Comentarios que hieren el alma

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ANABETT

Espero a mi hermana en su cuarto pero creo que es en vano, ella salió con sus amigos y propablemente llegue a altas horas de la noche, hace tanto que no hablamos, en las fiestas de la escuela me deja sola en un rincón mientras baila con su grupo de amigos "los populares" por eso deje de asistir a esos compromisos y ahora solo me dedico a componer mis canciones y a leer, no importa que ella y sus amigos digan que son aburrida porque aunque no lo crean yo podría llegar a ser mejor que mi hermana pero no puedo gracias a mi maldita timidez, nunca pude hacer amigos con facilidad pero no los necesito, si estoy segura YO NO LOS NECESITO.

Suena la puerta y se que mi hermana a llegado a la casa, por fin podré hablar con ella.

- Que haces aquí? Dice Alice

• Estaba esperándote...

- No estoy de humor ahora dice cortante y fría

• Pero..

- Largo! grita

Yo me voy de su habitación y me dirijo a la mía, me acurruco en la ventana de mi habitación mirando la nieve caer mientras botó una lágrima y me hundo en un mar de llanto, como mi hermana podría ser tan fría conmigo que le hacia yo?, Yo solo quería conversar con ella y ella solo me hecho de su habitación sin dejarme hablar, como podíamos ser gemelas y ser tan distintas a la ves, como Alice podía tratarme de esa manera si era de suponerse que tendríamos que ser la mejores amigas, en este momento sentía que nadie me entendía y que no le importaba a nadie.

ALICE

Mi hermana ya se largó de mi habitación, cuán molesta podía llegar a ser, nadie en la escuela la soportaba, Anabett era una completa marginada, como era posible que fuésemos hermanas, creo que el destino se equivocó al emparentarnos, el ser hermanas es un error; por su culpa, por vivir aquí ninguno de mis amigos quiere venir a mi casa por miedo a convertirse en marginados de la elite del colegio, era imposible soportarla, para mi ya era muy difícil aguantarla las pocas horas que estaba obligada a pasar con ella pero de un tiempo acá se estaba volviendo aún más insoportable de lo normal e insistía en hablar conmigo aunque hasta ese momento había podido alejarla de mi y quitarle esas locas ideas de ser mi amiga, me acurruco en mi cama y enciendo el iPad que mis padres me habían regalado para mi cumpleaños y comienzo a chatear con mis amigas antes de irme a acostar.

Guerra de gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora