Carta 5

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Un día soñé que no estaba a tu lado, todo era desamparado, solo, frío, tétrico, me sentía indefenso, sin ningunas ganas de seguir caminando, me quería quedar hay sentado hasta que vinieras tu y me sacaras de ese hueco, pero nunca lo hiciste, tuve que tomar mi camino solo, adolorido, con lágrimas en mi rostro, y grietas en mi corazón, en un camino que se volvía cada vez más interminable, seguía caminando hasta que ya no pude más, tuve que parar, y quedarme hay acostado a ver como mi fin se iba acercando... pero entonces surgió una luz, tenue, sin ningún sentido, pero hay estaba, me estaba ofreciendo calor, me sentía más seguro... seguía caminando y no me daba por vencido, esa pequeña luz me acompañaba y me sentía seguro, antes de terminar mi camino, esa luz se volvió un cuerpo, con una forma angelical, la reconocía de algún sitio, y en ese momento me di cuenta que eras tu, comprendí que nunca me dejarías solo, por nada, que siempre estarías a mi lado... para siempre.

Cartas de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora