28 ¡Déjenme en paz! ✨

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Narra Paula:

A la mañana siguiente desperté con lo que me había dicho Alexa la noche anterior, era verdad todo tal vez estaba demasiado ocupado como para contestar mi mensaje...cómo si yo contestara todos los WhatsApp que me llegan. - ¿Paula lo estás justificando? - sacudí mi cabeza "sacudiendo" mis pensamientos y tomé mi celular, entré a instagram y fui directo a la cuenta de Paulo. 

La primera historia fue que estaba jugando a la play (nada raro a lo que he notado) parece que se quedó bastante tarde haciendo eso, la última historia fue cerca de de esta mañana pero aún de madrugada (seguramente había salido con sus amigos). Sali de IG y fui directo a WhatsApp. 

No había rastro de él, seguía mi último mensaje con el visto, como hace unas semanas.


Narra Paulo: 

Desperté tarde ya que había salido con los chicos, ayer estuvimos jugando hasta tarde y dormimos todo el día. ¡Vaya rutina!- salí de mi habitación y caminé a la cocina en busca de café o algo para tomar, me encontré con Piero sentado en la barra con un jugo 

Wacho, tu mamá nos dejó desayuno y café, dijo que llegaba a la noche por aquí- dijo Piero una vez me vió entrar a la cocina. 

Mi mamá es la más. Despertemos a los demás para comer de una vez - respondí 

Todos estábamos comiendo y platicando cuando me di cuenta que mi celular no tenía batería un rato después debíamos ir a una reunión, por lo que opté por llevar el cargador de celu conmigo. 

Dale ya están listos? - gritó Alan saliendo al jardín del frente  al tiempo que abría el auto. 

Mi celular había cargado un poco y no dejaba de sonar, tenía mil notificaciones, me había quedado 24 horas sin celular. 


Narra Paula: 

Tecleé un "Hola Pau ¿Cómo estás? y lo borré, tenía que pensar en algo mejor...¿Estás ocupado?, no no, qué tal un ¿Podemos hablar?...lo envié. 

A los segundos vi que no le había llegado el mensaje, esperaría un rato tal vez o tenía señal en su teléfono.  


Narra Paulo: 

Mi celular seguía sonando y yo quería que no hiciera ruido pero no pude sacárselo.

Negro, tenemos varios problemas, el chico de los videos para las pantallas del concierto se enfermó y no pudo terminar los vídeos, los vuelos están cancelados no sé por qué y hace un rato revisé a cuenta del banco y a menos de que hayas comprado algo sin avisarme no sé que pasó con el dinero.

Piero soltó demasiada información por lo que yo solo me senté sobre el sillón y la cabeza no me paraba de dar vueltas, comenzaba a sentirme mal, seguramente fue que ayer no dormí como debía. El celular no dejaba de sonar y Piero no dejaba de darme malas noticias. 

¡YA WACHO! Arregla eso por favor, iré al banco a revisar lo de la tarjeta. - contesté molesto. 

*El celular no deja de sonar* 

Ahh maldito teléfono - grité sacándolo de mi bolsa de pantalón. 

Dejen de marcarme, no tengo tiempo de nada de para nadie, si no contesto es por algo, déjenme en paz. 

Pau, soy Pauli - escuché me hablaron al otro lado de la bocina, despegué el celular de mi oído y vi que era ella. 

El estrés era tanto que lo último que quería era hablar con cualquier persona. 

No puedo hablar, estoy ocupado- dije y colgué. 

Alan! Vamos necesitamos ir al banco para revisar la tarjeta, Piero por favor ayúdame con lo de los videos y los vuelos por favor. - dije y salí con Alan dando un portazo 

Una vez en el auto- Negro quién te habló? - preguntó Alan 

Nadie importante, después devuelvo la llamada. 

No tenía tiempo de pensar bien, solo quería arreglar lo que importaba en el momento. 


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Ahora si la regó el Paulito, pero yo se la perdono porque estaba estresado jaja.

Gracias por leerla, mañana vuelvo con otro capitulo. ¡No olviden poner la novela en su lista de lectura! :D 

Si es contigo, sí. ஐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora