Capítulo 5

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Silencio...mis antenitas de vinil están detectando la presencia del enemigo.

***

Está claro que no lo deje dormir conmigo esa noche. Le permití que acomodara sus cosas en el clóset solo porque Isabelle me lo pidió. Pero al momento de dormir le tiré una cobija y una almohada al suelo cuando salió del baño con el cabello mojado mostrando sus rizos un poco menos marcados que le caían por la frente.

Frunció el ceño al ver la escena.

– ¿Crees que dormiré en eso?– Señaló la cobija y la almohada en el suelo.

– Hay personas en el mundo que tienen mucho menos que eso, siéntete orgulloso– llevé una mano a mi pecho.

Nicolás me fulminó con la mirada y gracias al cielo, decidió tomar la almohada y la cobija para salir de la habitación.

En cuanto se cerró la puerta di saltitos en la cama de felicidad y me extendí en toda la superficie, disfrutando de tener una cama grande que no debía compartir.

Al poco tiempo logré conciliar correctamente el sueño. Hasta que claro, alguien vino a interrumpirlo.

– Ni de coña dormiré en el sofá. Si eres tú la que no quiere compartir, ve y duerme allá. Yo me quedaré aquí– la voz de Nicolás fue la que lamentablemente me levantó.

Vi cómo colocaba la almohada a un costado mío y se acostaba dándome la espalda.

– Vete de aquí– murmuré adormilada. No había visto el reloj pero podía asegurar que eran más de las 3 am. Todo estaba completamente oscuro.

– Y una mierda– dijo cubriéndose con la cobija hasta el cuello

Algo en su acto me hizo darme cuenta de algo.

Eso mismo había hecho yo antes de quedarme dormida. Y lo hice porque el tamaño de la habitación me intimidaba, al igual que el hecho de que era un nuevo lugar para mí.

– ¿Tienes miedo, Nicolás?–

– Cállate y déjame dormir– murmuró evitando mi pregunta.

No pude evitar la carcajada.

– ¡Tienes miedo!– afirme entre risas

– Liliana, cállate.– pronunció con fuerza.

No detuve mis carcajadas de todas formas, ni siquiera por el hecho de que me había llamado por mi nombre cuando nunca lo hacía, a menos que le molestara algo realmente.

Mi risa fue cesando al ver que no se movía y se veía completamente seguro de quedarse aquí.

– Vete a dormir al suelo, no compartiré la cama contigo– lo empujé por la espalda queriendo tirarlo pero sus manos me sorprendieron cuando me tomó de los antebrazos y me tiró él al suelo primero.

– Duerme tú ahí– Dijo y se dió la vuelta para darme la espalda mientras yo estaba tirada en el suelo, impactada.

Me dolió el culo de la caída.

– Imbécil– farfullé y me levanté.

Bien, si él no se iba, me tocaría irme a mi.

Me acerqué a la orilla de la cama desocupada, tomé una almohada y le quité la cobija que antes él estaba usando.

Me gruñó pero no dijo nada, tomó la otra colcha y se volvió a cubrir de la misma forma.

Yo bufé y salí de la habitación para ir a ver la de Zack y Sara, con suerte lograba despertarlos y conseguir que Sara se fuera a dormir con su hermano y yo me quedaría con el mío.

It's just you and me (parte 1 y parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora