Capt 2: Conociendo a la familia... y a Roni

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Narra Marianela

Nada más salir del coche con mis dos maletas y mi bolso de mano, me impresioné gratamente al encontrar ante mi una casa de dos plantas, con azotea, y rodeando todo, un hermoso jardín. Para custodiar el terreno había un muro blanco de dos metros aproximadamente con una puerta de rejas verde botella.

La casa en sí no era gigantesca, pero si bastante grande, lo suficiente para acomodar a una familia de 5, que ahora se convertirían en 6.

Tomás y Helena, que así era como se llamaban sus "nuevos padres", la ayudaron llevando cada uno una maleta, dejándola a ella solo con su bolso de mano.

Abrieron la puerta de rejas para atravesar el jardín, que recién había descubierto, tenía baldosas de barro formando un camino hacia la puerta de entrada. Allí los recibió un perro collie* la mar de contento por la llegada de sus dueños y la nueva incorporación. Se detuvo en olerla para después saltar sobre ella consiguiendo que cayese al suelo y así poder lograr su objetivo, lamerle la cara completamente. Menos mal que no usaba maquillaje normalmente, pensó.

-¡Roni!- gritó Helena para que dejase de babearle la cara.

-Con que así te llamas grandullón- le dije a Roni una vez que dejó de bañarme en sus babas mientras le acariciaba su peluda cabeza. Me encantan los animales, y al parecer a este también le gustaba yo, ya que no paraba de restregar su enorme hocico en mi mano para que continuara con las caricias.

-Lo siento mucho- dijo bastante apenado Tomás.

Yo solo negué con la cabeza a la vez que sonreía, indicándole que no pasaba nada.

-No os preocupéis, me encantan los perros- dije aún más sonriente si es que eso era posible.

-Iván tendría que estar cuidando de él ahora mismo para que esto no pasara- en cuanto Helena dijo aquello, y como si le hubieran invocado, un joven de unos dieciséis años apareció por la puerta mirando hacia los lados, como buscando algo, pero paró al encontrarse con mi mirada interrogante y curiosa.

El joven que creí, sería Iván, tragó saliva sonoramente al verla de arriba abajo aun tirada en el suelo.

Vaya, parece que le he impresionado, pensé.

-Iván, ¿Dónde te habías metido?. Por poco y Roni se la come a lametones- dijo Helena.

Eso último provocó un notable color rojo en mis mejillas.

Narra Iván

Eso que dijo mi madre me dejó aun peor de lo que ya estaba al ver a semejante mujer.

Tez canela, pelo castaño casi negro, al igual que sus ojos, con la diferencia de que estos parecían tener una profundidad infinita que te invitaba a perderte en ellos. Cuerpo delgado pero para nada flaca, todo en su justa medida, y por último sus labios, aquellos sonrosados y carnosos labios que suponía debían ser de una suavidad extrema, y que estuviera sonrojada tampoco ayudaba mucho que digamos.

Ojalá esa joven se quedase allí siempre para poder admirarla como ahora mismo lo hacía.

-Iván te estoy hablando- dijo su progenitora.

Creo que con tanta cursilería ni me enteré de lo que me estaba diciendo mi madre.

-Perdón mamá, ¿qué decías?- pregunté.

-Ay Iván, tu siempre igual de despistado- dijo esta vez su padre.

Mientras nosotros teníamos aquella conversación de besugos, la joven todavía en el suelo, acariciaba y jugaba con Roni como si se conocieran de toda la vida, y eso que a aquel perro no le agradaba todo el mundo, pero eso no parecía incluirla a ella.

-¡¡Iván!!- otra vez me había entretenido mirando a aquella chiquilla de la que ahora tenía intriga en saber su nombre.

-Tranquila, tranquila. Te escucho- le dijo para que se relajara su madre.

-¡¡¡Aggh!!! ¿Ves lo que te digo Marianela? Por eso necesito otra presencia femenina en esta casa, ¡Hasta Roni es macho!- y mi curiosidad sobre el nombre de la muchacha, que ahora sabía, era Marianela, quedó saciada.

Marianela era un bonito nombre, pero lo que llamó nuevamente mi atención fue la carcajada que soltó la aludida ante aquellas palabras.

Cada vez me gustaba más aquella chiquilla que creía, tenía mi misma edad, pero eso sería otra duda que sumarle a la más importante. ¿Qué hacía ella aquí?

-Si Helena, ahora empiezo a entenderte. Ah, y prefiero que me llaméis Maria, es más corto y lo prefiero- Y eso fue lo que acabó definitivamente conmigo. Su voz. Su melódica y para nada chillona voz. Ya que yo odiaba a las mujeres chillonas que tanto abundaban en mi instituto.

Narra Marianela

Iván aunque despistado, también era bastante guapo.

Piel morena, pelo castaño claro al igual que el de su padre, y profundos ojos marrones con las mismas motas verdes que las de su madre. Cuerpo ejercitado que se notaba bajo su camiseta gris, y en general, un chico para comérselo enterito.

-Oh, de acuerdo, Marianela, quiero decir, Maria- dijo Helena avergonzada por haberse equivocado.

Ella tan solo le sonrió sin enseñar sus dientes.

Al volver la vista hasta la puerta, el chico había vuelto a caer en un trance en el que parecía quedar absuelto cada vez que la veía de esa forma.

Ya harta de aquella situación puso los ojos en blanco y bufo a la vez que se levantaba del suelo y dejaba de acariciar a Roni, el que parecía no estar de acuerdo con su decisión, ya que intentó volver a tirarla, cosa que evitó chistándole a la vez que le señalaba con su dedo índice.

Como hechizado, el perro hizo caso de inmediato dejando a todos atónitos.

A ella ya se le hacían normales estas situaciones. No sabía como, los perros solían hacerle caso cuando les regañaba o les llamaba para que apareciesen.

-¿Cómo has hecho eso?-habló Iván por primera vez directamente con ella.

-No lo sé. Normalmente me hacen caso cuando lo hago- respondí encogiéndome de hombros.

Todos quedaron más sorprendidos que antes.

-Si que nos vendrás bien en esta casa Maria- dijo Tomás.

-Es la primera vez que Roni hace lo que se le dice, lo más que hace es venir cuando lo llamamos para comer- dijo esta vez Helena.

-Un momento, ¿Ella se va a quedar aquí?- preguntó entre sorprendido y curioso Iván.

-Así es, Maria será desde ahora vuestra hermanastra- sentenció Tomás dejando pálido a Iván.

¿Tanto le molestaba mi presencia? No lo sabía, pero si era así, se iba a tener que acostumbrar a la idea de verme mucho por aquí.

*collie: un tipo de raza de perro. Es como el perro de la película Lasie.

MarianelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora