Decisión de vida

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Era de noche, la luz de la hermosa luna iluminaba aquellas sombrías calles haciéndola sentir tan acogedora, la noche se sentía tan suave, la carretera estaba despejada, no había tráfico, él aprovechó para disminuir la velocidad de su vehículo y disfrutarla.

Tan solo mirar aquellos asfaltos húmedos por algunas gotas de lluvia le hacía sentir una sensación de nostalgia, se sentía muy cansado, solo quería llegar a casa y echarse en su suave y cálida cama, se sintió mejor cuando notó que ya estaba a solo una calle de la comisaria, fue cuando pasó por su mente todo lo que había ocurrido, aquel chico de tez pálida, hermosos labios y unos ojos llenos de placer, lo desarmaba. No sabía porque se sentía de esa manera, en su larga carrera tuvo situaciones así y nunca sintió algo como eso.

Recordó el sabor de sus suaves labios y la satisfacción que tuvo al besarle, luego su cerebro se distrajo por un gran letrero con letras blancas de la comisaría, había llegado a su destino. Estacionó el auto y lo apagó. Descendió sin muchas ganas, no tuvo tiempo de pensar en alguna mentira para cubrir a Park, no podía delatarle, le dio su palabra. Entró fatigado a la comisaría, en el despacho solo estaban algunos serenos brindando, dejó las llaves del auto en su casillero, cerró la puerta, miraba al suelo ensimismado cuando un oficial de zapatos brillantes y traje bien limpio y planchado se paró en frente suyo.

-Buenas noches oficial Jeon, ¿ya terminó su gran persecución?-
-No era la gran cosa, gracias por preocuparte- Dijo con ironía
-Oh, no tiene por qué darme las gracias oficial, si usted necesita ayuda en algún caso me puede avisar y quizá yo lo resuelva en la mitad de tiempo que usted lo hace, y así se toma todo el día libre, ¿qué le parece? jajaja- soltó una risa algo forzada
-Vaya, usted si que se preocupa por mi oficial Kim, ¿no le apetece también ayudarme en mis labores domésticas?-
-¡CLARO! lo que usted diga, oh vamos no me llame así, ya tenemos suficiente confianza, dime Hyo jong- Le guiña un ojo y le lanza una sonrisa -Bien lo veo mañana oficial, y si ya no quiere seguir aquí puedo ocupar su puesto, después de todo ese era antes mi lugar-
-Antes de que llegara yo, por supuesto, espero verlo mañana-

Jungkook le hace una sonrisa forzada y luego se aparta de él para dirigirse a sus reportes. Cuando acabó de reportarse, aprovechó la ausencia del comandante para retirarse temprano, no estaba de humor para dar explicaciones a nadie y esa pequeña conversación con Hyo jong lo irritó bastante, tuvo que tomar cada gramo de energía y soportar sus comentarios para no acabar explotando (figurativamente) lo menos que quería era que él se diera cuenta de que sus comentarios lo habían afectado, pero irse así lo delató.

Agarra su maletín y va a su auto deportivo, sale de la comisaría en dirección a su hogar. La lluvia empezaba a caer con más intensidad, y la luna brillaba en los charcos de agua en la acera. Jungkook se relajó y sonrió levemente, una hora después ya estaba en su casa. Sintió como su cuerpo se relajaba y toda su tensión se iba.

Era una casa moderna de dos pisos, donde solo vivía él, desde su smartwatch mandó una orden para que su cochera de abriera. Cuando ya se encontraba en su sala de estar echado en su sofá, todo vino otra vez a su mente, esa sonrisa tan dulce, su voz suplicando, esos hermosos ojos, sintió como el mundo se caía sobre él, no sabía que hacer, no podía hacerle eso, pero tampoco podía fallarle a su carrera, le había costado mucho llegar a ese puesto y mantenerlo aún más, siempre habían oficiales que querían ocupar su lugar, había uno en especial, que le pisaba los talones Kim Hyo jong, un incidente en su vida privada que hasta ahora no entiende, hizo que Jungkook tomara la delantera y le arrebatara aquel prestigioso lugar, ahora él tenía todas las preferencias, pues con su arduo trabajo y su constante atención hacia la comisaría logró llegar muy alto. Sin embargo siempre sintió que le faltaba algo, desde que sus padres fallecieron en un trágico incidente en una zona no muy transcurrida decidió ser policía.

Era navidad y ellos decidieron ir a comprar un regalo para Jungkook, él lo había pedido desde que entró a primaria, quería una bicicleta deportiva, pero como su familia era de escasos recursos económicos no podían comprársela, así que ahorraban lo que podían, él era su único hijo y siempre demostraba su compromiso cuando le podían hacer algo, si el lo hacía lo hacía bien y eso les fascinaba, como recompensa quisieron darle su tan anhelada bicicleta, habían encontrado una en revistas, estaba con 30% de descuento y querían aprovecharla, era de muy buena calidad y el diseño le encantaba a Jungkook, así que salieron una noche después de trabajar hacia esa tienda, pero la calle estaba deshabitada y no habían comisarias cerca, sin embargo eso no impidió que sus padres fueran a la tienda, sabían como su pequeño se esforzaba mucho en la escuela y como ayudaba a ahorrar dinero para su bicicleta. 

Fue entonces, cuando aparecieron siluetas de hombres caminando cerca de ellos, amordazaron a sus padres por la espalda y les pidieron el dinero, ellos no quería soltarlo porque era lo que su hijo tanto había deseado, lastimosamente esas personas no estaban para andar en rodeos, los apuñalaron y se llevaron el dinero, los cuerpos de sus padres quedaron en la acera desangrándose. Cuando Jungkook despertó era 25 de Diciembre, fue corriendo hacia el cuarto de sus padres abrió la puerta con una sonrisa y muy feliz anunciando que era navidad, pero vio la cama vacía, bajó las escaleras pensando que estaban preparando el desayuno y no los encontró, solo vio el pequeño y deshojado árbol de navidad que años atrás habían comprado, los llamó y no los encontró. Se vistió, salió y había prensa en su puerta, en el encabezado una que otra farándula, pero algo llamó su atención, en la esquina inferior de la derecha había una imagen de dos personas en la acera llenas de sangre, leyó el pequeño encabezado.

-"Murieron de apuñaladas en un atraco"- Leyó con su delgada y tierna voz, luego buscó la página y leyó el artículo completo, al parecer aquellas personas estaban identificadas como sus padres, sus pequeños ojos no podían seguir leyendo, se llenaron de lágrimas, apretó el periódico, hacia su pecho y lo abrazó como si fuese sus padres, sentía sus presencias, al parecer sería la primera navidad sin ellos, aunque esto no hizo que el odiara las navidades, de hecho las amaba ya que era un recuerdo de como sus padres habían dado todo por él.

Sin embargo la falta de oficiales en esa zona había generado ese incidente, se imaginaba como hubiesen sido distintas las circunstancias en las que se encontraban sus padres si al menos una comisaria hubiese estado cerca, quizá los tendría con él en su moderna casa y abrazándolos por que siempre lo apoyaron en lo que se proponía, lo habían formado bien y gracias a ellos era la persona profesional de ahora.

El tiempo, pasaba y cada vez se volvía más fuerte y resistente al dolor, aunque fuese un niño cuando sucedió ese incidente, no le afectaba mucho, aunque siempre sintió que algo le faltaba...

I just need uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora