La mirada en sus ojos

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A veces me gusta pasear de madrugada con Mel, es un perro amigable y al parecer a ambos nos atrae la esencia de la oscuridad y el sonido de la noche, en ocasiones salían mapaches, ardillas o algún otro venado que nos hacía saltar del susto pero eso no se comparaba con el terror que sentí al ver el cuerpo abultado y aún convulsionando sobre el césped de la casa se atrás la agitación de Mel cuando encontramos el cuerpo cambió completamente de agresivo y territorial a asustado y confuso, yo estaba en shock hasta esa momento así que me acerque pero alguien me dio un gran empujón que del impacto quede inconsciente ; Desperté a las pocas horas ya que aún era de noche, debía hacer algo para ayudar al pobre hombre aunque era demasiado tarde, corrí de nuevo al interior de mi casa y llame al 911...
-911 ¿Cuál es su emergencia?-
-El vecino de atrás... no se qué pasó... pero él está...él está...creo que está muerto, por favor alguien venga no se que hacer-
-Debe tranquilizarse señora, enviaremos a alguien para revisar y una ambulancia, peor debe proporcionarme su dirección-
-Si claro, es

-Llegaremos en seguida, recuerde mantener la calma-
-Si, gracias-
Colgué el teléfono y comencé a llorar abrazando a Mel, no podía quitarme la imagen de muerte y cantidad de sangre sobre el césped, era increíble la forma en que lo encontré parecía que quería decirme algo, y en sus ojos se iba desvaneciendo el resplandor de vida, después sentí el empuje al suelo; después de eso me he sentido en total descontrol, no puedo contenerme, ¡en repentino quiero correr sin ninguna dirección y me siento desprotegida, como si algo en mi supiera que... o quien... me hizo... algo.
Anecdotario de Karmela

La policía llegó a la casa en donde encontré el cuerpo y acudí igualmente a la comisaría para dar mi declaración; después de varias horas entre interrogatorios, investigaciones  y grabadoras de cable confirmaron que el acontecimiento se debió a un malentendido con un vagabundo o algo por el estilo; era increíble que llegaran a esa conclusión porque era obvia la intención de la persona que atacó al señor Tello y aunque no conocí demasiado a mi vecino trasero, sabía muy bien que no era una persona que disfrutara salir de madrugada en su jardín si no había algún tipo de celebración.
El haberlo conocido en mi mente era la razón perfecta por la cual yo era totalmente inocente; en efecto a veces teníamos discusiones sobre cosas insignificantes que la mayoría de la gente tiene con sus vecinos y que a los pocos gritos se solucionaban pero yo jamás pude haber cometido tal atrocidad; los detectives parecen tener la percepción de que yo soy una asesina , y el motivo de la mudanza me hace ver aún más culpable...

Tengo miedo;... miedo que nunca había experimentado al estar en Utah.

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