GODZILLA X SHINGEKI NO KYOJIN DEPREDADOR Y PRESA TEMPORADA 2

GODZILLA X SHINGEKI NO KYOJIN 6

Reiner e Ymir estaban listos mientras el suelo temblaba. Con una repentina sacudida de poder, lo que parecía la raíz de un árbol gigante salió del suelo. Lo miraron más de cerca, dándose cuenta de que esta raíz tenía uniones.

La cosa en el suelo tiró de la superficie, revelando su verdadera naturaleza al salir. Esto no era raíz ni vid en absoluto. En cambio, era una pierna para una araña masiva. La monstruosidad negra y amarilla se alzaba sobre ellos con un resplandor en sus múltiples ojos.

"¿Que demonios?" Reiner dijo confundido.

El gigantesco arácnido, que se llamaría Kumunga en otro mundo, arremetió contra los pequeños cambiaformas y los perdió por un pelo.

"Es hora de dejar de esconderse", gritó Reiner, "¡hagamos de esta una pelea justa!"

Sacó la pequeña cuchilla en su anillo, listo para girar. Pero sucedió algo inusual; en realidad le dolió esta vez. En lugar de cambiar, se desangró. Una conmoción le recorrió la espalda mientras veía que la sangre le caía por la mano.

¿Por qué no se estaba convirtiendo en el Titán Blindado? ¿Había perdido la habilidad de alguna manera? ¿Que esta pasando?

Mientras Reiner todavía estaba aturdido por este descubrimiento, Ymir se zambulló, alejándolo de los colmillos gigantes que se lanzaban hacia él.

Finalmente agitado, sacó sus cuchillas. Quizás era hora de pelear con sus viejas herramientas. Claro, llevaba casi un año sin practicar con el equipo 3-D, pero seguía siendo uno de los mejores en entrenamiento. No le fallaría ahora.

Lanzó un chorro de vapor, volando hacia la araña gigante. Kumunga lo vio venir y saltó a la derecha. La araña saltó hacia atrás y se lanzó hacia los dos otra vez. Ambas palancas se dispararon en direcciones opuestas para evitar el ataque.

Luego los dos corrieron entre los árboles, rodeando a su oponente para ver qué tipo de debilidad podrían explotar. Kumunga cronometró su próximo movimiento cuidadosamente mientras daban vueltas. Una vez que llegó el momento, la araña lanzó un torrente de tela de seda a Reiner, enredándolo al árbol.

Atrapado en el árbol, no podía mover el brazo para alcanzar las cuchillas a sus pies. Todo lo que pudo hacer fue escuchar los chasquidos de la araña.

Cuando el arácnido se acercó a la palanca incapacitada, Ymir corrió hacia él. Se levantó en el aire, posó para golpear, y clavó su espada en el ojo de Kumunga. La araña gimió de dolor mientras trataba de sacudir al pequeño humano de su cabeza.

Saltó al aire otra vez, sacando otro de los múltiples ojos del monstruo. Ella saltó al suelo lista para dar el siguiente golpe.

Kumunga tuvo suficiente y decidió huir. Se adentró más profundamente en el bosque a medida que sus chillidos se volvían más y más silenciosos.

Con el Kaiju desaparecido, Ymir subió por el árbol. Ella cortó la gruesa telaraña con todas sus fuerzas. Gracias al tamaño de la criatura, fue como cortar mil cuerdas a la vez. Finalmente, ella lo liberó. Debido a una combinación de latidos acelerados y falta de aire, Reiner estaba fuera de combate. Todo lo que podía hacer ahora era sentarse a su lado en esa rama y esperar a que despertara.

En este momento, ambos eran objetivos fáciles.

A la mañana siguiente…

Los miembros de Survey Corps se habían dirigido a la entrada del bosque. Anteriormente, habían presenciado a Monroe y el treinta por ciento de los ciudadanos de la ciudad hacer un éxodo desde el área. Eren dejó que esa imagen permaneciera en su mente, manteniéndola como una razón para mantener sus ojos en la misión: matar a los monstruos que acechan aquí para que esto nunca vuelva a suceder.