Parte. 1.2

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~Sigue narrando Bruna~

Son las 3 de la tarde y mi madre aún no ha llegado. Siempre se enrolla como las persianas, se habrá encontrado a alguien por el camino o se habrá entretenido como hace siempre.

Cojo mi móvil y entro en su chat.

Bruna: Maa, cuando llegas? Voy a ir comiendo, no te entretengas más andaa - pulso el botón de enviar y dejo mi móvil en la mesita de mi habitación.

Bajo a la cocina. Ostia, aún sigo con mi camiseta vieja y larga para dormir. Da igual, estoy de vacaciones aún, tengo que aprovechar.
Me hago un yatekomo. Paso de complicarme, me basta de sobra para comer. Me lo como tranquilamente en silencio, sola.

De repente alguien timbra.
"Joder, menuda mañana" pienso en alto mientras dejo el yatekomo en la mesa y me dirijo a abrir la puerta.

Abro la puerta y veo a la señora Williams, nuestra vecina.

-Mmm... Hola -digo intentando poner una cara amable.

-Hola hija, sabes donde está tú madre? Venia a traerle salseo del bueno - dice riéndose picaramente.

-No, cuando me he levantado esta mañana no estaba, así que supuse que se habría ido al súper como hace habitualmente. Aún no ha llegado, pero sabe de sobra como es... Siempre se enrolla- digo esbozando una pequeña sonrisa nerviosa.

-Entiendo. Me pasaré más tarde entonces. Gracias querida - contesta la señora Williams mientras se gira y se va.

Cierro la puerta y camino hacia la mesa para terminarme mi yatekomo. Ya está frío. Aún así me lo tomo y tiro el recipiente a la basura. El tenedor lo meto en el lavavajillas.

Subo arriba a mi habitación y cojo el móvil. Nada. El mensaje que le envié a mi madre no le llega. Solo hay un rallita. Decido llamarla.

Rápidamente marco su número. Al otro lado del teléfono contesta una especie de robot diciendo que el móvil al que llamo no está disponible.

"Joder mama, que pasa, que cojones pasa" - grito poniéndome cada vez más nerviosa.

Vuelvo a llamar. Pero el maldito robot me dice que no está disponible. Decido dejar un mensaje de voz después del "pi" : Mamá, ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Cuándo llegas? Por favor llámame en cuando escuches esto - digo intentando mantener la calma.

Cojo en móvil y bajo al salón. Me siento en el sofá. Le subo el volumen a tope al móvil para asegurarme de poder escucharlo cuando mi madre envie un was o me llame. Me acuesto en el sofá mirando hacia el techo con el móvil apoyado en mi barriga.

De repente suena una notificación. Me incorporo rápidamente para coger el móvil y ver de que se trata.

No, no es mamá

Extraños desconocidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora