Narra Julia:
-Mami- dije en forma de quejido- No me hagas esto, Seth... soy tu hija.
-Lo siento, pero tu misma te lo buscaste- el muy desgraciado se atrevió a mofarse de mi- ¿Sabes? En un principio quería matarte y quitarte tus poderes, pero solo quitarte tus poderes y obligarte a casarte con uno de mis demonios es mucho mejor... serias solo un demonio mas, con poderes de demonios y estarías toda la eternidad atada a uno.
-Seth, ten consideración con nuestra hija, no sera feliz- dijo mi madre con la voz quebrada.
-Sera feliz, ella olvidara al maldito pulgoso aquel y estará felizmente casada con uno de los nuestros- dijo haciendo que todas mis alarmas se encendieran- En cuanto a ti, querida mía, tu vas a renacer, aunque nuestra hija te devore, volverás, yo te regresare y lo hare como un demonio, seras solo mía.
-Estas enfermo, Seth, necesitas tratarte muy seriamente- dije mirándolo con odio.
-Llámame padre, querida Afrodita- odiaba que me llamara así, pero es de la única forma que el me ha llamado siempre- Ahora dime, ¿como se llama mi amada demonio?
-No tengo porque decirte su nombre- conteste retándolo.
-Ella tiene que hablarte, tiene que decirte una forma de salir, querida hija, y no creo que se oculte de su Dios- esto no es bueno- Una vez ella salga yo le dare ordenes y las dos contestaran por el mismo nombre... Afrodita.
-¿Por que me diste el nombre de la Diosa del amor?- esto es algo que siempre quise saber.
-Porque ella es tu madre- quería reírme de el en su cara, pero no lo dudaba- Fue castigada por otros dioses, yo estuve incluido, se había enamorado de un humano, yo estaba enamorado de ella... pero su castigo fue ser humana, a mi nadie me podía contradecir, soy el Dios de la oscuridad, después de todo, por lo que la conquiste, me case con ella y te tuvimos a ti... ahora quien ejerce el trabajo de amor es el humano del que se enamoro.
Mire a mi madre y ella estaba igual de sorprendida que yo, aunque, ahora que lo pienso, eso explica muchas cosas, mi madre siempre me hizo sentir paz y amor, donde quiera que ella estaba hacia que todos sonriera, mas o menos igual a la tía Luna, pero con la diferencia que mi madre hacia sentir que un corazón valía mas que el físico.
-Tu lo hiciste- digo aun mirando a mi madre- Hiciste que la condenaran solo para estar con ella, eres un monstruo.
-Se que te duele todo esto, hija mía, pero acéptalo, yo no soy una blanca paloma, soy la oveja negra de la familia- voltee mi cabeza para mirarlo, el tenia razón en algo, era el malo del cuento- Basta de platicas, debes descansar, en unos días comerás agusto, tu almuerzo esta justo a tu lado.
-No hagas esto... padre- me costo decir esa palabra, pero lo hice. El sonrió de una manera un poco orgullosa y malvada.
-Eso no me detendrá, bastarda maldita- dicho esto desapareció haciendo que me derrumbara en mi lugar, esto era lo que el quería y lo había conseguido, mi madre se iría para siempre y todo por mi culpa. Sentí unos brazos alrededor de mis hombros y supe de inmediato que era ella.
-No quiero hacerlo, mama, no quiero hacerte esto- dije entre lagrimas, me dolía esta situación.
-No importa, mi cielo, todo estará bien- sus palabras eran cálidas, pero se que ella también tenia miedo- Yo siempre sere tu madre, alimentarte no seria nada porque así yo siempre estaría contigo.
-Te amo, mami y no te quiero volver a perder- dije abrazándome a ella, me sentía aterrada y vencida, mi padre había logrado lo que quería, ahora si estoy completamente atrapada.
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SEMI-DIOSA
Ficción GeneralJulia es una chica latina que no sabe del poder que tiene, ella es hija de uno de los dioses mas peligrosos, el dios de la oscuridad, ella viaja desde su país natal hacia Estados Unidos para tener una nueva vida, ella no sabe quienes son sus familia...