos ingredientes. No voy a ir en contra de su orden. Ahora estamos desperdiciando la luz de la luna". Y lo dije en serio también.

"No necesito la ayuda de un gigante sin educación que no conoce la varita de un palo". Esto no fue lo más malo que me ha dicho hasta ahora.

"Mi padre siempre me dijo que las personas malas son pequeñas. Ataca todo lo que quieras. No me iré hasta que tengamos todo en la lista. Empiezo y él me sigue en silencio. Terminamos la noche en relativa calma. A veces lo atrapaba mirándome. Sin educación, tal vez. Pero no soy estúpido. Por la forma intencionada en que está mirando, puedo adivinar lo que está pensando.