Parte 1. Últimos días de verano

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~Narra Bruna~

Las 11 de la mañana. Joder, y yo que me tenía que levantar temprano para hacer algo productivo de mi vida...

Me levanto aún medio dormida. Uf se me va la cabeza. Me vuelvo a acostar. Levantarse así de golpe no es bueno, las prisas no son buenas, y al fin y al cabo... ¿Por qué tanta prisa? Es 28 de agosto, los ultimos días de felicidad antes de que llegue el momento de volver al instituto.

Cojo el móvil y lo desbloqueo. Tengo una notificación de instagram. Una solicitud de un tal Rui Hawkins. Ni idea de quien puede ser, no me suena para nada. Le pido solicitud para ver sus fotos y ver si lo conozco o es solo un extraño más.

Apago el movil y ahora sí, me levanto tranquilamente. Antes de salir de la habitación me miro al espejo.

Mi pelo marrón está revuelto en un moño que ya no es moño ni es nada. Mis ojos marrones están apagados, con unas ojeras considerables a falta de sueño. "Tengo una pinta horrenda" - pienso.

Dejo de mirarme al espejo y salgo de la habitación bajando las escaleras con intención de ir a la cocina a picar algo.

-Maaaa- grito

Nadie contesta. No le doy importancia, mi madre suele ir a hacer la compra por las mañanas.

Abro la nevera y cojo un yogurt de fresa y le echo lacasitos. Ese va a ser mi desayuno, aunque no debería desayunar a las 11 de la mañana.
Da igual.

Me dirijo al cuarto de baño y me lavo los dientes. De repente suena el timbre.

-Voooooy-grito a pleno pulmón mientras enjuago mi cepillo y me las arreglo para salir corriendo hacia la puerta.

Abro. No hay nadie. Miro hacia los lados, pero tampoco hay señales de vida. De repente miro al suelo. Veo una cajita muy pequeña cuadrada.
La abro y hay un papel con unos números.

No es un número de teléfono, pero tampoco tengo idea de que puede ser. Solo son números que parecen haber sido escritos aleatoriamente.

Meto el papel de nuevo en la caja y cierro la puerta un poco rallada. No sé que quiere decir esto. Subo a mi cuarto y dejo la caja encima de mi escritorio. No le doy importancia, al fin y al cabo hay mucha gente loca que se aburre.

Extraños desconocidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora