amar sin ley ~Error X Ink ~

Nuestro deber

Las flores florecieron, los pájaros cantaban y el sol salia desde las montañas para así dar inició a las nuevas diosas que giran al gran palacio de los dioses, era tiempo para que se retiraran de su santuario donde ahí fueron criadas hasta que crecieran con virtud y sabiduría para sus creaciones y fortalezas entre ellas, mujeres guardias esperaban en los caballos a sus diosas para por fin se fueran del lugar, las diosas se encontraban en la puerta del castillo para despedirse de la madre toriel, quien las había criado con el amor y cariño que tenia asía esas pequeñas que ahora eran todas unas mujeres

Toriel: cuiden se mis pequeñas, recuerden que siempre estare aquí para ustedes pero nunca olviden que "entre ustedes, son fuertes" -al terminar de abrazar a ink la toma de las manos para verla con una sonrisa a las demás y a ella-

Ink: muchas gracias madre toriel, gracias por cuidarnos y darnos calor cuando mas la necesitábamos y por ello, le agradecemos tanto por lo que hizo por nosotras

Dream: espero un día podamos venir a verla de nuevo

Toriel: lo hará, pero tendrá muchos deberes para los humanos así que sera mejor que estén con sus responsabilidades primero

...- mi señoras, es hora de partir llegaremos tarde

Las diosas miraron a toriel para que ink soltara sus manos para irse con las demás, toriel las veía con orgullos a sus pequeñas que ahora se marcharían del castillo, las diosas al estar en sus caballos poniéndose su capa en la espalada dieron la indicación a las guardias de que avanzaran, toriel soltaba unas cuantas lágrimas para después despedirse con la mano a sus pequeñas, ink paro al igual que todas para ver a toriel por último y despedirse con la mano para ponerse la gorra de la capa y así salir de la entrada del castillo para que estas puerta ya se cerraran...el andar de los caballos eran tranquilo, sus respiraciones eran tan fuertes como si de bestias se trataran mientras su aura trasmitía un sentimiento de maldad pura y de terror a cualquiera que los vieran, sus guardias que eran hombres escoltaban a los hombres dioses que se encontraba cada unos en su propio caballo, mientas caminaban por un sendero de piedras negras con lava ardiente empezaban las rocas romperse dándose un poco de dificultad a los caballos caminar pero a la vez iban continuando su camino