cuidado con lo que dices... [Namjin]

veintitrés

Habia pasado unos años después de todo lo ocurrido con namjoon, al principio fue muy difícil olvidarlo pero con constante visitas al psicólogo hicieron efecto en jin

Nunca pudieron dar con el paradero de namjoon, era como si se lo hubiera tragado la tierra. Jin no muy convencido de seguir viviendo en Corea decidió mudarse a Italia acompañado de Taehyung y su ahora esposo Jungkook

Al principio tuvo muchos problemas con Jungkook ya que este comúnmente lo amenazaba guiado por sus celos pensando que jin le quitaría a su pareja, en la fecha actual los dos se llevan muy bien teniendo una bonita amistad al igual con Taehyung y de solo recordar de lo infantil que se comportaban los dos al principio le hace gracia

Ya no le quedaba nada en Corea al principio le dolía decir y pensar eso, pero ahora en Italia se propuso comenzar desde cero, con un poco de apoyo económico de tae logro abrir una librería ni tan grande ni tan chica, para jin era perfecta, de vez en cuando taehyung visitaba a su amigo  en la librería para ayudar o solamente a pasar el rato platicando junto con una taza de café

Sunmi, su querida salvadora y mejor amiga se quedo un tiempo en Italia junto con jin pero no todo dura para siempre asi que tuvo que volver a Corea sin saber que al llegar encontraría a su media naranja y también su orientación sexual. Si, asi es sunmi se dio cuenta de que era lesbiana y su actual pareja era una chica muy dulce y humilde y estaba jin feliz de que su amiga haya encontrado a su amor de por vida

Habían veces quea jin no le gustaba expresar hacia sus amigos pero aveces deseaba tener una pareja como las que pudieron ellos conseguir, pero de alguna forma cuando sucedía eso se encerraba en su biblioteca haciéndolo sentir bien

En una pocas semanas seria la boda de sunmi y su tierna novia seulgi que se realizaría en Corea donde lo habia nombrado padrino del matrimonio así que no debería faltar

En estos momentos jin se encontraba terminando le limpiar el ultimo anaquel de libros cuando la campana sonó anunciando a la llegada de un cliente 

Bajando de las escaleras donde se encontraba llego hasta la recepción

ese chico de nuevo, al parecer se habia vuelto costumbre de aquel chico visitar la biblioteca de jin, todos los dias visitaba su biblioteca con excusas tontas que jin siempre las creia

--buen dia yoongi-- jin con una sonrisa saludo

--h-hola emm necesito un libro de... de nutrición-- hablo el chico aparentemente nervioso

--¿de nutrición?... esta bien ahora lo traigo-- contesto jin algo confundido, veía al chico con buena salud para estar buscando esos libros

Dejando sus pensamientos a un lado busco el libro que no se tardo casi nada en encontrarlo ya que conocía su librería como la palma de su mano

--aqui esta-- saliendo de uno de los pasillos con el libro en la mano

--g-gracias-- hablo el chico frotando sus manos sobre su pantalon antes de recibir el libro

--¿vas a pagarlo o lo anoto en tu ficha?-- pregunto jin regresando a la recepción aunque ya sabia su respuesta, siempre cada libro que pedía siempre lo compraba

--l-lo pagare--

-- serian 4.78£-- hablo jin mientras su mirada estaba en el computador

el chico dejo el dinero en la barra

Mientras jin seguía con la vista en el computador hablo el chico

--q-queria preguntar si estarías libre mañana-- hablo con mirada baja

-- al parecer no ¿por qué?-- contesto jin con una sonrisa, eso chico era muy tímido y trataba a jin muy formal a pesar de que el chico fuera un año mayor que el

--¿q-quisieras s-salir a almorzar conmigo m-mañana?-- hablo demasiado rápido pero jin pudo entenderle

Le parecía gracioso como era aquel chico ya que con otras personas era muy frío y distante pero con jin siempre era otra persona  y eso le parecía muy tierno de su parte, era como un escudo su actitud fría de yoongi pero con jin desaparecía todo eso

--por su puesto-- contesto jin alegre, hace mucho que no salia a almorzar con alguien

--puedo pasar por ti a tu casa a las 13:40?--

--claro, esta es mi dirección-- en un pedazo de papel anoto su dirección para después entregárselo

El chico torpemente salio de la biblioteca acompañado de una gran sonrisa mostrando sus encías