Uno

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Siempre he estado orgullosa de decir que no me asusto fácilmente, son realmente pocas las cosas que me sobresaltan. Toda una gryffindor diría mi hermano James.

— Felicidades Lilianne, estás embarazada.

Pero eso acaba de cambiar porque en este momento estoy malditamente aterrada.

Miro al medimago a mi lado como si le hubiese crecido otra cabeza. Ni siquiera sé qué decirle, porque tal vez espera que esté feliz y eso no es lo que siento.

— Embarazada de cuantas semanas? — pregunta Dominique suavemente mientras toma mi mano. Por esto mismo la traje conmigo, en momentos de presión sabe dejar la cabeza fría.

— Tres semanas, así que aún está lejos de que se le note siquiera algo de panza — me mira de nuevo como esperando mis palabras.

— Genial — es la única palabra que se me viene a la mente para decir porque mi estupefacción no me deja pensar.

Luego el medimago comienza una larga charla sobre el embarazo y lo que pasará en las próximas semanas hasta el parto. Escucho un poco lo que dice y cuando me pierdo me relajo, porque sé que Nique está tomando nota mental de todo esto.

— Bueno Lilianne nos veremos pronto — estrecha mi mano, luego la de Dominique y nosotras simplemente le sonreímos.

Porque la verdad es que no estoy segura de si voy a volver.

Dominique y yo caminamos por San Mungo buscando la salida y en todo ese silencio me doy cuenta de que está esperando a que yo diga algo para ella hablar también.

— ¿Crees que debería tener al bebé? — murmuro tranquilamente, tal vez eso no era lo mejor para decir en este momento.

— No puedo decirte qué hacer Lils. Pero te conozco, y si algo sé sobre ti es que nunca hablas sobre ser madre — dice ella apretándome la mano suavemente.

Dominique es mi mejor amiga y me alegra haberla traído porque no va a reprenderme absolutamente nada de lo que diga o haga.

Lo peor es que tiene razón. Nunca he hablado de ser madre en un futuro cercano porque la verdad no es algo a lo que aspiro realmente. No estoy diciendo que tenga algo en contra de los bebés solo que no los necesito para sentir que mi vida estará completa.

No es mi intención juzgar a las mujeres que desean ser madres, pero me conozco. Yo sé que una casita con cerca blanca y cuatro hijos regordetes no me harán feliz en este momento. Yo quiero vivir aventuras y ser libre, no digo que nunca tendré hijos solo que a diferencia de mujeres como Victoire, esa no es mi prioridad.

— Nicki estoy aterrada — confesé parándome en seco — no se que hacer, ni que decirles a mis padres, no se nada.

Nos acabamos de graduar de Hogwarts se supone que nuestras vidas solo están comenzando.

— Lo que sea que decidas deberías decírselos ahora- me rodeó con sus brazos y puse la cabeza en su hombro — y también a Scorpius — añadió.

Scorpius Malfoy y yo no estamos en una relación, no se confundan, tenemos sexo y ya está. Él tiene un matrimonio arreglado pronto en el que no quiere participar y yo solo soy su manera de liberar estrés.

— No — digo rotundamente — Sabes muy bien que Scorpius se casará pronto, yo no quiero cargarle con esto ni meterme en dramas familiares que no necesito.

Merlín sabe que a Narcissa Malfoy puede darle un infarto si se entera de que su querido nieto tendrá un hijo fuera del matrimonio.

Dominique negó la cabeza en rendición

— Nena sabes que ocultar algo así nunca termina bien.

— Encontraré la manera — volvimos a caminar para entrar a la red flu — y ahora viene la primera batalla así que es mejor que nos ocupemos de Malfoy después.

Dominique soltó una risita tomando los polvos flu.

— Bueno, esto está a punto de ponerse interesante. Ya quiero ver la cara que pondrán James y Teddy. — inhaló aire y exclamó — ¡A la madriguera!

Hola! Ya notaran que volví a subir el capítulo y es porque estoy acomodando la historia. Recuerden que esta idea me llegó de la nada así que no tenía muchas cosas planeadas, aún así quiero que la historia quede bien hecha. Ténganme paciencia.

Hoy el capítulo 2 sin falta.

-Lexa

Baby on the way  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora