Me encontraba acotado en mi sillón, pero luego se me ocurrió ir a la piscina a dar un chapuzón.
Estaba bichi como de costumbre, pues el calor es insoportable ¡Dios, amo a Kyle Jenner!
Mis grandes glándulas mamarias estaban a la luz, al igual que mi enorme barriga, si alguien me viera diría: mmm... ¡delichus!
Me puse unas chanclas marca Doritos Marinela, y comencé a caminar hacia la piscina que quedaba a unas cuantas millas, no era necesario usar mi boshito porque estaba cerca ¡envidiosos!
En el camino me encontré a uno de los enanitos de Blanca Nieves, y por su parte recibí unas cuantas miradas comprometedoras. En el pasado abríamos tenido una relación, pero no funcionó y terminamos.
Llegué al lugar destinado, y casi no había gente, nomas estaba Michael Jackson dándose un baño de lodo.
Me metí al agua fría y sentí mis pezones estremecerse, y decidí ir a donde Michael para darle compañía.
Estaba apunto de salirme cuando voltee a buscarlo, pero no estaba.
Lo próximo que sentí fue mis glándulas mamarias y mi sexi barriga pegar contra el agua.
—¡Michael! ¿Porque hiciste eso?—. Cuestioné cuando vi que el causante de mi accidente era Michael.
—La verdad se me apeteció darte una nalgada en esas nalgotas amarillas, me recuerdas a mi ex Lisa Simsom.— Dijo con un semblante de tristeza.
Después de divertirnos un rato en la alberca, y de nadar mucho, decidí que era hora de regresar a casa.
—Michael... es hora de irme. ¡Que tengas una linda tarde!— Dije levantando mis esponjosos y amarillos dedos hacia él en forma de despedida.
Arrugó su afilada nariz tiernamente.— Adiós, amigo. Nos vemos luego.— Sonrió, lo raro fue que ninguna arruga apareció en su rostro ¡Diablos, me recuerda a mi maestra de catesismo!
Mi maestro de catesismo marcó mi vida. Él era una persona muy gentil, su nombre era: Chespirito Gómez Bolaños. Era una persona muy considerada, a veces me daba las sobras que quedaban en sus brackets después de comer, ¿si o no es bien buena persona?
Después de llegar a mi casa y comer muchos lacto bacilos, me puse un bra de barbie, de color rosa. Estos me gustaban mucho por que ajustaban mis glándulas mamarias, y las levantaban.
Después de bañarme, me dormí.
Nota de la autora: no hai sistema
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.