Wooseok's POV
Primer día de clases,estoy emocionado, tal vez haga nuevos amigos y tal vez , solo tal vez, la gente ya no me trate cómo un rarito. Después de una larga meditación en la cama, me levante, tome el celular y... ¡Dios mío! el primer día y llegare tarde, baje corriendo las escaleras, al darme cuenta que seguía en pijama subí a mi habitación, me vestí y nuevamente baje, mi madre me estaba esperando en la mesa, no había tiempo para desayunar, llene un pan tostado de mantequilla, lo puse en mi boca y salí corriendo de mi casa con la mochila ya puesta, iba tan concentrado en llegar a tiempo... Tanto que choque con un chico provocando que cayera, sobe mi cabeza a pesar de no haberme golpeado ahí, era una costumbre que adapte al ver tantos animes, levante mi cabeza, vi a un chico apuesto, algo alto, estiro su mano para ayudarme, tome su mano, algo grande, suave...
—¿Te encuentras bien? —
Su voz grave, sus cabellos ligeramente despeinados, yo tomando su mano para levantarme, todo esto me era muy familiar, probablemente lo vi en un anime. Asentí ante sus palabras, mire su uniforme, iba a mi instituto —en realidad no es instituto, pero la idea de vivir en un anime me emociona — aquel chico se disculpo y continuó moviendose, respiré hondo y retome mi camino, comence a correr nuevamente, en menos de diez minutos llegué a la escuela, me dipuse a buscar mi salón, me sente en la esquina a lado de la ventana —como buen protagonista de anime —, saque un manga y comence a leerlo... minutos después mi lectura fue interrumpida al oír unos gritos, me levante de mi lugar y salí del salón para saber que era ese escándalo... YanAn... era el... le reste importancia y fui a sentarme nuevamente, para ser sinceros, todos en la escuela lo aman, incluyéndome, pero no iba a mostrar mi debilidad frente a todos, eso no lo hace un tsundere, nadie puede enterarse de que YanAn es mi ídolo, y hablando de El Rey de Roma, aquel chico alto de tez blanca y pelinegro entro a mi salón, ¡NO PUEDE SER! YANAN ESTUDIA CONMIGO, YANAN VA EN MI SALÓN... Oculte mi emoción lo mejor posible y me dispuse a seguir leyendo, paso el tiempo y la maestra finalmente llego al salón con un chico, alguien que yo había visto antes, aquel chico alto, de tez morena y con una mirada fría.
—En este ciclo escolar nos estara acompañando Adachi Yuto, el es japonés así que les pido que lo ayuden con lo que el no entienda —
Mi momento de brillar llego, me puse de pie rápidamente y sonreí.
— Yuto-senpai, puedes sentarte a mi lado, yo te ayudo con todo —
Cruce mis brazos y asentí repetidas veces, afortunadamente era el único lugar disponible así que no podría negarse, Yuto asintió y fue a sentarse a mi lado, en cuanto se sentó moví mi pupitre y lo pegue al de el.
— Senpai, ¿usted duerme en el piso como en los animes? ¿todos los días come onigiris? —
El chico solo me miro con una cara de que no entendía de lo que estaba hablando, seguí entrevistandolo hasta que el representante del salón se puso de pie y me grito que me callara, Lee HwiTaek, mi gran enemigo, lo único que hace es regañarme. Seguido de eso, Cho JinHo el tesorero del salón se puso de pie... o bueno, se subió a su pupitre ya que el no es un ser humano, es un gnomo, pero de eso hablare después, una gran pelea empezaría, estaba a punto de contestar a las provocacione de Hui pero la maestra nos interrumpio, comenzó a pasar lista todos estaban a excepción de uno.
— Kim Hyojong —
Mis compañeros y yo buscamos con la mirada al mencionado, HyoJong, el mejor amigo de Hui... muchos creían que ellos eran pareja, pero se descubrió que no, Hyojong tiene novia, y al parecer llevan dos años saliendo, aunque nadie lo había notado, es extraño... Volviendo al tema, Hyo no apareció, el ciclo anterior solía saltarse las clases para estar con su novia, probablemente haga lo mismo.
El tiempo pasó, las clases comenzaron y unas horas después toco el timbre dando a entender que era la hora del receso, rápidamente me acomode a lado de Yuto, como no había podido hablarle en clases le hablaría ahora, le sonreí y saque mi topper con comida.
—Hola, soy Jung WooSeok, un gusto —
Yuto me sonrió, esa sonrisa... fue una simple sonrisa, y me encanto, tan perfecta.
— Hola WooSeok, soy Yuto, un gusto, igualmente —
Sonreí, obviamente ya sabia su nombre, es decir, la maestra lo presentó, me dispuse a interrogarlo nuevamente, pues no había podido terminar en la mañana, al cabo de unos minutos, se paro de su pupitre y se fue del salón sin pronunciar palabra, tal vez tenía ganas de ir al baño, ¡sí! seguramente era eso, sonreí, acomode mi pupitre en su lugar y me dispuse a esperarlo, el chico llego hasta que el receso acabo, me acerque a el nuevamente para hablar, pero en eso, la maestra llego a interrumpir nuestra plática.
Las clases pasaron y finalmente llego la hora de la salida, guarde mis cosas en mi mochila, me pare y voltee a mi lado, le sonreí a Yuto, el me devolvió la sonrisa, aquel chico se paro y salió del salón, me dispuse a seguirlo.
— Y-Yuto-senpai... creo que nosotros vivimos cerca... ¿te importa si te acompaño? —
— Oh... no hay problema, ven conmigo, solo no me hables... estaré escuchando música... —
Asentí varias veces, me pare a su lado y comence a caminar, voltee a verlo y note que traía sus audífonos puestos, justo como me dijo segundos antes, camine a su tiempo con una sonrisa en mi rostro, en ocasiones volteaba a verlo, el sol comenzaba a ocultarse, los estudiantes caminaban hacia sus casas y otros tomaban el bus, Yuto y yo vivíamos un tanto cerca, por lo que iríamos a pie, lo mire nuevamente, el me miro igual, rápidamente desvíe mi mirada, me dispuse a ver mis pies avanzar... Un cable, vi un clable, lo tome, parecía de unos audifonos, voltee a ver a Yuto, le quite los audifonos y le mostre el cable.
— Creí que estabas escuchando música —
El chico miro el cable como si fuera de otro mundo, abrió los ojos como platos y se hecho a correr, a lo que yo lo persegui.
— ¡ADACHI YUTO! EXIJO UNA EXPLICACIÓN, ¿NO QUERÍAS HABLAR CONMIGO? —
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Pentagon en la preparatoria
FanfictionUn fanfic perron en donde podemos leer como sería la vida de pentagon si fueran compañeros de clase