Capítulo 2

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Después de estar mirando a ese hermoso hombre durante unos segundos, mi mente empezó a funcionar de nuevo y las palabras salieron de mi boca.

—Hola -dije—, ¿se encuentra Mark en casa?

—Si. Me había dicho que hay vendría una chica ¿Eres su pareja de trabajo, verdad?. Encantando, me llamo Jason

—Si, soy yo. Es un gusto Jason, me llamo Lyn
dije estrechandole la mano.

—Pasa —dijo sonriendo

Entre al departamento y para ser sinceros, era enorme. Jason fue a la cocina y yo me senté en un sofá negro demasiado comodo, mucho más que mi propia cama.

—Mark tuvo que salir por un mandado que le hicimos, volverá en unos minutos.

Yo solo asentí con la cabeza mientras miraba alrededor. Jason salió de la cocina y me ofreció un vaso de agua fría,  la verdad es que se lo agradecía, era Junio y el color empezaba a ser desgarrador.

—No te ofrezco otra cosa porque no tenemos muchas cosas en la cocina —dijo riendo

—No te preocupes, muchas gracias— sonreí

Bebí todo el agua que habia en el vaso y lo deje sobre la pequeña mesa de cristal que tenia enfrente. El lugar estaba tan silencioso que podía escucharse hasta mi propia respiración. Jason comenzó a reír.

—¿Qué pasa? —dije nerviosa.
—Eres muy linda, además que verte así de avergonzada me hace gracia. Me caes bien—continuo diciendo —No sé porqué Mark dijo que eras una mujer rara. Cuando llegó de la escuela contó lo que sucedió, no hablo de ti, no pudo decir mucho porque no te habla, pero fue gracioso. Estaba nervioso y preocupado porque no sabía cómo tratarte.

—¿En serio?, —dije sorprendida.

—De verdad. —respondió sin dejar de reír.

Me sentí cómoda con una facilidad, Jason y yo estuvimos hablando por mas de median hora. Era un chico demasiado divertido y siempre me sacaba alguna que otra risa, me sentía cómoda estando con él.

—Y por cierto.. ¿Cómo te sientes teniendo a Mark como compañero de clase? ¿No es incómodo tenerlo cerca?

—La verdad no me molesta tenerlo como compañero de clase, es agradable tenerlo ahí, así todos ponen atención en él y nadie en mí.

—¿Por qué lo dices?

—Porqué cuando era pequeña todos ponían atención en mi por ser callada y reservada, decían cosas raras o hacían algunos rumores. No era nada agradable. Pero ahora ya es normal, simplemente soy una chica más en clase la cual nadie nota su presencia o ausencia.

—Creo que ya todos son grandes para decir cosas raras. Pero es gracioso pensar en ello, simplemente eran niños, no sabían lo que decían, todos hemos pasado por esa época. Pero lo digo enserio, eres muy agradable, no sé porqué Mark nunca te ha hablado —dijo Jason.

Jason quien estaba sentado a mi lado me miró fijamente. Podía sentir que en cualquier momento mi corazón iba a salir de su lugar. Jason puso sus dos manos en mis mejillas y después de unos segundos las estiró en ternura.

—¡¿Que estas haciendo?! —dijo Mark en el marco de la puerta

Jason me soltó, se levantó del sofá y cogio las bolsas que Mark tenía en las manos para después llevarlas a la cocina.

Mark me miró durante unos segundos y después de suspirar se acercó a mi para sentarse en el sofá de enfrente.

—Comencemos —dijo muy serio.

—Bueno, —dije con mucha incomodidad.

Mark se levantó para ir por su portátil y libreta. En ese momento Jason se asomo por la puerta de la cocina.

—Pss, Lyn. —me llamó Jason

Volteé al escuchar mi nombre y me encontré a un Jason sonriendo de forma divertida, me mostró una mejor sonrisa, si es que podía ser posible, y yo sonreí correspondiendole.

Mark salió de su habitación y nos vio intercambiando miradas, creo que eso podía traer muchos malentendidos.

Esta historia continuará...

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