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Narrador:

____ se preparaba para su tercer año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, con los mismos nervios que el primer día.

Estaba en el Caldero Choreante con sus compañeros de casa, los Weasley, Hermione Granger y con su mejor amigo, Harry Potter.

Harry les estaba contando a todos lo ocurrido con su tía, al parecer la había inflado.

___ solo se reía, era un problema que uno de sus mejores amigos acababa de inflar a su tía, pero le hacía tanta gracia la situación que estaba hasta llorando de la risa.

Narra ___:

–¿Qué es lo que te hace tanta gracia?– me preguntó Potter mirándome.

–Que acabas de inflar a tu tia– respondí sin dejar de reír.

–___ puede ser un problema, le pueden expulsar de Hogwarts por hacer magia fuera del colegio– dijo Hermione haciendo que dejara de reírme.

–Tú siempre con la misma amargura– respondí seca.

–Ag– emitió un sonido de desesperación y se fue a su cuarto.

–¿Por qué eres tan directa?– me preguntaron los gemelos.

–No se, puede que no me guste que la gente se piense las cosas como no son– respondí mirándoles.

–Odio que mis dos mejores amigas se lleven tan mal– dijo Harry sentándose a mi lado.

–Concuerdo contigo– habló Ron.

–Ronald, todos sabemos que no solo sientes amistad hacia Hermione.– le dije.

–No es verdad, es como mi hermana– respondió sonrojandose.

–Hermana ya tienes una– está vez habló Ginny, la pequeña de los Weasley.

–Bueno, pero que no me gusta– cada vez se ponía más rojo.

Estábamos en el tren de camino a Hogwarts, al principio del recorrido me senté con mis mejores amigos, Hermione y con un hombre que al parecer era el próximo profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras, pero tras un rato, me aburrí y me fui al pasillo.

Por el camino me encontré a los gemelos haciendo una broma a los de Slytherin.

Y ahí salió la serpiente más asquerosa de todas, Draco Malfoy, con el pelo de un tono verdoso, no pude contenerme la risa.

–¿De que te estás riendo asquerosa traidora?– me gritó desde el otro lado del pasillo.

–Tenme más respeto Malfoy– le respondí.

–¿Pretendes que te trate de usted, juntandote con quien te juntas Tonks?– preguntó sarcásticamente acercándose.

–No veo nada malo juntarme con quien me junto Malfoy– respondí con orgullo.

–Deberías de ser como yo, y respetar tu sangre Tonks– dijo.

–No, gracias, estoy perfectamente Malfoy– no me había dado cuenta, pero estábamos a unos metros de distancia, podía oír su respiración, podía oler su aliento a menta fresca, y su colonia de hombre.

Cada vez más, y más cerca, hasta que mi mayor pesadilla ocurrió, nuestros labios encajaron tan bien como dos piezas de un puzle.

Al despegarme me di cuenta que, por suerte, no había absolutamente nadie en el pasillo, estábamos todavía a una hora por lo menos del castillo. 

Salí lo más rápido que pude de allí. ¿Acababa de besar a Draco Malfoy? ¿El enemigo de mi mejor amigo? no podía estar ocurriendo esto, es decir Draco es un chico muy atractivo, demasiado, pero es Draco, Draco Malfoy la peor serpiente que puede haber en todo Hogwarts.

Debía de hablar de esto con Draco, no se podía enterar nadie de lo que acababa de ocurrir.

Sentí como un brazo me agarraba fuerte y me tiraba hacia un vagón, no le vi la cara, solo el pelo, pelirrojo, un Weasley.

-¿¡Qué estás haciendo!?- preguntó un gemelo cerrando la puerta del vagón, ya que se me hacia bastante difícil diferenciarlos todavía no sabía cual de los dos era exactamente.

-¿Perdón?- pregunté anonadada, sabía perfectamente de lo que estaba hablando, pero juraría que no había nadie en el pasillo en ese momento.

-Te he visto ___, ¡te he visto besando a Draco Malfoy!- terminó gritando.

-Tsss, baja el volumen o te van a oir.- le susurré callandole la boca.

-¿Me puedes explicar por qué le estabas besando?

-No lo se ni yo Weasley, simplemente surgió, y ojalá no hubiese surgido pero ya no hay vuelta atrás.- respondí mirándole.

-Espero que solo estuviese yo en el pasillo, o puede que tengas problemas.

-No creo que sea yo la que peor salga de esto, si alguien se entera de que Draco y yo nos hemos besado, sus padres le van a matar.

-¿Te gusta?- preguntó cambiando de tema.

-¿Qué?

-Que si te gusta, es decir, os habeis besado, la gente no se besa porque sí, siempre hay alguna razón y dudo mucho que sea porque vuestros labios se juntaron.

-Te asguro que no me gusta Draco Malfoy.

-Bien, vale, eso espero- salió del vagón y me quedé pensando.

¿Y si Draco detrás de todo ese odio hacia mi en verdad le gusto? Porque él al mi no, estaba claro, es una serpiente, es mi familia y es el enemigo de mi mejor amigo era imposible que sintiese algo por el, ¿verdad?

El chico equivocado || Draco y túWhere stories live. Discover now