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El sonido de las voces y el movimiento del carro fueron suficiente para despertar, era temprano.

       -¿Qué hora es?-Dije agitado-
       -Son las 9:43 am, anda preparandote, pronto                   llegaremos al lugar.

   Para alguien como Markus nunca fue difícil levantarse, él tenia sueño ligero, podia levantarse con el zumbar de un mosquito, hacia mucho frio afuera, estaba viajando para trabajar en el Severalls, un hospital psiquiátrico donde la paga era mala, pero era lo mejor que podia tener ahora, en Ecuador no tendria ni un pan para comer.
Nuestro conductor era un psiquiatra que trabajaba hace más de 3 años en el hospital, no tendria que preocuparme mucho ya que él nos guiaría a nosotros 2, Joaquín, mi amigo de la infancia pasaba por lo mismo que yo, con suerte logramos conseguir este trabajo de porquería.

     -Listo, es aquí- Dijo nuestro guía-
     -Bueno, entremos, me estoy muriendo de frio -Dijo                       Joaquín- Por cierto, ¿Cómo deberiamos llamarle, señor?
    - Doctor Najera -articuló mientras le temblaban los labios-

Una vez adentro el lugar me parecio inmenso, la recepción del primer edificio era amplia, con un escritorio grande, donde atendia una mujer de unos 40 años, en el medio del lugar habian 3 sillones largos con revistas en la mesa del medio.

     -Siganme, los llevaré a sus habitaciones -Dijo Najera-

El contrato de trabajo era por un mes -pensé- no creo que sea tan horrible después de todo. Subimos al segundo piso del edificio y nuestros cuartos se encontraban al fondo del pasillo, mi cuarto con el de Joaquín estaban frente a frente, la pequeña pero acogedora habitación era cómoda, tenía una cama, un ropero, un escritorio y su respectivo baño, no podia pedir más.

      -Mañana empezarán con sus actividades, se les designará un encargado para eso, disfruten lo que quede del dia chicos.

Najera se fue y nosotros empezamos a desempacar nuestras cosas y guardarlas en el ropero, me di cuenta que no habia traido el cargador de mi celular, Joaquín tuvo que vender muchas cosas para viajar hasta aquí, entre esas cosas, su celular y cargador. Tarde o temprano me quedaria desconectado.

      -Sinceramente me esperaba una radio o una pequeña televisión- Dijo Joaquín-
      -Es lo que tenemos, quizas con la paga semanal, podamos comprar algo en la ciudad.
      -La ciudad esta lejos Markus, quizas en este pueblo vendan algo de entretenimiento.

Él tenia razón, la ciudad estaba a 2 horas en colectivos, estos casi ni pasaban por aquí.
Me pareció muy raro no ver a ningún otro trabajador o paciente, solo he visto a Joaquín, Najera y a la recepcionista, se siente muy calmado el ambiente, ojalá que siga asi...

Gritos SilenciadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora