Heliophilia - Camren {Español}

tres

Los siguientes días pasan igual, excepto que no la vi a ella ni a sus ojos verdes en absoluto. Probablemente me estaba evitando; ella me mostró la mayor amabilidad que alguien tiene en esta casa y eso incluye a Mac. No podía evitar que corriera por mi mente todo el día todos los días. Quiero saber todo sobre ella, pero obviamente era un misterio para todos en esta casa.

"Mila, levántate, vamos a salir", Mac me gritó mientras yo trataba de dormir cinco minutos más en la cama.

"¿A dónde vamos?", hablé con mi voz matutina. Me levanté y me froté los ojos para verlo correr por la habitación tratando de cambiarse.

"Sólo necesito que vengas conmigo, ¿entendido? Hoy no puedes quedarte en la casa", respondió rápidamente y no tuve más remedio que hacerlo. Salí de la enorme cama y me estiré antes de intentar arreglarme. Después de veinte minutos, Mac me arrastró afuera y ya estábamos en su auto siguiendo a los otros hombres que venían con nosotros.

"¿Entonces viene la hermana de JP?", pregunté en voz baja mientras él encendió su cuarto cigarrillo.

"Ella siempre lo hace", respondió él antes de pasar una mano por su cabello.

Estuvimos en una carretera abierta durante una hora antes de entrar en un pequeño pueblo. Los jóvenes se paraban en las esquinas de la calle y nos observaban mientras pasábamos lentamente. Mac parecía imperturbable ante sus ojos, pero yo sentí un nudo en la garganta. Sabía que si le preguntaba qué estábamos haciendo aquí, me respondería bruscamente, así que me quedé callada, ya que él lo prefería así. Entramos en un polígono industrial que parecía estar inactivo hasta que nos detuvimos frente a un enorme almacén. Cerca de 12 autos ya habían sido estacionados mientras los hombres se apoyaban en sus autos esperando. Cuando ambos salimos del auto, Mac se volteó hacia mí, me agarró del brazo y acercó su rostro al mío.

"Mila, esto es serio, lo que estamos a punto de hacer. No hables, no te muevas a menos que yo te lo diga, ¿entiendes? Y si te asustas y huyes, estarás al otro lado de la calle más rápido de lo que puedes parpadear", gruñó y asentí con la cabeza rápidamente para estar de acuerdo con sus términos.

"Buena chica", dijo dándome una media sonrisa antes de girarse para caminar hacia el grupo de hombres. Entraron en el almacén y yo los seguí. Nos condujeron a una gran sala abierta, pero todos subieron al comienzo, por lo que llevaba a algún tipo de oficina. Entramos en la habitación oscuramente iluminada, algunos hombres se sentaron pero yo me quedé parada con algunos otros ya que ya había gente esperándonos en la habitación.

"JP, placer como siempre", dijo un hombre de piel oscura y ojos locos. Sus ojos recorrieron la habitación hasta que aterrizaron en alguien que no pude ver.

"Y tus hermanas están aquí también, hermosas", dice mirándola descaradamente. "¿Podemos ponernos manos a la obra?", un hombre preguntó y todas las cabezas se levantaron.

"Sí, supongo que deberíamos", dijo el hombre de piel oscura con una voz viscosa y empecé a ponerme nerviosa.

"Bueno, Aldro y Paul fueron a recoger los 30 mil que había entregado al Golfo y los muchachos de los que los recogió dicen que no pagó", comienza JP. "Así que suponemos que fue una especie de malentendido, así que nos pagamos a nosotros mismos, pero queremos recuperar ese dinero esta semana", finalizó y el hombre de piel oscura se recostó en su asiento, obviamente pensando.

"¿Y si no pago?", pregunta después del silencio y puedo ver a Mac apretando la mandíbula.

"Te matamos", JP responde rápidamente y traté de calmar mis manos mientras temblaban incontrolablemente. Me sentí sofocada, no quería estar allí. Debía estar en la playa o en la cama o en cualquier otro lugar que no sea aquí.