Youngblood | nammin.

N

Me empujas y yo me estoy alejando,
me estoy alejando de ti.

Pov Jimin.

••6 meses de relación••

—¡Namjoon basta, déjalo! -grité desesperado.

Y allí estaba mi novio, golpeando a un pobre chico que según coqueteaba conmigo en la barra.

Cosa completamente errónea.

Dios, no tenía idea de que mierda hacer. Intenté separar a Namjoon del chico pero solo hice que se enojara aún más. Tanto alcohol no lo deja pensar como una persona normal.

—Kim Namjoon -habló Hoseok con fuerte voz-, la policía viene en camino así que más te vale soltarlo, pedazo de animal.

El chico está bañado en sangre, el rostro destrozado y con el gran cuerpo de Namjoon sobre él dejándolo completamente inmóvil.

—Namjoon, vámonos, por favor -dije detrás de él.

Se levantó del suelo dejando al chico allí, sacudió y acomodó su ropa para después tomarme del brazo molesto.

Más tarde.

—Te encanta que te coqueteen, ¿no es cierto? -gritaba Namjoon-. Contesta, Park Jimin.

—Ya basta, no pienso seguir escuchando tantas estupideces -respondí dispuesto a salir del departamento.

—¿A donde crees que vas, maldita puta? -me tomó con fuerza de la muñeca.

Aquel apodo que usó para referirse a mí dolió hasta lo más fondo de mi ser, mis ojos se humedecieron de inmediato.

—A cualquier lugar donde no pueda escuchar tus gritos e insultos -dije con la voz entrecortada.

—Jimin, no quise..-

—Si quisiste, ¿qué más piensas de mi? ¿Qué soy un fácil? ¿Qué cualquiera puede venir y abrirme las piernas?  -las lágrimas salían sin control de mis ojos.

Namjoon no dijo nada, simplemente soltó mi muñeca. Le miré por última vez antes de salir del departamento y caminar sin un rumbo fijo.

Día siguiente.

Pasé la noche en casa de Jiwoo, terminé perdiéndome a mitad de la noche y la llamé. Me ofreció su sillón para dormir unas horas e ir a la universidad.

Mis compañeros de clase me veían de manera rara por las gigantescas bolsas bajo mis ojos y mi mal aspecto, también obtuve algunos llamados de atención por parte de mis profesores por quedarme dormido un par de veces durante las clases.

De regreso a casa me quedé dormido en el bus así que bajé muy lejos del departamento, tardé más de lo normal en llegar. Moría de hambre, lo único que quería era llegar, comer, dormir un poco y hacer mis deberes de la universidad.

Cuando abrí la puerta me encontré con un Namjoon molesto, sentado en el sofá con los brazos cruzados.

—Al fin llegas, Jimin -dijo.

—Hola cariño -ignoré su tono molesto, no me sentía bien para discutir.

Dejé mis cosas a un lado de la puerta y caminé directo a la cocina a preparar algo.

—Nada de cariño -se levantó del sofá y me siguió-, ¿dónde estabas?

—En la universidad, ¿dónde más? -respondí extrañado.

—No te creo.

—Pues ese es tu problema -saqué comida del día anterior del refrigerador.

—Estabas con ese chico, ¿verdad?

—¿Disculpa? Te dije que fui a la universidad, estabas demasiado ebrio y dormido cuando vine temprano a ducharme y venir por mis cosas -dije un poco molesto.

—¿Desde cuando me engañas? ¿Acaso aún quiere que lo muela a golpes?

—Namjoon ya basta de tus celos enfermizos, no te engaño con nadie -tomé sus manos y le miré a los ojos-. Nunca te engañaría, te amo y si me disculpas, estoy muriendo de hambre.

A c t u a l i d a d.

Namjoon finalmente despertó y eso me hizo muy feliz, él no quiso que le avisara a su familia sobre eso pero el personal del hospital aún así lo hizo.

—Luces de verdad precioso con el cabello teñido de naranja -dijo en voz baja.

—Gracias -me sonrojé un poco, tú sigues viéndote muy guapo con el color gris.

Rió.

Las enfermeras, al ver que despertó, le trajeron algo de comer. Así que aquí estoy, ayudando a Namjoon a comer un poco.

—¿Cómo diste conmigo? -preguntó.

—Jungkook me llamó -sentí un pequeño dolor en el pecho al pronunciar su nombre-, me dijo lo idiota que fuiste al pelear con su grupo de amigos y Seokjin pidió que cuide de ti.

—Creí que ya no te volvería a ver -confesó.

—¿Porqué?

—Porque te irías a Japón.

—¿Quién te dijo sobre eso? -pregunté de inmediato.

—Escuché a Taehyung decirlo y me sentí destrozado por ello.

En ese momento su madre junto a Seokjin entraron a la habitación, ella abrazó fuertemente a su hijo mientras que Seokjin me hizo una seña discreta para salir al pasillo.

—Gracias por cuidar a Namjoon -dijo con una sonrisa.

—No es nada -correspondí la sonrisa-, lo hago con gusto.

—Tengo entendido que te ibas de intercambio a Japón así que como muestra de nuestra gratitud te conseguimos el pasaje -sacó un boleto de avión de su bolsillo-, puedes irte mañana mismo. Nosotros nos encargaremos de Namjoon ahora.

Tomé el boleto entre mis manos y lo miré con una tristeza enorme, no quiero irme. Aún no.

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