Una noticia no del todo buena

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En una habitación en París comienza a entrar la luz del sol, despertando a una hermosa joven de ojos azules y cabellera rubia.
Al sentir la luz del sol en su nuca se lamento no haber cerrado las cortinas el día anterior, sin mucho ánimo se levanta de su cama, para contemplar así su últimos 3 días de vacaciones, con un suspiro de pesadez decide tomar su toalla y darse una buena ducha.
Al finalizar de ducharse Helga o como ahora le gustaba que la llamarán Geraldine, se puso frente al espejo para comenzar a pintarse, quien pensaría que esa niña que era toda una pesadilla ahora sea una hermosa joven muy femenina, aunque no del todo se había olvidado de su antiguo yo, aún conservaba un poco de su humor sarcástico.
Cuando estaba a punto de escoger su ropa escucho la voz de su madre llamarla.

- Helga ven a desayunar.

- ya voy Miriam, solo termino de arreglarme.

Helga a veces se preguntaba ¿Cómo su vida había cambiado en un abrir y cerrar de ojos?, Pues desde que se fue de Hillwood, de eso ya hace 6 años, cuando ella solo tenía 10. Sus padres habían decidido ir a París, ya que había mejores oportunidades para el trabajo de Bob, ya ahí sus padres se dieron cuenta de todos los errores que habían cometido con helga, por lo cual decidieron cambiar por ella. Miriam fue a rehabilitación para dejar el alcohol y los tres fueron a una terapia de familia, la cual les ayudo mucho para ser más unidos y una familia de verdad.
Cuando Helga se fue de Hillwood no solo dejo a sus amigos, sino también a su primer amor Arnold, como lo extrañaba los primeros días que se fue, pero con el paso del tiempo Helga poco a poco enterró esos sentimientos tan fuertes que sentía por el, para así no sufrir más.
Helga al recordar todo eso agitó la cabeza y mejor decidió cambiarse para bajar.

-buenos días familia

- buenos días hija, siéntate a desayunar.

- si gracias, y ¿dónde está Bob?

- oh! El se fue a trabajar temprano, porque tenía unos papeles que arreglar.

- de acuerdo.

Al terminar de comer Geraldine fue a su habitación ya que estaba de vacaciones, toda la tarde se la paso escuchando música o leyendo uno de los tantos libros que tenía.
Al llegar la noche escucho que Bob llegó y empezó a gritar que bajara, así que para no hacerlo enojar bajo de inmediato.

- familia tengo grandes noticias (exclamó Bob)

- ahora qué pasó papá, ¿Porque tanta alegría?

- si Bob que puede ser tan bueno?

- pues nada más y nada menos de que ¡ Volveremos a Hillwood mañana!

- ¿Qué? (Dijo Helga)

- como escuchaste hija mía, mi empresa me acaba de transladar nuevamente, así que quiero que preparen sus maletas porque mañana nos vamos a primera hora.

Helga simplemente se fue en silencio a su habitación pues no quería armar un alboroto y decidió no pelear contra algo que no es posible.
Solo decidió llamarle a su mejor amiga Phoebe para contarle las buenas nuevas.

- bueno, Helga

- hola Phoebe, te tengo buenas noticias

- ¿Cuáles son esas nuevas noticias?

- pues solo que regreso a Hillwood

-¿Que? Eso es maravilloso, por fin te volveré a ver, y cuándo vuelves?

- pues mañana

- y porque hasta ahora me avisas de esto? Estoy muy enfadado contigo

- oye tranquila criminal, me lo acaba de decir Bob y tú fuiste la primera persona en que pensé

- wow, lo siento Helga es que me entusiasma tanto que vuelvas amiga

- yo también estoy muy feliz de volver a verte, bueno me tengo que ir pues tengo que hacer mis maletas, adiós.

- adiós Helga.

Al finalizar la llamada con su amiga Helga se lanzó a su cama para analizar todo lo que pasaría a su vuelta.
¿Cómo estarían todos sus amigos?
¿Cambiarían mucho?
¿Se acordarían de ella?
Y lo que más la atormentaba ¿Su cabeza de balón aun se acordarían de ella?

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